martes, 9 de junio de 2020

La "nueva normalidad" (parte uno)

No sé si es una cualidad o una limitación esa herencia educativa de mi madre; me enseñó a mirar siempre hacia adelante.
Si había un problema en casa ella no se detenía en lamentos o llantos, de inmediato pensaba en la solución. 
No añoraba nada de su pasado, aunque a veces hablaba con cierta melancolía de la segunda guerra y la pobreza que pasó con la abuela. 
Ambas, mujeres de esfuerzo, trabajo  y resistencia. 
Cuando la abuela murió no vi a mamá lamentarse o llorar. Había que trabajar para alimentar la familia.

En estos días muchas personas  suspiran por lo que perdieron y tal vez sea algo que no podrán recuperar o pasará un tiempo largo de espera. Eso los hace sufrir. 
Mi amiga A. se fue a un pueblo del Sur. Nunca pudo encajar en otra comunidad cristiana porque se quedó atada a la nuestra. Tal vez fui cruel cuando le dije, “olvídanos y busca nuevas amigas cerca de tu hogar.” No pudo. Hoy vive confinada, sola, sin redes cercanas de apoyo. Me llama, conversamos. Si tuviera una emergencia estamos a kilómetros de distancia, solo encomendarla a la gracia y cuidado de Dios. 

Añorar el pasado puede ser un excelente ejercicio mental, visualizar el futuro nos da la energía para superar las pérdidas. 
No sé cómo lo has hecho para liberar tu alma. No sé qué tan doloroso será dejar atrás hábitos, costumbres, aun una idiosincrasia nacional para poder entrar en lo que algunos han definido como “nueva normalidad”. 
 Algo perderemos para que pueda crearse algo nuevo que nos afirme en la fragilidad de la vida.


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No digas: 
«todo tiempo pasado fue mejor», 
pues no sabes si en verdad lo fue.

Eclesiastés 7:10

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Fotografía de mi calle, recreación en Power Point.


viernes, 5 de junio de 2020

¿Cuál es el mejor producto para sanitizar?

¿Por qué no funcionaron las cuarentenas dinámicas en Santiago?
¿Cómo mantengo el distanciamiento social?
¿Es útil el uso de mascarilla en la calle?
¿Qué pasará con la economía poscoronavirus?
¿Cuánto afecta a la salud psicológica el confinamiento?
¿Cuál es el mejor producto para sanitizar?
¿Se mantendrá el teletrabajo en el futuro?
En los post anteriores intentamos reflexionar acerca de estas preguntas. Han surgido otras y las iremos desmenuzando de a poco.


Mi abuela lavaba su pelo y ropa con quillay.
Mi madre lo hacía con perlina y radiolina.
Hoy el rey es el cloro que –según mi amiga Isa- no es adecuado manipularlo sin guantes.
Mi amigo F. vende amonio cuaternario para diluir.
Otro me proporciona lysoform a precio módico.
Alcohol gel agotado en mi barrio.
La naturaleza nos regala diversas plantas con las que sobrevivieron los antiguos. Sin duda la inventiva humana y el emprendimiento comercial han contribuido a tomar cada vez más medidas de limpieza, el baño diario, la ventilación de habitaciones, lavado frecuente de manos y todas esas buenas indicaciones que se transforman en hábitos.
Somos frágiles y fuertes a la vez.
Unos amigos contagiados con covid-19 me cuentan que ni siquiera hicieron reposo. Solo la cuarentena obligatoria en familia. El cuerpo se defiende con sus propios recursos.

¿Cómo limpiar o cuál es la mejor forma de sanitizar?
Les dejo varias páginas de expertos; mi conclusión es que mejor tener hábitos de limpieza –qué duda cabe-, pero no nos transformemos en Howard Huges de la noche a la mañana.
La perseverancia en todo tipo de actividad será nuestra mejor arma, se trate de estudios, compras, sanitización u otro.
Te deseo buena salud.

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Y dijo Dios: «¡Miren! 
Les he dado toda planta que da semilla y que está sobre toda la tierra, 
y todo árbol que da fruto y semilla. 
Ellos les servirán de alimento. 
Para toda bestia de la tierra, 
y para todas las aves de los cielos, 
y para todo lo que repta sobre la tierra 
y que tiene vida, toda planta verde les servirá de alimento.» 
Y así fue. 
Y vio Dios todo lo que había hecho, 
y todo ello era bueno en gran manera. 

(Génesis 1:20-31)
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Fotografía flor del quillay tomada de aquí:









martes, 2 de junio de 2020

¿Cuánto afecta a la salud psicológica el confinamiento?

No sé qué tan drásticas sean nuestras cuarentenas si una gran cantidad de personas siguen contagiándose cada día.
Miro mi calle, autos circulando con normalidad, jóvenes caminando por las veredas, filas enormes en los bancos, no sé si están confinados solo los niños y los ancianos. 
Especialmente los jóvenes soportan poco –poquísimo- la falta de movilidad. Más aún si no tienen acceso al tele-trabajo y viven “al día”. 
Los recluidos en su hogar se resisten al deseo de salir (al ver cómo circulan las personas) y por otro lado el temor los paraliza en la puerta. 

Construimos un mundo compartido en la externalidad. Escuelas, parques, estadios, trabajos, iglesias, malls; gran parte del tiempo lo vivimos lejos de casa, tanto que algunas zonas se les designa como “comunas dormitorio”. Y de pronto la ley nos obliga a quedarnos en un lugar de forma permanente, aunque sí, por un determinado tiempo. Unos, dos, tres, cuatro días se transforman en unas pequeñas vacaciones, pero ¿semanas? ¿meses? 
Una amiga me cuenta, “he pintado todas las paredes, todo el orden, mi departamento brilla, he maratoneado Netflix, estoy tejiendo, aprendí a amasar, ya no me quedan ideas."  El aislamiento es una prueba para el carácter, un fortalecimiento a la paciencia (a veces no hay mucha), un análisis profundo a la calidad de nuestras relaciones, un curso de aprendizaje en convivencia. 
La cuarentena podría transformarse en una prisión abominable o un retiro espiritual.

Algunos tips para conservar nuestra salud mental:
1.- Personalmente creo que la Palabra de Dios calma todas las inquietudes si logramos una mínima concentración. He descubierto que oírla es tan bueno como leerla.
2.- Orar y escuchar música, actos sencillos y poderosos.
3.- Conversar, ahora que las compañías han liberado las RRSS, podríamos hablar gratis hasta con los chinos. Animar a los que están solitos es una gran labor.
4.- Hacer algo con las manos. Tender la cama, barrer, ordenar, planificar, podar el jardín, cultivar algo en macetero,  mil verbos por conjugar. 
5.- Mirar una serie, particularmente estoy en  Heartland; no somos misántropos ajenos al mundo que nos rodea.. 
6.- Hacer ejercicio. Definitivamente y en todo tiempo, la vida es movimiento.
7.- Jugar. Solitario, ludo, con el perro, acertijos, sudoku,al emboqueetc.

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Mientras llego, 
ocúpate en la lectura, 
la exhortación
 y la enseñanza. 
No descuides el don que hay en ti, (...)
Ocúpate en estas cosas, 
y permanece en ellas, 
para que tu aprovechamiento sea evidente a todos.
Ten cuidado de ti mismo...

1 Timoteo 4: 13-16

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Fotografía tomada-editada  de la web



viernes, 29 de mayo de 2020

¿Qué pasará post covid-19?

 ¡Qué preguntas hacen algunos seres humanos!
¿Quién puede saber el futuro?
Ah, si, me puedes decir que conoces a alguien que predijo esto o aquello.
Sin duda, cualquier hijo de vecino con una mente perspicaz y buena memoria podría vaticinar algún evento. Algunos gurú de los medios, de cincuenta predicciones le apuntan a una y luego se proclaman adivinos, vaya. 

Cada mes de diciembre compro una agenda. 
Bonita, ordenada, olor a papel nuevo. 
Además coloco un calendario de pared en la oficina. 
Y planifico el año que viene. 
Abierta a modificaciones,  a estas alturas de mi vida he entendido que todo plan será ajustado a la voluntad de Dios y “en la medida de lo posible”. 
Observo los meses, los feriados, el clima, las fiestas, los tipos de comidas, todo eso que conocemos. No espero un terremoto, un tsunami o una pandemia; siempre está temblando en Chile, sin embargo hay situaciones donde la preparación previa ayuda y otras sólo apretar los dientes y enfrentarla con la gracia del cielo. 
No necesitamos un don especial para saber que el covid-19 se nos vendría con toda su virulencia. Y hoy entendemos que la privación tocará nuestra puerta, llámese finanzas, salud o relaciones. 

¿Qué hacer para que el impacto no sea más doloroso de lo necesario? 
Mi primer pensamiento es buscar en la Palabra el consejo práctico: Ustedes busquen, más bien, el reino de Dios, y Dios se encargará de darles además todas esas cosas. (Lucas 12:31) 
Aprender a vivir con gratitud, sea mucho o sea poco. Como tan asertivamente lo dice el apóstol Pablo en su carta a los filipenses:  

La sobriedad es una buena opción, saquemos el gourmet que llevamos dentro; un arroz blanco no tiene que ser soso. Hasta una marraqueta añeja sabe a gloria si tienes hambre.
Aprenderemos a vivir con la tecnología en progreso.
Con ciertas limitaciones físicas, mascarilla-sanitización- respeto a las distancias.
Compartir lo que haya.
Habremos aprendido que la oración es más poderosa cuando es comunitaria.
Y tal vez -solo tal vez- no nos creeremos inmortales para desafiar un pequeño y peligroso virus.




La fotografía; un artista usa una mascarilla con materiales reciclados,  Filipinas, mayo 2020.




martes, 26 de mayo de 2020

¿Es útil el uso de mascarilla?


Primero sí.
Luego no. 
Pareciera un asunto insustancial, prosaico, superficial, esto de usar una mascarilla (o tapa-boca). 
Un asunto menor. 
Pero de nuevo sí, la ley lo impone a toda la nación. Ponerse de acuerdo es una tarea bien ardua. Cuando tenemos inserta la raíz de “mis derechos” y la libertad personal, cuesta poner la solidaridad y el bien común  sobre   lo personal. No somos islas; tenemos lugares comunes, prácticas similares, horarios, medios, sentimientos, un patrimonio…etc.  Es fácil -si lo meditamos un poco-  abandonar la crítica y simplemente adoptarla de buena gana. 

¿Es necesario el uso de tapa boca, barbijo, mascarilla? 
Los estudiosos todavía investigan, “que da una falsa seguridad”, “que debe ser de cierto material” “que impide respirar bien”, en fin, terminada la pandemia,  adiós  mascarillas, nada fundamental.
Tal vez haya una duda razonable en el uso o no uso. Donde haya dudas, la ordenanza legal es una buena normativa de conducta social. Respetar la ordenanza a pesar de nuestra duda.
Los cristianos tenemos una ley adicional “Por lo tanto, es necesario que nos sujetemos a la autoridad, no sólo por causa del castigo, sino también por motivos de conciencia”. (Romanos 13:5) 

Mi amiga T. encuentra “horribles” y “anti estéticas” las mascarillas. Pero los seres humanos podemos sacar lo mejor de cualquier artefacto, es cuestión de tomar un trozo de tela y pintar, estampar o escribir y ya tenemos una obra de arte, como lo hacen los diseñadores. 
Pueden ser prácticas, graciosas y fashion ¿por qué no? Particularmente uso una blanca que me regaló una amiga pero me gusta mirar esas con el equipo de fútbol favorito, las románticas con flores o negras con algún diseño moderno. 
Puede ser algo banal…a veces entre la tristeza un poco de banalidad aligera el ambiente. 


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Los que estamos plenamente 
convencidos de lo que hacemos, 
en vez de hacer sólo lo que queremos, 
debemos ayudar a quienes son débiles. 
Cada uno debe agradar a su prójimo, 
y hacer cuanto contribuya al bien 
y a la edificación de su fe.

Romanos 15:1-2

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viernes, 22 de mayo de 2020

Distanciamiento social

Nuevas palabras, distintas formas de socializar, menos cercanía hará que aquellas personas “de piel” soporten con dificultad el distanciamiento social o el distanciamiento físico.
Los flemáticos tal vez   estén contentos sin tanto beso. 
Tanto distanciamiento físico como distanciamiento social son expresiones válidas y a menudo pueden estar relacionadas. Puede ocurrir, por ejemplo, que la falta de contacto, el espacio mínimo que ha de guardarse o la recomendación de permanecer confinados o teletrabajar (distanciamiento físico) provoquen aislamiento social. “ (*) 

Es posible que las cinco reverencias de los japoneses (**) nos enseñen a comprender que el contacto físico no es indispensable a la hora de las demostraciones de afecto. En esa comprensión de nuevas formas de saludo podríamos sobrellevar con entereza la ausencia de  manos afectuosas o cálidos abrazos.
Será un poco difícil adoptar  lo que los estudiosos nos sugieren, privarse por un tiempo del contacto físico en nuestras reuniones de amistad o estar a dos metros de distancia en una conversación.

Un consuelo, el distanciamiento social no impedirá que al interior de los hogares haya demostraciones  de cariño, sin duda.

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Cuando entren en la casa de alguien, 
primero digan:
 “La paz de Dios sea sobre esta casa”.

Lucas  10:5
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La fotografía tomada de la web.




martes, 19 de mayo de 2020

¿Por qué no funcionaron las cuarentenas dinámicas en Santiago?

 Lo desconocido nos lleva por caminos experimentales que a veces resultan exitosos y otras un desastre. 
Unos alegan que no hemos tomado buenas medidas, otros que debemos cautelar las necesidades básicas, otros que todo está mal planteado, en fin, la crisis covid-19  saca lo mejor y lo peor de cada uno mientras avanzan  los días y hay más contagiados y fallecidos.
La ciudad se mueve con el  ímpetu vehicular.  Aún con toque de queda circulan por mi calle. Difícil se veía que algunas comunas estuvieran con restricciones y otras con circulación libre. 
Hoy todo Santiago confinado.
El lenguaje se va configurando, cambiando, ampliando sus imágenes; nos permite entendernos a pesar de aquellos un poco reticentes (o derechamente porfiados) a obedecer las órdenes. 
Obedecer nos cuesta bastante, considerando que nos creemos  médicos-dirigentes-científicos-entrenadores- abogados- entendidos en covid-19- y un montón de otras " expertise. "

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“Dios es nuestro amparo y fortaleza, 
nuestro pronto auxilio en las tribulaciones. 
Estén quietos 
y reconozcan que yo soy Dios. 
Exaltado he de ser entre las naciones; 
exaltado seré en la tierra”


Salmos 46:1 y 10
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viernes, 15 de mayo de 2020

Cuarentenas dinámicas, distanciamiento social, poscoronavirus, (parte 1)

¿Por qué no funcionaron las cuarentenas dinámicas en Santiago?
¿Cómo mantengo el distanciamiento social?
¿Es útil el uso de mascarilla en la calle?
¿Qué pasará con la economía poscoronavirus?
¿Cuánto afecta a la salud psicológica el confinamiento?
¿Cuál es el mejor producto para sanitizar?
¿Se mantendrá el teletrabajo en el futuro?
Estas y más preguntas bombardean nuestro hablar cotidiano.
Nuevas palabras, algunas antiguas con ropaje remozado. En la realidad que vivimos necesitamos un lenguaje que nos afirme, a la vez nos ayude a sobrellevar la incertidumbre. El lenguaje es tan dinámico como la vida y ese es su valor y belleza.
Dice el Señor en el evangelio “Las palabras que yo les he hablado son espíritu y son vida, …”
Iniciamos esta serie para comprendernos y vivir más serenos.



martes, 12 de mayo de 2020

Olvidar el pasado.

A la rosa que ya se deshojó 
No se le puede sacar otro pétalo.

Una cosa tienen en común, no pueden hablar de su pasado. 
Hombres y mujeres que en promedio han sido arrestados más de 20 veces, vidas destruidas por la droga, el alcohol, la vida insana, adictos, seres de la calle, algunos han regresado de años en prisión. Ingresan por la entrada principal de The Other Side Academy, una mansión victoriana del siglo XIX. "Nuestro objetivo es ayudar a las personas profundamente destrozadas a convertirse en una persona que nunca antes habían conocido", explica un directivo. 
Y la primera regla que deben seguir para reinventar sus vidas es: no hablen de su pasado
Lo que has hecho es quién eres. 
Quien eres es quien serás. 
Por lo tanto, lo que has hecho es quién serás. 

El mensaje más liberador que presenta The Other Side Academy es que es tu presente y no tu pasado, lo que define tu potencial. 
Si bien lo que has hecho es quién crees que eres, lo que haces ahora muestra en quién te puedes convertir. 

Leyendo un poco acerca de esta comunidad terapéutica recordé las palabras del profeta Isaías: "Así ha dicho el SEÑOR —el que abre camino en el mar, y senda en las aguas impetuosas; … “No se acuerden de las cosas pasadas ni consideren las cosas antiguas. He aquí que yo hago una cosa nueva; pronto surgirá. ¿No la conocerán?"(cap. 43)

Y el apóstol Pablo lo pone más gráfico escribiendo a los Romanos (6:3-4): ¿No saben ustedes que cuando nos unimos a Cristo en el bautismo fue como si hubiéramos muerto con él? En realidad, nuestra vieja naturaleza quedó sepultada con Jesús en el bautismo. Y así como Dios el Padre, con su poder glorioso, lo volvió a la vida, también así a nosotros nos levantó para que viviéramos una nueva vida.

En estos días se habla de "nueva normalidad"; podría decirse antes del covid y después del covid. Lo interesante es que las quejas o las recriminaciones  no podrán darnos una nueva vida. 
Tal vez sería una gran terapia hacer lo que hacen en The Other Side y lo que recomienda el profeta.
Tal vez es hora de vivir una nueva vida personal e intransferible.
Eso



Leer más sobre la Academia:
https://www.theothersideacademy.com/



viernes, 8 de mayo de 2020

¿Cómo aprendemos a morir?

Alguna vez conté de mi abuela Juanita y su muerte.
He estado en distintos momentos finales de personas queridas y no todas tienen la misma disposición para lo inevitable.
Cuando visitamos una madre nos dijo: -Si hay alguien con fe, por favor ore por mí; no deseo dejar solos a mis hijos pequeños.
Una anciana se rindió con un largo suspiro. Un hombre se confesó y tuvo palabras de arrepentimiento.
Si leemos algunas biografías podremos observar casos tan distintos. Personas que mueren despotricando contra todo y otros agradeciendo a Dios,  rodeados de su familia. 
¿Qué hace la diferencia? 
Mi sencilla opinión es que necesitamos saber de antemano nuestra mortalidad y aceptarla. 
El sabio escribió: “Porque los vivos saben que han de morir, pero los muertos no saben nada ni esperan nada, pues su memoria cae en el olvido.” (Eclesiastés 9:5 NVI) Comprender la realidad nos ayudará a apreciar cada  amanecer  en toda su dimensión. 
Por estos días los medios nos dan  enormes cifras de personas que han fallecido por el covid-19, sin contar accidentes u otras patologías. Es como una competición tácita de cada país, una vergonzante mercadería noticiosa, quién presenta las más cuantiosas estadísticas. 
Cada número es una vida, una familia, madres que dejan hijos huérfanos, abuelos que son privados de ver sus nietos crecer, padres, tíos, hijos que rompen el corazón de sus progenitores; no son solo cifras, por favor. 
Vivir es nuestro motivo principal. 
Pensamos que morir es para otros,  así como lo presentan las noticias, solo una cifra que va en aumento.  Hasta que una llamada nos despierta, mi amigo A. ha dado positivo en covid-19. Nos estremecemos como si el Heridor de Egipto tocara la puerta. 
No se nos enseña a bien morir. 







martes, 5 de mayo de 2020

Estados liminales.

Me siento al borde de la cama y espero.
No sé qué espero.
Vivo en este estado de expectación desde el día que el gobierno declaró “pandemia” en el país.
Fue un día del verano, veníamos de regreso de las olas y entramos a otras sin aviso previo.
Ahí fue donde nos confinaron.
Nos escondieron.
Mejor dicho, nos escondimos voluntariamente.
Y aquí estamos, esperando que alguien abra la puerta.
Que alguien nos avise “Salid, el peligro ha pasado”.

Vivimos en este estado liminal, un espacio común a todo el mundo entre lo que fuimos y lo que seremos. La liminalidad me mantiene en un período extraño, alerta, “shadowboxing” –dicen en inglés-, esperando cualquier cosa, una luz resplandeciente o la lluvia torrencial que inunde las veredas;  la llamada equivocada de una desconocida o una voz estrepitosa del cielo; una carta de amor escrita a mano o la boleta trivial de aguas andinas; la respuesta a una oración o el coronavirus en la planta de los zapatos, todo puede suceder.
Me siento al borde de la cama en el silencio excepcional de un fin de semana largo, tengo esta anómala sensación de espacio vacío, sola en un gran espacio vacío.
Espero que alguien venga a rescatarme; espero expectante.


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Dios lo hizo todo hermoso 
para el momento apropiado. 
Él sembró la eternidad 
en el corazón humano, 
pero aun así el ser humano 
no puede comprender
 todo  el alcance 
de lo que Dios ha hecho 
desde el principio hasta el fin.

Eclesiastés 3:11 (NTV)

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viernes, 1 de mayo de 2020

Poké, recetas para hacer en casa.

Cocinar en casa es un placer si tienes los ingredientes necesarios.
Iniciar una receta y de pronto darte cuenta que no tenías "ese" elemento que le da un toque perfecto a una receta puede ser frustrante.
Mejor es mirar lo que tenemos y luego inventar una comida rica.

Encontré diversos pokés  -tan populares en este tiempo-; y con razón, puedes hacer una amplia variedad de combinaciones nutritivas y deliciosas con lo que una tenga en  casa.

La base en general es arroz blanco y ¿dónde no hay un poco de ese vital alimento?
Además cuencos o platos hondos donde servir.
Palitos  chinos si los hay.
Una bonita mesa decorada con cariño y un buen apetito dispuesto a disfrutar.
Que la imaginación vuele:

Trocitos de pescado-Palta-Cilantro-maíz-
Pollo-cebolla caramelizada-lechuga-
Choritos de lata-tomate-lechuga-
Champiñones-tomate-pepino
Porotos cocidos-lechuga-zanahoria en hilo-quesillo

Las combinaciones pueden ser muchas sin que sea un revoltijo incomible.

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Dios creó todos los alimentos para que nosotros los comamos 
y le demos las gracias por ellos. 
Porque todo lo que Dios ha creado es bueno, y podemos comer de todo sin rechazar nada, 
si le damos las gracias. 1 Timoteo 4:3-4

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Para inspirarse:
.https://www.pequerecetas.com/receta/poke/

https://www.directoalpaladar.com/turismo-gastronomico/que-es-el-poke 

https://www.youtube.com/watch?v=CnSgFiGdacY

La fotografía de aquí:
https://www.harpersbazaar.com/es/cultura/viajes-planes/a359081/poke 

Un buen video para aprender esta rica receta con la  chef Nadiya Hussain





martes, 28 de abril de 2020

Receta para congelar cítricos.

El naranjo del jardín está madurando sus primeros frutos.
Nos dicen los expertos que en invierno es bueno para la salud tomar o comer cítricos, naranja, pomelo, limón, lima, mandarina etc.
Y me he dado a la tarea de pensar cómo conservar algunos jugos y salir menos de casa (como se nos sugiere y -en algunos casos- obliga).

Mi amiga Is. ha encontrado un método bien sencillo, hacer cubitos de jugo.
Exprime los líquidos, los coloca en una cubetera limpia, de esas para hacer hielos, congela y luego de un par de días los coloca en bolsas herméticas.
Cuando necesita saca un par de cubos y los coloca en un vaso con agua.



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Entonces dijo Dios: 
«Produzca la tierra vegetación 
hierbas que den semilla, 
y árboles frutales que den su fruto 
con su semilla sobre la tierra según su especie». 
Y así fue. 
 Y produjo la tierra vegetación
 hierbas que dan semilla según su especie, 
y árboles que dan su fruto con semilla, 
según su especie. 
Y Dios vio que era bueno.

Génesis 1:11-12 (NBV)

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Ver un vídeo acá:

viernes, 24 de abril de 2020

¿Qué decimos nosotros de lo que somos? (V)

Tengo en mis recuerdos esta imagen: la tierra bailando con frenesí debajo de nuestros pies en el más grande de los terremotos;  las personas arrodilladas o de bruces golpeando su pecho y pidiendo misericordia a Dios.
Era niña, todavía no sabía del miedo y observé con curiosidad el momento.
Muchas iglesias se llenaron de fieles en las fechas posteriores, algunos permanecieron toda su vida, otros regresaron a sus antiguos hábitos. El miedo no es el mejor agente de transformación espiritual.

Por estos días los sociólogos, los analistas y escritores de columnas en periódicos de toda tendencia barajan sus posiciones, como prestidigitadores lanzando cartas. Llegado el fin de año ratificarán que sus deducciones era correctas (o no) y sacarán algún dividendo de ellas.
Unos dicen que Dios no interviene en los sucesos del mundo; otros que está todo escrito, algunos aseguran que habrá un gran avivamiento y los tecnócratas promueven el fin de una era de fe para entrar a una época donde las tecnologías tomarán el control. Abogan por un nuevo orden mundial, por fin seremos lo que nunca fuimos; así suma y sigue.
El ser humano necesita elucubrar; la incertidumbre lleva a teorizar y a crear futuros hipotéticos que tal vez nunca sucedan pero proveen cierto aire de sapiencia.
¿Pensaste alguna vez en los últimos años que estarías encerrado durante tres meses en cuarentena?
Yo no.
Ni en sueños.
La Peste del siglo XIV desembocó en el misticismo, un movimiento al interior de los hogares que produjo cambios sociales irreversibles. También en nuestra época sucederán cambios. Otros hábitos cotidianos, distinta manera de socializar, higiene prolija, uso personal de más tecnología, ¿habrá cambios en el alma y el espíritu humano? ¿Habrá una receptividad a la fe en Jesucristo?
¿Volverá el hombre a Dios o se volverá a sus antiguos ídolos?
Tengo una certeza, la Iglesia será más fuerte para trabajar en nuevos desafíos, no somos mejores ni peores que nuestros antepasados, sencillamente la certeza viene de la promesa de Cristo:  "edificaré mi iglesia y las puertas del infierno  no  prevalecerán contra ella."
Mateo 16:18


martes, 21 de abril de 2020

Preguntas que nos inquietan ¿qué dice la historia de los virus? (IV)

La historia es un caleidoscopio de información imperfecta que, dependiendo quien la cuente, nos acercará o nos alejará de la verdad. 
La pretensión falaz es exhibir como verdadero aquello que escuchamos, leímos o percibimos sin un análisis exhaustivo de los hechos.  Así es que partimos de la premisa que la historia es una interpretación más o menos cercana a la realidad. Todavía somos aprendices en busca de una imagen completa,  como un bordado donde todos damos algunas puntadas sin lograr verlo en su totalidad.

Las epidemias han sido un tema constante en la historia de los seres humanos, seguramente algunas generaciones no las experimentarán y otras pueden tenerlas repetidas como ha pasado en Corea del Sur con el SARS (2003) y ahora con el covid-19 (2020), distantes por 17 años.
La Biblia relata algunas muertes masivas, en el libro de Éxodo  las 10 plagas de Egipto (12:13) que cobró la vida de los primogénitos; la mortandad en el desierto (Números 16:47) o la ocasión cuando el rey David realiza un censo (2 Samuel 24).

Lo que más se recuerda en la historia del mundo es la peste bubónica (541-542), la peste negra (1347-1353), la primera pandemia de cólera (1817-1824), la gripe española (influenza virus A subtipo H1N1) (1918-1919).
Hay un resultado de todas las epidemias, más o menos positivo en el cambio del ordenamiento mundial o medidas sanitarias para exterminarlas –en lo posible- de raíz.
Durante y después de algunas pandemias se produjo un acercamiento de las personas a Dios, a la vida monástica o a la vida interior en familia. La esperanza que tenemos hoy es que el mundo reflexione con la calma que da estar más tiempo en casa y se desarrolle una forma  espiritual de apreciar la vida.

Quizás  en el futuro se vuelva a respirar con confianza en la certeza de ambientes menos peligrosos;  es posible que desarrollemos defensas en  cuerpos más resistentes, aprenderemos a vivir de formas que aun están en perfeccionamiento y haya más creyentes alabando y dando gracias a Dios.

¿Qué nos enseña la historia con todas sus representaciones?

El apóstol Pablo lo explica ampliamente en su carta a los Corintios:
"Todos estos son marcadores de advertencia (¡peligro!).
Nuestros libros de historia fueron escritos para que no repitamos sus errores. Nuestra posición en la historia es paralela, ellos al principio, nosotros al final;  somos tan capaces de estropearlo como ellos lo hicieron. No seas tan ingenuo y seguro de ti mismo. No estás exento. Podrías caer de bruces tan fácilmente como cualquier otra persona. Olvídate de la autoconfianza; es inutil. Cultiva la confianza de Dios."  (Una paráfrasis de 1 Corintios 10:11-12)

Las interrogantes flotan en el aire ¿Qué tanto  nos acercará a la fe en Dios este dolor que estamos viviendo  o se radicalizarán las posiciones de incredulidad?
Alguien dijo que "el mismo sol que derrite la mantequilla,  endurece el cemento".



Para más datos históricos esta página:
https://es.wikipedia.org/wiki/Anexo:Cronolog%C3%ADa_de_las_pandemias





viernes, 17 de abril de 2020

¿ Y qué dice la ciencia de este virus? (III)

¿Qué nos dicen los científicos del covid-19?
Respetamos la ciencia más de lo que ellos respetan la fe.
Si ellos –con tanto master- están desconcertados ¿qué queda para nosotros simples legos? Una cosa está más que clara y la comprendemos, los virus son peligrosos y algunos –más que otros- mortales.
Hay una gran cantidad de información y el sabio aquel nos señala que “porque entre más sabiduría, más frustración; y a medida que uno más entiende, más dolor se experimenta.”.
Eclesiastés 1:18 

Mi amiga P. asegura que se desespera sin saber lo que sucede. Está al día con las noticias y, aunque lucha contra la curiosidad, no tiene una cuota extra de  paz. Algunos podrán manejar más información, otros les interesará saber lo básico; el saber cambia como el movimiento de las nubes,  ondulante y diverso.

Tampoco queremos ser “cabeza de pajarito” e ir por la vida ignorantes de todo, claro está.
 Así es que nos referiremos a las principales publicaciones científicas que nos darán investigación acotada de tal manera que podamos estar más tranquilos.
'Science', 'Nature' y 'The Lancet' comparten una gran cantidad de investigaciones sobre los virus.

En el caos que crean los medios y el desconcierto de las personas comunes, una mediana comprensión nos ayudará a ser más responsables y a tomar en serio las medidas que se nos dice que adoptemos.
Alguien nos animaba a exagerar las medidas personales ya que no solo nos ayuda a nosotros sino que no ponemos  en riesgo a nuestros semejantes.
Podemos afirmar nuestra confianza en Dios y dar una demostración de afecto a los otros dándoles la seguridad de nuestro auto-cuidado; eso hará una diferencia en cada barrio y en cada familia y –sin duda- hará una diferencia en la nación.

Revista Science

Revista Nature

Página The Lancet

Una buena página de la Universidad de Chile:

Otros artículos interesantes:




Fotografía:
Laboratorio Novavax en Rockville, Maryland investiga vacuna covid-19, marzo 2020.




martes, 14 de abril de 2020

COVID-19, preguntas que nos inquietan (parte dos).

Hace un par de días tratamos de responder la pregunta
¿Qué nos quiere decir Dios en este frenazo a la vida moderna?
Hoy trataremos de reflexionar sobre:
¿Qué nos dice la naturaleza?

Las más locas, divertidas y terroríficas  teorías se desenvuelven libremente por las redes (fake news incluidas).
Solo repetiré lo que afirma una amiga: "Este virus fue creado para matar ancianas porque hay demasiadas",  por cierto, presumo que lo dice  tratando de hacer un chiste (aclaro que ella no es  adulta mayor).

La naturaleza está llena de virus, venenos, ácaros, microorganismos y entes invisibles con los que hemos convivido en un conflicto permanente.
No es casualidad que el mundo vegetal posea principios activos que sanan o previenen enfermedades y están ahí para beneficiarnos en todo tiempo; bueno, sí, también pueden matar como el chamico que fumaba mi abuela.

Sin embargo, la naturaleza nos habla fuerte y claro de Dios Creador.
Sí, definitivamente llegamos a ese intríngulis que el ser humano no puede resolver, hay una mente inteligente, un Hacedor.
Creer o no creer, he ahí la cuestión.
El apóstol Pablo lo explica claramente en su carta a los Romanos:
"Porque contra su voluntad, el universo mismo ha tenido que soportar la futilidad vacía resultante de las consecuencias del pecado humano. Pero ahora, con expectativa ansiosa, toda la creación anhela liberarse de su esclavitud para experimentar con nosotros la maravillosa libertad que llega a los hijos de Dios. Hasta el día de hoy somos conscientes de la agonía universal y el gemido de la creación, como si se tratara de las contracciones del trabajo de parto." Romanos 8:18-22 (paráfrasis)

Antes que eso suceda podemos conocer y experimentar la Gracia de Dios a través de la observación de todas las maravillas creadas, incluyendo nuestro propio cuerpo.
No vamos a teorizar del diseño inteligente, el Big Bang o la evolución de las especies; volvemos a las palabras del apóstol:
"Lo que se puede conocer de Dios, ellos lo conocen, pues Dios mismo se los ha revelado.  
Desde que el mundo fue creado, la humanidad ha contemplado toda la creación que le muestra el eterno poder de Dios y el hecho de que él es verdaderamente Dios. 
Así, lo invisible de Dios se deja ver por medio de la creación visible, por lo que nadie podrá excusarse diciendo que no sabía si Dios existía o no." (Romanos 1:19-20NBV)
Eso.





Fotografía: Una mujer cultiva flores de tulipanes en Arese, Italia. Abril 2020, AP.



viernes, 10 de abril de 2020

COVID-19, preguntas que nos inquietan (parte uno)

Voces se levantan para enjuiciar la tierra a modo de dioses airados.
Los que son creyentes (y algunos no tanto) buscan propósitos en la epidemia que tiene a todo mundo de cabeza; más aún, con incertezas que mortifican llevan sus opiniones a extremos de temor; siempre habrá profetas para el desastre, con razón o sin ella.
¿Qué nos quiere decir Dios en este frenazo a la vida moderna?
¿Qué nos dice la naturaleza?
¿Qué nos dicen los científicos?
¿Qué nos dice la historia?
¿Qué decimos nosotros de lo que somos?

Podemos responder a la primera pregunta:
Hay un mensaje global y uno personal, sin duda.
El Señor ha hablado en el pasado y lo hace hoy, a los ojos, al oído, al corazón, a la mente. 
No es un mensaje que a Dios se le haya ocurrido hoy aprovechando fortuitamente esta calamidad; el mundo ha sufrido en el correr del tiempo toda clase de catástrofes y el Señor “nos ha hablado por su Hijo, mediante el cual creó los mundos y al cual ha hecho heredero de todas las cosas.” (Hebreos 1:2)

Si respondemos la primera pregunta podemos deducir que Dios nos quiere decir lo mismo que nos ha dicho siempre:  “Vuélvanse a mí, y yo me volveré a ustedes. Yo, el Señor, lo afirmo.” (Zacarías 1:3)

Todos los días y en toda circunstancia el mensaje ha sido lanzado por toda la tierra, responder es nuestra decisión. “Es lo que se nos dice: Cuando hoy escuchen la voz del Señor, no cierren herméticamente el corazón” (Hebreos 3:15)




(Fotografía: Un hombre alimentando paloma en Hyredabad, India. Abril 7, 2020.  AP., 


martes, 7 de abril de 2020

Digresiones del covid-19 (uno)


Un viaje sobre las olas.
A veces en calma
a veces la tormenta nos sacude.
Siempre  Dios presente.
***

Todo se transforma en sospechoso
Hasta el polvo de la vereda se ha convertido en enemigo.
***

Siempre lo supimos, el secreto estaba en ralentizar la vida y ahora debemos hacerlo obligados.
***

Adquirimos nuevos hábitos de limpieza, algunos hasta la paranoia en el lavado de manos. “Me estoy quedando sin piel”, comenta una amiga por RRSS.
***

Uso de mascarilla.
Sí, pero no.
***

Espacios comunes desiertos,
plazas, templos, estadios, centros comerciales, calles.
***

Cumplir años en cuarentena y estar sana es una experiencia única (tal vez nunca se repita).
***

Un amigo siempre decía “si no lo veo, no lo creo” respecto a reconocer la realidad de un Dios Creador.
¿Y que hay con un nano virus?
***

Aprendemos a estar solos con nuestros pensamientos.
Tal vez se cansaron de esperarnos y se fueron a otra cabeza.
Estamos solos.
***

Pecado asociado a covid-19
Gula.
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Adquirimos una “expertise” en nuevas tecnologías.
 ***

La Iglesia transforma la historia humana.
Sin Dios presente la historia es puro cuento.
***

"Tan solo he hallado lo siguiente: 
que Dios hizo perfecto al género humano, 
pero este se ha buscado demasiadas complicaciones"
(Rey Salomón)
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Solo cálmate y respeta la cuarentena.
***


Fotografía: Una calle de Santiago, Chile, vacía por la cuarentena


viernes, 3 de abril de 2020

Transforma tu cuarentena: lee poesía.

Recibo mensajes de toda índole; memes divertidos, viñetas, bromas, saludos.
Unos motivando a la oración 24/7, otros con las mejores recetas de cocina, un curso online de una prestigiosa universidad, en fin, la cuarentena me ha hecho objeto de toda clase de intereses.

Nuestra agenda espiritual no está sujeta a los vaivenes de un virus -creo-, o a la caída o subida de las bolsas; nuestra agenda es sostenida por la fe, la amistad, el cariño; cambian ciertas condiciones de la cotidianidad, prescripciones sanitarias o cuidados de limpieza más acotados.
Algunos llaman a la urgente oración.
Orar sí como una parte del todo. Leer, cantar, estudiar, conversar, escribir está todavía vigente.

Y entre las lecturas siempre hay un espacio para la poesía ¿por qué no podemos descubrir el poder de las palabras aun en las álgidas circunstancias presentes?
¿Está reñida la alegría de leer con el encierro?
El rey David escribió poemas en medio de la guerra, en días de valles oscuros, en persecuciones dolorosas aun de sus propios hijos.
Un rudo guerrero escritor de poesía,  vaya, qué singular.

Sí, ya sé que no está de moda; dicen "una imagen habla más que mil palabras"; que Netflix, Youtube, Facebook son un dura competencia. Leer siempre será una alternativa distinta, tan enriquecedora como el buen cine, la música  u otro arte, esté o no de moda.
Te regalo un par de versos y algunas buenas direcciones.
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La hora más notable
No es el atardecer con su horizonte de fuego
Y su sagrada nostalgia;
Ni el mediodía
Con su calor benéfico sobre tu cabeza.
La hora más notable
Es el amanecer
Cuando abres los ojos, estiras el cuerpo
Y das gracias porque estás vivo.
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Lo único realmente propio
Es el último segundo.
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La muerte
una verdadera demócrata.
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De pie en el borde del pozo
Miro
Y me pregunto
Si el vértigo  vencerá
la fuerza de gravedad.
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Menos noticias
más poesía.
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Buenas páginas para leer un poco cada día.

https://www.zendalibros.com/libros/poesia/
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http://www.memoriachilena.gob.cl/602/w3-article-9421.html
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https://blogs.20minutos.es/poesia/
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http://www.los-poetas.com/
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http://amediavoz.com/
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http://kingdompoets.blogspot.com/
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Y un regalo extra, el emblemático poema Salmo 23 en traducción moderna:

El Señor es mi pastor; 
 tengo todo lo que necesito. 
2 En verdes prados me deja descansar; 
 me conduce junto a arroyos tranquilos. 
3 Él renueva mis fuerzas. 
Me guía por sendas correctas, 
 y así da honra a su nombre. 
4 Aun cuando yo pase por el valle más oscuro,
 no temeré, porque tú estás a mi lado. 
Tu vara y tu cayado me protegen y me confortan. 
5 Me preparas un banquete en presencia de mis enemigos. 
Me honras ungiendo mi cabeza con aceite. 
 Mi copa se desborda de bendiciones.
 6 Ciertamente tu bondad 
y tu amor inagotable 
me seguirán todos los días de mi vida, 
y en la casa del Señor viviré por siempre.


*Que tengas paz en el alma.







lunes, 30 de marzo de 2020

COVID-19, la defensa de la vida o de la libertad.

Los muchachos que trabajan en la construcción se sientan todas las tardes delante de mi reja a esperar el bus.
Conversan, fuman, beben cerveza, chatean y ríen ajenos a cualquier pandemia.
No hay ninguna distancia entre ellos, sin tapa bocas o guantes.
En tiempos del covid-19 eso es casi una provocación o un juego a la ruleta rusa.
Los observo y me estremezco pensando cuántos de ellos volverán (o no) a sentarse en este mismo lugar.
Recuerdo aquel poema de Dylan: “ Veo a los muchachos del verano en su ruina, / convertir en eriales los dorados rastrojos,..."

Surgen voces en el mundo que están en desacuerdo con la cuarentena, que vulnera nuestra libertad y pone en riesgo todo el sistema que conocemos,  con quiebras económicas y desastres familiares por la cesantía generalizada. Tal vez los trabajadores le temen más a eso que a la contaminación.

Por otra parte  está el impedimento para la iglesia de congregarse y adorar juntos.
Le llaman el “dominio de la muerte” o el “dominio del miedo”  y recuerdan la reacción de la iglesia en crisis sanitarias anteriores, la peste negra en el siglo XIV, o la gripe española que dejaron una secuela importante de fallecidos (tengo entendido que también los cristianos hicieron cuarentena en esas épocas).

El punto es que las iglesias han cerrado sus puertas (en nuestro caso jamás había sucedido y ha sido muy triste), algo cuestionable para algunos y meritorio para otros.
¿Hasta dónde puede llegar el servicio espiritual sin traspasar límites?
Tal vez sería sano recordar que en su inicio la primitiva iglesia no tenía templos y se reunían en casas, a la orilla del mar o de un río. La persecución vino a dar más movilidad y muchos se esparcieron por todo el imperio romano y no por eso dejaron de ser iglesia.
Pasarían más de cien años en ese movimiento, dependiendo de cuán tolerante fuera el gobernante de turno. Lo más impresionante es que la iglesia se multiplicó exponencialmente por toda la tierra y sentó una base para perdurar hasta hoy.
Su libertad fue violada y aun así, crecieron.
Su libertad fue cruelmente restringida y nunca aminoró su fe.
¿Deberíamos hoy colocar nuestra libertad económica o personal por sobre la vida propia o la vida de nuestros semejantes?
¿Deberían nuestros vecinos sentirse amenazados porque una iglesia no acata los métodos gubernamentales en consecuencia que la Palabra nos llama a respetarlos? 1 Pedro 2:13

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Por nuestra parte, 
a nadie damos motivo alguno de tropiezo, 
para que no se desacredite nuestro servicio. 
 Más bien, 
en todo y con mucha paciencia 
nos acreditamos como servidores de Dios 

(2 Corintios 6:3-4)
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Fotografía de:  Christian Vierig / Getty Images
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