Mostrando entradas con la etiqueta Evangelios. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Evangelios. Mostrar todas las entradas

viernes, 19 de enero de 2024

Pequeñas dosis.

Mi abuela fumaba chamico  (datura ferox) para sus frecuentes ataques de asma. 
No se conocía el salbutamol, los corticosteroides y menos los nebulizadores. 

El chamico posee un potente veneno que puede matar hasta un buey. 
Los campesinos lo extirpan de raíz por esa peligrosidad que los puede dejar sin un bien preciado. 

La abuela secaba las hojas que lograba recolectar en campos baldíos y un pequeño cigarro enrollado con paciencia le daba la esperanza de un día más de respiración. 
Aprendió a usar una pequeña dosis. 
Aprendió a controlar los horarios y la ansiedad. 
Un día le dijo a mi madre “eso que te mata también puede sanar”. 

Sus últimos días fueron felices y su muerte en paz.

-------------------------------
Jesús los oyó y les contestó: 
—Los que necesitan al médico son los enfermos, 
no los sanos. 
 
Marcos 2:17

--------------------------------


viernes, 8 de diciembre de 2023

Acuérdate del que nace.

Se ha desatado la locura por las luces navideñas.
Y sin duda, por los regalos.
Y las comidas especiales, para veganos, intolerantes o carnívoros.
¿Quién recuerda al Señor Jesús'

Busco un papel, un simple papel de regalo alusivo al nacimiento. 
Cuesta.
Hay de todo en las tiendas, muchas luces de diversas formas y colores, poinsettiasy miles de viejos pascueros, renos incluidos. Algo que diga Jesús...casi nada.

¿Qué se celebra el 25 de diciembre?


"En esos días, Augusto, el emperador de Roma, decretó que se hiciera un censo en todo el Imperio romano. 
 (Este fue el primer censo que se hizo cuando Cirenio era gobernador de Siria). 
Todos regresaron a los pueblos de sus antepasados a fin de inscribirse para el censo.
Como José era descendiente del rey David, tuvo que ir a Belén de Judea, el antiguo hogar de David. Viajó hacia allí desde la aldea de Nazaret de Galilea. 
Llevó consigo a María, su prometida, quien estaba embarazada. 
Mientras estaban allí, llegó el momento para que naciera el bebé. 
María dio a luz a su primer hijo varón. Lo envolvió en tiras de tela y lo acostó en un pesebre, porque no había alojamiento disponible para ellos." 
Lucas 2:1-7 NTV

Los que nacen pueden hacer la diferencia en este  mundo.
*


viernes, 28 de enero de 2022

La casa de la compasión.


He estado en muchos lugares.
Orfanatos, casas de reposo, hospitales, fiestas de bodas, catedrales, bibliotecas, iglesias pequeñas, hoteles, centros de eventos, en fin, en lugares de acogida para seres tímidos que buscan disminuir sus momentos de soledad.
Solo hoy conocí la casa de la compasión.
Acompaño a una amiga a exámenes. 
Esas cosas vagas en el cuerpo que de pronto se materializan en una pantalla con mal diagnóstico. 
Por temas de aforo entra sola al edificio. 
Ingreso a una sala de recepción al aire libre. 
La espera es larga. 
Leo, escribo y agotados los recursos me dedico a mirar. 
Algo llama la atención, nadie llega solo. 
Muchas personas van y vienen, ingresan vehículos, sillas de rueda, jóvenes, ancianas, todos con alguien del brazo.
 
Hay en la inclinación de una madre hacia su hija un gesto imperceptible de protección y angustia; hay en la esposa una mano delicada que da de beber con lentitud al hombre de pelo cano y mirada hundida. 
Todos tienen algo común, compasión. 
Los que caminan lo hacen a paso lento, los brazos se extienden para atrapar el cuerpo que se les escapa en la mortal enfermedad, todos son luchadores  queriendo arrebatarle a la muerte el aliento del amado; todos tienen esa mirada indefinible de esperanza y determinación. 

Sentada en este lugar me invade una ola desconcertante de compasión, como si un "viento recio" hubiera descendido al lugar y lo  traspasara todo.
Pienso que tal vez  es el mismo Jesús de aquella lejana ciudad,  mirándonos.
Al ver a la gente, sintió compasión de ellos, porque estaban cansados y abatidos, como ovejas que no tienen pastor.” (Mateo 9:36)




viernes, 3 de diciembre de 2021

El poder de la semilla.

Volví a sembrar albahaca y alguna otra semilla. 
Aunque cada año cultivo   hierbas olorosas, siempre me asombra  el crecimiento. 
Un poco de tierra, un poco de agua y la semilla brota, crece, florece y abunda en frutos.

Recordé aquella parábola del Señor: 
Jesús dijo también: 
«¿Semejante a qué es el reino de Dios? 
¿Con qué lo compararé? 
Pues es semejante al grano de mostaza que alguien toma y siembra en su huerto, y ese grano crece hasta convertirse en un gran árbol, en cuyas ramas ponen su nido las aves del cielo.»




viernes, 15 de enero de 2021

Las palabras que unieron al mundo 2020.


Las palabras   unen,   hacen vivir...o condenan.
Este año 2020, particular, raro, sufrido nos ha dejado  palabras con las que podemos explicar nuestras vivencias y quedarán en el futuro; ellas mostrarán nuestra historia.
Para nuestro idioma, confinamiento ha sido la más relevante.
Otras le han acompañado para explicarnos la realidad:

*
Pandemia, enfermedad infecciosa que se propaga por todo el planeta y amenaza con dejarnos sin  abuelos y sin vacaciones, Chile, verano 2021.

*
Cuarentena, se creía que con 40 días bastaba. Ya vamos para el año con un ínfimo virus amenazando. 
  
*
Paso a paso, modalidad que se da como en los bailes, un paso pa,lante y dos pa,trás. 
Como una antigua canción "porque subiendo y bajando, nunca llegaremos".

*
Transición, algo intermedio, o sea, ni chicha ni limoná, algo híbrido, dudoso, ni frío ni caliente. 
Los lunes o los jueves cambia como las nebulosas, avanza o retrocede, un estado de espera permanente que a veces cansa. Chile en espera. El mundo. 

*
Mascarilla, esa, la denostada, la sujeta pera, la que proteje el cuello o sirve de collar, nunca donde debe estar...cuando está. Ese adminiculo de papel, tela, plástico o hasta de polera vieja,  puesto sobre el rostro para disimular que no nos maquillamos y que -antiguamente- la usaban los asalta bancos (bueno, ahora no necesitan mascarilla, basta un par de clics).

*
covid-19, un locutor radial le llama "bicho maldito". Invento científico, castigo de la naturaleza o invasión china, como sea  le ha dado al Minsal (Ministerio de salud) la omnipotencia de un dios. 
 
Enfermedad que  nos recuerda lo que dijo el salmista “Señor, hazme saber qué fin tendré, y cuánto tiempo me queda de vida. ¡Quiero saber cuán frágil soy!” (Salmos 39:4) Vulnerables personal y socialmente ¿cómo no podemos vencer un virus invisible sin pelearnos todos contra todos?

Un vecino alega, "ahora todos mueren de covid, nadie de enfermedades naturales".

*
Coronavirus,  familia de varios hermanitos invisibles al ojo lego que se han confabulado para reírse en nuestras narices. 

*
PCR, examen de sí, pero no. Un amigo salió negativo en la mañana, luego por teléfono le dicen que está positivo, toda la casa aislada, luego resultó que  era apenas un resfrío de verano.

*
Distancia social, una excusa para no ir a ver  la suegra. 

*
Cepa británica, la moda 2021, una ordinariez que te contagies con cepa china, tenía que salir otra con más pedigrí.

*
Nueva normalidad, 


*
Cuídate, recomendación que ha reemplazado al "Dios te bendiga", adiós  o el simple chao.
*







viernes, 23 de octubre de 2020

Incertidumbre “non grata”.

No estamos hechos para vivir como “loros en el alambre”, en otras palabras “caminando por la cuerda floja”. Podemos resistir por un tiempo pero la vida humana necesita la paz interior y exterior. 
Los sociólogos buscan la estabilidad en las estadísticas, las encuestas, las matemáticas predictivas. 
Los augures en las hojas de árboles sagrados, las estrellas, los ancestros o los espíritus. 
Los políticos proponen una nueva constitución, la que votaremos este domingo próximo. 
Los cristianos elevan sus ojos al cielo con fervientes oraciones. 
Diferentes formas, un solo objetivo, aunque podríamos concordar que la vida en sí misma es permanentemente incierta (suena a contradicción, por supuesto) en un mayor o menor grado. 

¿Por qué nos invade la incertidumbre cuando los evangélicos declaramos que “Dios tiene el control”?
¿Por qué se nos vuelven las piernas de lana cuando oímos algún mal pronóstico para el futuro? 
¿Por qué tenemos miedo al cambio? 
Nos eriza el cabello no saber el mañana, en especial en este aire polarizado que nos asedia incluso dentro de los hogares. 
Muchos preguntan cuándo podremos reunirnos en nuestra comunidad, miramos hacia Europa con su regreso a contagios sanitarios; miramos al norte y sus prontas elecciones y cómo afectarán nuestra nación, observamos el ambiente interno con su violencia y algunos susurran “signos de los tiempos”, otras “nada qué hacer”, los más bíblicos “nada nuevo bajo el sol” y los pesimistas “más de lo mismo”.

El futuro impredecible está aquí. Los cambios llegarán con buenas o malas decisiones de otros o nuestras. 
¿Qué podemos hacer? 
¿Esperar que la marea suba y quedarnos tendidos en la playa mirando la luna?  

Es un buen momento  para recordar las palabras de nuestro Señor Jesucristo: 
"Estas cosas les he hablado para que en mí tengan paz. En el mundo tendrán aflicción; pero confíen, yo he vencido al mundo.» (Evangelio de Juan 16:33)
 Que haya paz en tu alma.



viernes, 2 de octubre de 2020

La moda en tiempos de covid-19

Encuentro sorprendente el  mundo de la moda; me maravilla observar la creatividad de cada temporada, aun en tiempos como los actuales han presentado sus colecciones entre la  incertidumbre comercial (en Chile recién hay una apertura tímida de tiendas fahion) y la restricciones sanitarias. 
 
Confieso que tengo debilidad por la ropa aunque compro muy poca. Cuando adquiero una prenda es porque me gusta mucho, algo así como "amor a primera vista" y una vez en mi closet la uso hasta que no le queden colores, o sea, siempre. 
Mas bien soy consumista de ilusiones; la estética de los desfiles de moda, los diseños, los colores y la originalidad  atrapan la vista. En la vida real soy  modesta, como dicen por ahí "de bajo perfil".
No usaría ninguno de estos modelos, pero los encuentro encantadores. Ad hoc a estos días de distanciamiento social.  
¿No te parece?



----------------------------------------------

¿Y por qué preocuparse por la ropa?
Miren cómo crecen los lirios...
Dios cuida de manera tan maravillosa
a las flores silvestres...

Mateo 6:28



-----------------------------------------------

Por cierto, son creaciones de Kenzo y tomé las imágenes de:  

viernes, 12 de junio de 2020

La "nueva normalidad" (parte dos)

Cuando era más joven me declaraba adicta a la época victoriana como la vida ideal.
Pasado el tiempo descubrí que esta es una época sin precedentes y tal vez sea la mejor. Hablamos de los últimos 40 años.
Puedo afirmar con certeza que soy una mujer privilegiada.
Soy  ciudadana de un país democrático; mis derechos no han sido vulnerados, fui a un colegio fiscal, mamá hizo de mi educación su prioridad, aun cuando no hubo riqueza tuvimos calor en invierno y paseos al río en verano.
Nunca me sentí disminuida en mi condición de mujer o porque mi madre era soltera.
Trabajamos largos periodos sin vacaciones ni hubo domingos libres con el propósito de comprar un sitio y construir una casa. No existían subsidios del estado, financiamiento compartido o crédito bancario. Éramos lo que hoy se llama clase media baja. Las dos guerras habían dejado sus secuelas en la nación, sucesivos terremotos, maremotos, éramos un país pequeño al fin del mundo.
Reitero,  me siento privilegiada y no considero que eso sea un mérito o un demérito personal, simplemente la Gracia de Dios ha actuado a mi favor sin que logre entender el por qué.

Cuando me preguntan si con esta pandemia “seremos más pobres” o cuando leo de un edil que asegura “seremos más pobres pero más felices” considero que el temor a las  carencias no es el quid del asunto. Sin duda no se es “más feliz” porque sufras estrecheces, eso es una falacia. Ni necesariamente eres “más feliz” porque hay abundancia; prueba de eso es la historia del rey Salomón, archi-super-hiper rico y expresa “Cuanto más tengas, más se te acercará la gente para ayudarte a gastarlo. Por lo tanto, ¿de qué sirven las riquezas? ¡Quizás solo para ver cómo se escapan de las manos! La gente trabajadora siempre duerme bien, coma mucho o coma poco; pero los ricos rara vez tienen una buena noche de descanso.
(Eclesiastés 5:11-12 NTV)
Sin duda existe incertidumbre en la economía mundial. ¿Qué podemos hacer para prevenir un desastre personal?
Tal vez tomar algunas medidas que nos aconsejan los que saben un poco más de economía: no se endeude, guarde algo de alimentos no perecibles, no compre suntuarios, no venda sus activos, etc. Hay buenas páginas financieras en Internet, saca provecho de ellas.
Mi mejor opción es confiar en la Gracia y en la promesa que nos dice el Señor Jesús:
Esas cosas dominan el pensamiento de los incrédulos, pero su Padre celestial ya conoce todas sus necesidades. Busquen el reino de Dios por encima de todo lo demás y lleven una vida justa, y él les dará todo lo que necesiten. (Mateo 6:32-33 NTV)

Y arriba brilla el sol.
Anoche llovió, de mañana a la luz del sol se ve el cielo limpio de smog.


















*

Fotografía superior: Una playa de Alemania guarda el distanciamiento social. Mayo 2020


viernes, 22 de mayo de 2020

Distanciamiento social

Nuevas palabras, distintas formas de socializar, menos cercanía hará que aquellas personas “de piel” soporten con dificultad el distanciamiento social o el distanciamiento físico.
Los flemáticos tal vez   estén contentos sin tanto beso. 
Tanto distanciamiento físico como distanciamiento social son expresiones válidas y a menudo pueden estar relacionadas. Puede ocurrir, por ejemplo, que la falta de contacto, el espacio mínimo que ha de guardarse o la recomendación de permanecer confinados o teletrabajar (distanciamiento físico) provoquen aislamiento social. “ (*) 

Es posible que las cinco reverencias de los japoneses (**) nos enseñen a comprender que el contacto físico no es indispensable a la hora de las demostraciones de afecto. En esa comprensión de nuevas formas de saludo podríamos sobrellevar con entereza la ausencia de  manos afectuosas o cálidos abrazos.
Será un poco difícil adoptar  lo que los estudiosos nos sugieren, privarse por un tiempo del contacto físico en nuestras reuniones de amistad o estar a dos metros de distancia en una conversación.

Un consuelo, el distanciamiento social no impedirá que al interior de los hogares haya demostraciones  de cariño, sin duda.

------------------------------------------------
Cuando entren en la casa de alguien, 
primero digan:
 “La paz de Dios sea sobre esta casa”.

Lucas  10:5
---------------------------------------------




La fotografía tomada de la web.




viernes, 24 de abril de 2020

¿Qué decimos nosotros de lo que somos? (V)

Tengo en mis recuerdos esta imagen: la tierra bailando con frenesí debajo de nuestros pies en el más grande de los terremotos;  las personas arrodilladas o de bruces golpeando su pecho y pidiendo misericordia a Dios.
Era niña, todavía no sabía del miedo y observé con curiosidad el momento.
Muchas iglesias se llenaron de fieles en las fechas posteriores, algunos permanecieron toda su vida, otros regresaron a sus antiguos hábitos. El miedo no es el mejor agente de transformación espiritual.

Por estos días los sociólogos, los analistas y escritores de columnas en periódicos de toda tendencia barajan sus posiciones, como prestidigitadores lanzando cartas. Llegado el fin de año ratificarán que sus deducciones era correctas (o no) y sacarán algún dividendo de ellas.
Unos dicen que Dios no interviene en los sucesos del mundo; otros que está todo escrito, algunos aseguran que habrá un gran avivamiento y los tecnócratas promueven el fin de una era de fe para entrar a una época donde las tecnologías tomarán el control. Abogan por un nuevo orden mundial, por fin seremos lo que nunca fuimos; así suma y sigue.
El ser humano necesita elucubrar; la incertidumbre lleva a teorizar y a crear futuros hipotéticos que tal vez nunca sucedan pero proveen cierto aire de sapiencia.
¿Pensaste alguna vez en los últimos años que estarías encerrado durante tres meses en cuarentena?
Yo no.
Ni en sueños.
La Peste del siglo XIV desembocó en el misticismo, un movimiento al interior de los hogares que produjo cambios sociales irreversibles. También en nuestra época sucederán cambios. Otros hábitos cotidianos, distinta manera de socializar, higiene prolija, uso personal de más tecnología, ¿habrá cambios en el alma y el espíritu humano? ¿Habrá una receptividad a la fe en Jesucristo?
¿Volverá el hombre a Dios o se volverá a sus antiguos ídolos?
Tengo una certeza, la Iglesia será más fuerte para trabajar en nuevos desafíos, no somos mejores ni peores que nuestros antepasados, sencillamente la certeza viene de la promesa de Cristo:  "edificaré mi iglesia y las puertas del infierno  no  prevalecerán contra ella."
Mateo 16:18


viernes, 20 de marzo de 2020

COVID-19 (corona-virus)

Tan pequeño, invisible a nuestros ojos y mira tú, tiene a todo el mundo de cabeza;  se mueve libremente tanto en un palacio como en el hospicio,  sin ganas de ser atrapado, jugando a las escondidas en los objetos y buscando las habitaciones humanas para crecer misterioso dentro de ellas.
Como un inmigrante que entra en puntillas y luego se adueña de toda tu casa, moviéndose con rapidez y certeza, alimentado por el escalofrío y el miedo.
Y nosotros creíamos que las cosas pequeñas eran insignificantes.
Y nosotros que teníamos esa agenda inamovible.
Estábamos seguros que el poder está en una abultada billetera, una larga cabellera rubia y un cuerpo cimbreante.
O millones aplaudiendo en conciertos jadeantes.
O el grito en la bolsa de valores en alza.
O esa cantidad de acres donde pasta un incontable ganado.
O poseer una torre de departamentos que traspase las nubes.
O… (Aquí puedes usar tu imaginación).

El COVID-19 toca todo eso y no le importa; tal vez hasta se ríe de nuestra ingenuidad.



------------------------------------------------------
Cuando Jesús los oyó, les dijo: 
«La gente sana no necesita médico, los enfermos sí». 
Luego añadió: 
«Ahora vayan y aprendan el significado de la siguiente Escritura:
 “Quiero que tengan compasión, 
no que ofrezcan sacrificios” 
Pues no he venido a llamar a los que se creen justos, 
sino a los que saben que son pecadores».

Mateo 9:12-13
-----------------------------------------------------



viernes, 17 de enero de 2020

Nombres en el cielo.

No todos fueron David en el campo de batalla.
Ni todos fueron Moisés frente al faraón.
Ni doce escogidos, depositarios del Reino.
Hubo miles que derrotaron a los filisteos después que David venciera a Goliat.
Hubo varios miles que marcharon a través de las paredes del mar abierto a sus pies.
Hubo por lo menos 500 que siguieron a Jesús de los que poco o nada se sabe, solo son una estadística bíblica.

A menudo los predicadores pronuncian promesas que no todos pueden alcanzar “Dios hará grandes cosas contigo”, “El Señor te quiere para algo grande” suma y sigue.
Pero ¿qué tal si Dios te llama a algo tan anónimo como orar en tu cuarto secreto?
O ¿a trabajar en una oficina de 4 x 4, sin demasiada admiración, fotos y flases?
¿Y si a Dios le place que seas solo madre y no una brillante ejecutiva?
En realidad ¿qué es la grandeza?
No confundir  mediocridad con  anonimato.

Podríamos afirmar sin temor a equivocarnos que -estadísticamente-, son muchísimo más los anónimos que los famosos. Son millones los que vivieron una vida grandiosa de la que nada se sabe. Los anales de la historia no les hicieron justicia (tal vez ellos no quisieron tener "un minuto de fama").

Escribí alguna vez sobre lo común e ignorado de nuestra vida y sin embargo no tenemos traumas que nos desvelen porque hay algo de mayor valor en nosotros y que no podemos pasar por alto: "Sin embargo, no se alegren de que puedan someter a los espíritus, sino alégrense de que sus nombres están escritos en el cielo." (Lucas  10:20)


*Para leer entrada anterior aquí:
https://palabrabreve.blogspot.com/2017/06/comun.html

Fotografía de Reuters, enero 2020
https://www.voanews.com/gallery/january-16-2020#&gid=1&pid=10



viernes, 13 de diciembre de 2019

Celebración al Cristo que nace.

Mis amigas  aseguran que los días están más cortos.
O que el tiempo pasa demasiado rápido.
Que no alcanzan a hacer todo lo que se han propuesto.
Leo informes científicos que aseguran todo lo contrario, que en realidad tendremos algunas milésimas de segundos más en el día, que la teoría de Shumann es solo eso, una propuesta teórica pero no una realidad.

Aun así, la sensación persiste, tal vez por la forma que diversificamos el tiempo. Le decía a mi amiga K. que el Whatsapp nos consume unas horas diarias, sin contar la TV y otras tecnologías. 
El tiempo y la manera cómo celebramos.
Poco se oye de Cristo, el Viejo Pascuero se ha instalado en cada centro comercial, la cena navideña es la preocupación de las madres, cuánto aguinaldo se recibirá y qué vestido usaremos esa noche. Sin contar la ansiedad por los regalos que desvela a los pequeños.

Tal vez -en un breve momento de reflexión- podríamos pensar en el motivo de la celebración, el Señor Jesucristo, centro de nuestra historia y nuestra fe.
Celebrar que haya nacido, que a Dios le placiera hacerse ser humano y sujetarse al espacio y al tiempo.
No es una fiesta de regalos (aunque los haya)
No es una fiesta de comidas o bebidas.
No es una fiesta pascuera.
Es ni más ni menos la celebración a Cristo, a la alegría de observar que los niños nacen, que somos humanos y no robots, que amamos, sentimos, sufrimos.
Que Dios está presente.
Aún.




------------------------------------------------------


Porque de tal manera amó Dios al mundo, 
que ha dado a su Hijo unigénito, 
para que todo aquel que en él cree, 
no se pierda, mas tenga vida eterna.

Juan 3:16




------------------------------------------------------



La pintura: 
Edward Burne-Jones - La Estrella de Belén - Museo y Galería de Arte de Birmingham






viernes, 29 de noviembre de 2019

2 cosas que alegran.

Hay dos cosas que me provocan una alegre esperanza:
Los libros no leídos que guardo en una carpeta del ordenador y los dineros que me adeudan.
Ambos, libros y dinero, esperan mi mano extendida; desean que les ponga atención, que los valore al mirarlos y al usarlos.
Abro la carpeta y ahí están con sus sabias grafías, sin egoísmos, dispuestos a dar todo lo que contienen sin pedir nada de vuelta, solo una mirada.
No conozco nada más leal (claro, Cristo es otra cosa) que los libros.
No te reprochan si los abandonas y te reciben con sus páginas abiertas si regresas a ellos.

A veces pasa tanto tiempo que olvido los dineros que me adeudan.
No deseo tener mis pocas neuronas ocupadas en quién me debe o cuándo me pagará.
Presto y olvido.
Que el deudor atine cómo y cuándo devolver.
Si vuelve, aleluya.
Y de pronto alguien me pasa un billete y me da las gracias, como hoy.
Es una alegría comprobar que las personas mantienen la palabra empeñada; que entre nosotros no necesitamos firmar engorrosos documentos.
Prestar es una inversión.
 Sí, ya lo sé, no se gana en intereses como los bancarios, pero se establecen las leyes del Reino en la tierra.
(Por favor, no creas que soy mecenas, solo son préstamos pequeños de acuerdo a mi nivel financiero)



----------------------------------------------
"Al que te pida, dale:
y al que quiera tomar de ti prestado, 
no se lo rehúses"

Mateo 5:42

------------------------------------------------




viernes, 23 de agosto de 2019

Cuando te traiciona la gramática.

Hace unos días asistí a una clase de “Circo”.
Sí, una encantadora chica nos enseñó -jugando-, algunas técnicas de ritmo, respiración y cognición.
Y entre todo ella permitió que dijéramos palabras tal como sonaban sin preocuparnos de las faltas de ortografía.
Para mi mente escritora fue –en principio- un conflicto. Pero luego superé el momento, era un juego, nada es tan definitivo en el idioma y no estamos presos de la RAE.
Sencillamente me dispuse a disfrutar sin cuestionar y he  decidido a no andar por la vida haciendo que las personas se sientan mal porque escriben con Hache o sin ella, o por Ye o Lle, cuestión importante en documentos oficiales, pero insustanciales en las relaciones humanas.
Sin contar cómo escriben los jóvenes en las redes sociales, donde  las reglas del idioma apenas se notan.
Trabajo en mi proceso de redefinir algunas formas, entre ellas el modo en que usamos el lenguaje; ¡vaya!, el Señor Jesucristo me ha dado algunas lecciones de perdón y tolerancia.
Defiendo el uso del español hasta donde se pueda, con la oleada de inmigrantes que ha llegado a Chile todo está cambiando y no seré yo la que detenga esos cambios.



--------------------------------------------------

Han oído que se dijo: 
«Ama a tu prójimo y odia a tu enemigo». 
 Pero Yo les digo: 
«Amen a sus enemigos, y oren por quienes los persiguen». 
 Así ustedes serán hijos de su Padre que está en el cielo; 
pues Él hace que Su sol salga sobre malos y buenos, 
y manda la lluvia sobre justos e injustos. 
Porque si ustedes aman solamente a quienes los aman, 
¿qué premio recibirán? 
Hasta los que cobran impuestos para Roma se portan así. 
 Mateo 5:43-46

-------------------------------------------------------




viernes, 19 de julio de 2019

Aprender a escuchar.

En esto de las relaciones sociales las cosas se han puesto un poco cuesta arriba.

Le contaba a mi amiga Silvia de aquel día cuando  Juan le preguntó a mi amiga S. cómo estaba su marido, hubo un largo silencio, hacía dos años que se habían divorciado.

Por educación se saluda y la natural pregunta ¿cómo está? nos permite introducirnos en un momento grato (es lo que creía). Nuestra interlocutora gruñe o se pone a llorar como Magdalena, depende del grado de confianza o de estrés con el que ande la persona.

Le pregunté amablemente, con cortesía y se le nublaron los ojos, venía del doctor y le había diagnosticado una enfermedad terminal. Me quedé sin palabras y mentalmente traté de hallar en mi diccionario las expresiones de consuelo más adecuadas.
Cuesta.
Puedes escuchar las más inverosímiles historias, que le robaron la cartera en el supermercado, que descubrió al hijo adolescente fumando  marihuana, que la operación de rodilla fue horrorosa porque le pusieron solo la epidural, que acaba de pasar un susto al cruzar la calle, casi la atropellan, ¡madre! ¿quién me manda a hacer la pregunta tan inocente "¿cómo esta"?

Pero no escarmiento.
Vengo a ser como un paño de lágrimas y me estoy entrenando con herramientas cognitivas, Palabra de Dios y ayuda solidaria del cielo.
Porque me he dado cuenta que las personas están solitas, nadie las escucha en sus penas, pagar psicólogo no está a su alcance  y ni siquiera saben rezar. Una buena conversación con el Padre Celestial a nadie le va mal, de eso no hay duda, pero hay personas que me han dicho "es que hace tanto tiempo que no me acuerdo de Dios".

He descubierto que tengo "buena oreja" y me he propuesto oír cuando se está en el  Banco y hay un largo tiempo  para que llamen el número que nos ha tocado, en  la fila del súper o en el trayecto tedioso del microbús, esperas largas  donde se puede compartir una buena conversa.

Pienso en las caracolas de la playa, las colocábamos en nuestro oído y escuchábamos el mar.
Eso nos hacía felices.
Quisiera dar esa paz a los oyentes. Palabras de consuelo, de esperanza, de empatía.
Tal vez solo necesito afinar el oído con un poco de paciencia.


------------------------------------


Oh Señor, escucha mi oración, 
y llegue a ti mi clamor. 
No escondas de mí tu rostro en el día de mi angustia; 
inclina hacia mí tu oído; 
el día en que te invoco, respóndeme pronto. 

Salmos 102:1-2

------------------------------------


viernes, 19 de abril de 2019

Viernes Santo.

"Llevaron a otros dos, ambos criminales, para ser ejecutados con Jesús. 
Cuando llegaron a un lugar llamado «La Calavera», lo clavaron en la cruz y a los criminales también, uno a su derecha y otro a su izquierda. 

Jesús dijo: «Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen».
Y los soldados sortearon su ropa, tirando los dados.
La multitud observaba, y los líderes se burlaban. «Salvó a otros —decían—, que se salve a sí mismo si de verdad es el Mesías de Dios, el Elegido». 
Los soldados también se burlaban de él, al ofrecerle vino agrio para beber. 
Y exclamaron: «Si eres el rey de los judíos, ¡sálvate a ti mismo!». 

Encima de su cabeza, colocaron un letrero que decía: «Este es el Rey de los judíos». 

Ya era alrededor del mediodía, y la tierra se llenó de oscuridad hasta las tres de la tarde. 

La luz del sol desapareció. 
Y, de repente, la cortina del santuario del templo se rasgó por la mitad. 
Después Jesús gritó: «Padre, ¡encomiendo mi espíritu en tus manos!»
Y con esas palabras dio su último suspiro. 

Cuando el oficial romano encargado de la ejecución vio lo que había sucedido, adoró a Dios y dijo: «Este hombre era inocente de verdad». 

Y cuando todas las multitudes que habían venido a observar la ejecución vieron lo que había sucedido, regresaron a casa con gran dolor; pero los amigos de Jesús, incluidas las mujeres que lo habían seguido desde Galilea, se quedaron mirando de lejos. "  

Evangelio de Lucas Capítulo 23  (fragmento NTV)


viernes, 8 de marzo de 2019

Sicómoro

El propósito del sicómoro 
Fue el único y solo acto 
De acoger entre sus ramas 
El pequeño cuerpo de un hombre 
Ansioso 
Y quedar registrado en la historia del mundo 
Como el que recibió la mirada Del Hijo de Dios



Lee el evangelio de Lucas, cáp. 19


miércoles, 19 de diciembre de 2018

Otras formas de celebrar Navidad

El año que nos regalaron a Tomyli –nuestro perro sharpei- se acabó la parafernalia navideña en casa.
Ningún adorno sería tan resistente para sus pequeños y fuertes dientes, su curiosidad peligrosa y su juguetón comérselo todo.
Como padres de un bebé mimado, abandonamos los ornamentos y nos dimos cuenta que aún al año siguiente seguía con sus costumbres de criatura pequeña.
Colgamos algunas luces en las ventanas, una corona en la puerta y un arreglo sencillo en la mesa de comer, nada que lo pusiera en peligro.
¿Es más valioso un árbol de plástico a una mascota?
Sin duda todos convenimos que la vida (incluso  la de un perro) es más importante.
Nuestras navidades se han transformado, casi sin darnos cuenta, más discretas, más caseras.
Aun así, nunca han sido menos sagradas y luminosas.
La celebración de un niño, la gratitud a Dios por su gracia, la unión familiar, la paz en la mesa y -por qué no decirlo- la compañía encantadora  de estos regalos, perro, gatas, patos, zorzales, seres vivos que nos  alegran  los días.


-----------------------------------------------

Después de esa reunión, 
los sabios siguieron su camino, 
y la estrella que habían visto en el oriente los guió hasta Belén. 
Iba delante de ellos y se detuvo sobre el lugar donde estaba el niño. 
Cuando vieron la estrella, 
¡se llenaron de alegría! 
Entraron en la casa 
y vieron al niño con su madre, María, 
y se inclinaron y lo adoraron. 
Luego abrieron sus cofres de tesoro 
y le dieron regalos de oro, incienso y mirra.

Evangelio de Mateo 2:9-11

------------------------------------------------

viernes, 30 de noviembre de 2018

El Nombre

Cuando ya no tenga nada que decir, 
Cuando el silencio se lleve mi suspiro 
Cuando indolente el cuerpo quede abatido 
Sobre el pasto seco 
Aún ahí mi corazón dirá tu nombre 
Jesús.


-----------------------------------------------------------------




Y tendrá un hijo y lo llamarás Jesús, 

porque él salvará a su pueblo ...

Mateo 1:21


  -----------------------------------------------------------------