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viernes, 29 de septiembre de 2023

La maravillosa historia de Henry Sugar.


En mi tiempo de hibernación  he disfrutado -gracias a Dios- como nunca antes el invierno.
Debo reconocer que debido a las constantes lluvias se fue el intenso frío de la Cordillera y su nieve que cala los huesos.  Sumemos una estufa, un brasero  de carbón y una frazada eléctrica han venido a completar  el repertorio perfecto contra los hielos.

Y este descubrimiento, una película:
La maravillosa historia de Henry Sugar, en Netflix. 
Y este gran escritor:

Habitualmente me inclino por los libros, pero esta vez puedo decir con certeza que esta breve historia  y su puesta en escena es -lejos- lo más bello que he visto en una plataforma y me ha proporcionado una gran alegría. 
*

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Canten y alaben al Señor 
con el corazón, 
dando siempre gracias a Dios el Padre 
por todo, 
en el nombre de nuestro Señor Jesucristo.

Efesios 5:19 NVI

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martes, 6 de junio de 2017

¿Cuál es tu palabra favorita?

Me preguntó una amiga “¿cuál es tu palabra favorita?”
Por un momento quedé en suspenso, son tantas y tan variadas ¿cómo podría elegir solo una?
Todas las palabras tienen una historia que contar, más allá de su belleza, el sonido, la forma, el significado o la asociación mental que tenemos de ella.
Pienso que tal vez la más bella sea Gracia.
Fonéticamente es breve, tiene la letra r incorporada (me gustan las palabras con erre), sin embargo lo que me atrapa es lo que significa, aunque –debo confesar- todavía no la comprendo completamente.
Tengo de las palabras esa aproximación intangible, un ligero esplendor.
A veces se dejan ver, otras se esconden como el cielo entre nubes.
Hay días que todo es tan claro y luego pierdo la luminosidad como si mis ojos estuvieran debilitándose.

Me siento debajo de la parra que hoy apenas tiene unas hojas secas y sé que debajo de esa marchitez está la savia trabajando a mil. Tantas veces la he dicho “gracia”, tantas veces la he escrito en el PC, en mis cuadernos, con letra imprenta o cursiva, la he paladeado, la he dibujado, he aprendido definiciones de memoria como lo que dice el apóstol Pablo:
"Pero Dios es tan rico en misericordia y nos amó tanto  que, a pesar de que estábamos muertos por causa de nuestros pecados, nos dio vida cuando levantó a Cristo de los muertos. (¡Es solo por la gracia de Dios que ustedes han sido salvados!)" Efesios 2:4-5

¿Tienes una palabra favorita?




jueves, 12 de noviembre de 2015

Clichés evangélicos.

En nuestra clase de domingo la profe nos ha ilustrado con el video de Cantinflas  "Si yo fuera diputado".
Intentaba explicarnos la retorica del lenguaje que como evangélicos usamos sin siquiera darnos cuenta. No vamos a negar que los clichés se nos dan en forma natural, tanto que a veces ni entre nosotros nos entendemos.

Algunas de estas frases se oyen con más o menos frecuencia:

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Amar al pecador, odiar su pecado. 
Pa’ la honra y gloria (de Dios, se entiende). 
El pan ni el agua les faltará a sus hijos, citado como un verso bíblico. 
Dios bendice al dador alegre. 
Una reunión de “koinonía” (algún té o cena en algún hogar).
A la iglesia que fueres haz lo que vieres.
El corazón tiene un agujero en forma de Dios. 
Soy la niña de sus ojos (¿…?). 
Corazón de siervo (algún pastor que exhibe un buen currículo).
Dios me dijo  (al afirmar alguna sentencia o mensaje). 
Es un poco mundano o, se fue a Egipto ( alguien que asiste a la iglesia pero mantiene costumbres non santas). 
Ese anda tras los panes y los peces. 
Porque Dios dijo ayúdate que yo te ayudaré.
Ore por mí porque ando decaída. 
Señor, apure los pasos de los hermanos que vienen en camino (una oración cuando hay poca concurrencia).

***
La potencia del lenguaje y el temor a emplearlo mal es una de las tantas razones por la que perdemos la naturalidad y caemos en lugares comunes, frases hechas o copias de predicadores conocidos. Si a ellos les resulta ¿por qué no a nosotros?



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“Nadie los engañe con palabras vanas” 
Efesios 5:6 

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jueves, 13 de agosto de 2015

Crítica.


Según mi profe de sicología la “crítica constructiva” hacia una persona es un disfraz para dar paso al chisme o para ofender en forma elegante.
Tal vez tiene razón.
El disfraz a veces resulta muy adecuado y si ponemos oído,  nos infectan con sugerencias negativas sin apenas darnos cuenta.
Un comentario hipocritón nunca viene solo, la malicia es su cónyuge perfecta.
Un buen filtro es lo que el apóstol Pablo aconsejó:
“No empleen un lenguaje grosero ni ofensivo. Que todo lo que digan sea bueno y útil, a fin de que sus palabras resulten de estímulo para quienes las oigan.” ( Efesios 4:2)


(Viñeta gracias a Quino)

 



miércoles, 29 de julio de 2015

La vida es una lucha.

Los evangélicos se dividen entre los que creen en la guerra espiritual y los que no. Con todos sus matices, por cierto. 
Hay una amplia oferta en Internet de profetas, apóstoles y maestros (casi como modernos gurú) que defenderán su línea de pensamiento a rajatabla, como decía una amiga “costare lo que costare”. 

Descalificaciones van, descalificaciones vienen, un espectáculo inadecuado para aquellos llamados a amar al prójimo como a uno mismo, convocados a mantener la unidad de la Iglesia, más aún teniendo en cuenta la creciente incredulidad de las nuevas generaciones. 

En la duda, me atrevo a leer la Biblia.
En la disquisición, me acerco más a la Palabra de Dios.
Si me ataca la retórica mental, prefiero leer al apóstol Pablo. 
Si me pongo muy mística  los Proverbios me aterrizan.

Sín duda, la vida es lucha,  con uno mismo, con las debilidades y falacias de mi propio interior, con mi ego insumiso, entonces ¿por qué desacreditar a mi hermano?




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"  Y ahora, hermanos, busquen su fuerza en el Señor, en su poder irresistible. 

Protéjanse con toda la armadura que Dios les ha dado, 
para que puedan estar firmes 
contra los engaños del diablo. 
 Así que manténganse firmes,
 revestidos de la verdad 
y protegidos por la rectitud.  
Estén siempre listos para salir a anunciar el mensaje de la paz.  
Sobre todo, 
que su fe sea el escudo 
que los libre de las flechas encendidas del maligno.  
Que la salvación sea el casco que proteja su cabeza,
 y que la palabra de Dios sea 
 la espada que les da el Espíritu Santo.


 (Apóstol Pablo a los efesios 6: 10- 17 DHH.) 


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lunes, 8 de junio de 2015

Ebrios (4)

Dicen –no me consta- que los ebrios tienen una larga vida. Si alguien no los agrede en algún bar y los manda al más allá, obviamente. Porque si hemos de concordar es que los curados son porfiados, a veces muy violentos y algunos bastante groseros pues pierden parámetros de conducta y las inhibiciones propias del comportamiento social.

Pedro era joven, tal vez unos 35 años, padre de una bebé, trabajador y buen marido.
Hasta que llegaba el viernes.
Especialmente el viernes de paga.
Ahí se olvidaba de todo, solo quedaba delante de sus ojos la mesa con los amigos, las copas y las risas.
Hasta muy entrada la noche regresaba a casa como podía.
Aquella ocasión descendió del bus, la instabilidad del cuerpo lo hizo caer con tan mala fortuna que una de las ruedas le tomó la pierna dejándosela atrofiada para siempre. Los intentos del chofer que rápido lo llevó a los primeros auxilios fueron inútiles, la operación duró algunas horas, la convalecencia unos meses y la invalidez hasta hoy.
Camina con dificultad.
Una muleta a cada lado, sin prótesis que le ayude. Su mujer me cuenta que jamás ha vuelto a beber.



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 No se embriaguen con vino porque eso les arruinará la vida.
En cambio, sean llenos del Espíritu Santo, 
eviten las canciones de taberna, 
alaben a Dios con himnos y canciones del espíritu.



Efesios 5:18-19 (Paráfrasis)


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miércoles, 28 de marzo de 2012

La Salvación.


Pero Dios es tan rico en misericordia 
y nos amó tanto  que, 
a pesar de que estábamos muertos por causa de nuestros pecados, 
nos dio vida cuando levantó a Cristo de los muertos.

(¡Es sólo por la gracia de Dios que ustedes han sido salvados!) 


Efesios 2:4- NTV

martes, 26 de julio de 2011

Enojo.


Aquella noche se acostó enojada.
De pronto, en medio de la oscuridad recordó aquello aprendido en la Escuela Dominical: "No dejen que el sol se  vaya estando aún enojados, porque la ira le da un punto fuerte de apoyo al diablo." (Efesios 4:27)
A lo lejos un perro ladraba, también enojado. Los zorzales ya habían salido a cantar en los árboles del jardín, tal vez era el amanecer de un nuevo día.  
Acababa de darle un punto de apoyo al enemigo de su vida y lo  supo con la certeza de una realidad fría y determinante. Supo también que le costaría revertir la situación, murmuró una oración y sonrió, todavía podía luchar.
Cuando aclare, se dijo, iré de inmediato a pedir disculpas.
En ese instante todo el enojo desapareció, recordó el momento de su ira y se halló ridícula y sobreactuada.
Hubiese sido más fácil pedir disculpas en el momento. Pero la ira dominaba la conversación (si es que a ese alboroto se puede llamar de esa manera). 





martes, 28 de diciembre de 2010

La sangre (2)


“No te hagas mala sangre”, me dijo, tratando de bajarle el perfil al asunto.

Algunos médicos sostienen que el rencor, el resentimiento, el reproche, la queja permanente generan cantidades de cortisol (*) en la sangre aumentando el riesgo de tener un ataque cardiovascular o peor aún, cerebral.
No te hagas mala sangre es un dicho antiguo, sabio y un buen consejo.
No sería mala idea hacer lo que el apóstol Pablo le indica a los habitantes de Éfeso, tan válido para ayer como para hoy:
 “Abandonen toda amargura, 
ira 
y enojo, 
gritos 
y calumnias, 
y toda forma de malicia. 
Más bien, sean bondadosos 
y compasivos unos con otros, 
y perdónense mutuamente, 
así como Dios los perdonó a ustedes en Cristo.”


*Cortisol:


¡ Se feliz!




lunes, 29 de noviembre de 2010

Calzados con la paz.

Mi abuela siempre decía: 
Independiente del calzado que se  ponga, mijita, cuando llegue a una casa bendígala con la paz de Jesucristo.
Pienso  que es un consejo válido para todo tiempo u ocasión.


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Calzados los pies
con  la disposición  de presentar
el evangelio de la paz.

Efesios 6:15
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sábado, 9 de octubre de 2010

Mentiras blancas.


El título de este post es una gran mentira.
Las mentiras no tienen color -¿quién inventó eso de mentiras blancas?-, son incoloras, aunque si  quisiéramos  graficarlas serían negras.
Hablábamos con Juanita acerca de las mentiras que cuentan las madres a los niños y me  dijo con cierta tristeza: “Negro fue el día que supe  la verdad respecto del hombre que predicaba, que se decía santo detrás del púlpito, que engañaba a su esposa con una bella señorita…de su propia iglesia.  Mentira negra que marcó mi vida adolescente”.

Pena.

¿Por qué mentimos con tanto descaro?
El hombre del saco, el Viejo Pascuero, el ratoncito de los dientes,  o ya de adultos “no estoy para nadie” o la típica “dile que no estoy”, “yo te llamo”, “te ves regia”, “mañana te pago”,  “mi carabinero, es que no vi la luz roja”,  en fin, hay de todo.

No podríamos ser tan cínicos como Pilato y preguntar con cierto tono inocente: “¿Qué es la verdad?”, cuando la tenemos delante de nuestros ojos.

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 Renovaos en vuestro espíritu
y vuestros pensamientos,
y revestíos de la nueva naturaleza, creada por Dios
en justicia y santidad verdaderas.
Dejando, pues, la mentira,
cada cual diga siempre la verdad al hablar con su prójimo.


Efesios  4:23-25 (Castilian)

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