viernes, 28 de junio de 2019

Amor por la Biblia.

Por si no te has dado cuenta, me gusta la Biblia.
Hace unos días fui a una reunión social y surgió la pregunta, cuántos libros habíamos leído en los últimos tres meses.
 Apenas estoy en la mitad de uno, pero a mi favor puedo decir que he leído varios de la Biblia, terminé el libro de los Hechos y Romanos, ahora voy cerca de terminar 1 Corintios, pretendo que el Nuevo Testamento sea como una carta abierta diariamente, aunque hay muchas cosas que no comprendo.
Desde niña aprendí que la lectura de la Biblia me salvaría de la ignorancia, la timidez y los estigmas, ser retraída, ser hija natural, ser pobre y pequeña de estatura.
En los libros encontré mi valor como mujer, más que en otras artes.
Me gustó la música, la pintura, la fotografía, las manualidades, pero solo leer me hizo profundizar en la vida, en las personas y en el aprecio de otras artes.

Y por sobre todo eso, la Biblia como el centro donde giraba la sabiduría para enfrentar un diagnóstico de enfermedades prematuras; la Biblia para entender los procesos humanos y el autocuidado.
Fui a clases de Escuela Dominical donde se nos enseñó a compartir, a vencer la timidez, a hablar en público, a desarrollar un texto, a comer juntos, a lavar loza, a reír, a cocinar.

Aprendí a memorizar y supe que eso sería una herramienta excepcional para disfrutar días plenos.
Fui Habacuc en el desierto acechado por la inminente guerra, fui David en la caída, fui mi propio recetario en Proverbios, fui Jonás en el fondo del mar, fui Jeremías en el llanto por los niños de la ciudad.
Jugué a “las espadas bíblicas” junto a otros deportes más prosaicos como pin pon, elevar volantines, el emboque o dominó.
La Biblia descubrió para mí los grandes y bellos pensamiento de Dios, su proyecto con el ser humano y la Gracia para implementarlos. No sé de otro libro que haya hecho tanto por mi vida con solo abrirlo y poner sobre él la mirada.

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Hijo mío, si recibes mis palabras, 
y atesoras mis mandamientos dentro de ti, 
da oído a la sabiduría, 
inclina tu corazón al entendimiento; 
porque si clamas a la inteligencia, 
y alzas tu voz al entendimiento, 
si la buscas como a plata, 
y la procuras como a tesoros escondidos, 
entonces entenderás el temor del Señor, 
y descubrirás el conocimiento de Dios.

Proverbios 2:1-5
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Ideas para una lectura fructífera:
https://www.avivanuestroscorazones.com/joven-verdadera/blog/10-maneras-de-estudiar-la-biblia/


sábado, 22 de junio de 2019

Podar las rosas...

Por un olvido  imperdonable este rosal se ha quedado con sus hojas viejas y secas.
Exhibe sus ramas como si quisiera llamar la atención, y lo ha hecho sin gritar, como los seres humildes -el áloe, el romero,el olivo-,que viven en la periferia del jardín.

Le hablo con cariño y le prometo que esta semana le sacaré esas incómodas semillas y lo dejaremos liviano y resplandeciente para que tenga fuerzas nuevas. 
Sus flores son de un delicado color y perfuma a su vecino, un laborioso maqui que tiende a abrumar con sus abrazos.

Mi amigo P. detestaba la poda, le gritaba a su padre que los árboles sufrían frente a un par de tijeras, que era un proceso cruel.
No veo de qué manera podríamos evitar el sufrimiento, el nuestro, el de los pichones que caen de los nidos, el muchacho que choca y queda en coma, la herida que te provoca el  cuchillo cuando estás cocinando, la rosa que envejece y necesita limpieza, aunque le duela.



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De la tierra brotará la verdad, 
y desde el cielo se asomará la justicia. 
El Señor mismo nos dará bienestar, 
y nuestra tierra rendirá su fruto.

Salmos 85:11-12
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viernes, 14 de junio de 2019

5 buenas propiedades de la buganvilia.

Los antiguos sentenciaban :"Cada día se aprende algo nuevo", y yo le agregaría "si quieres".
Porque el conocimiento -más ahora con San google-, puede resultar infinito.

Sin viajar muy lejos, estudio por enésima vez mi jardín.
Y me detengo en la maravillosa y exuberante buganvillia que cada día crece y crece, invierno y verano nos regala su luminosidad y la belleza delicada de sus flores.

La he cultivado por años y siempre pensé que era solo ornamental y de pronto me entero que es mucho más que eso, su poder para combatir el resfrío está ampliamente documentado.

1.- Hacer una infusión con un puñado de flores. Beberla después de las comidas, aminora la tos y la bronquitis.
2.- La misma infusión es depurativa del organismo. Se dice que mantener la sangre limpia es un gran ejercicio preventivo a un montón de enfermedades (yo uso para depurar zumo de perejil-apio-limón en ayunas).
3.- Disminuye la fiebre.
4.- Una infusión tópica para las heridas es cicatrizante.
5.- Ayuda a mantener el aparato respiratorio en buenas condiciones, en especial en días de resfrío.
Beberla tibia, más pasada a caliente.

Nuestro Dios ha creado alrededor nuestro una farmacia, barata y eficiente, solo hay que tener los hábitos de usar las plantas en una medida prudente.
Si se usan por primera vez, ir probando cómo afecta el organismo.


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 Les doy todos los animales, 
lo mismo que las plantas y verduras 
para que los usen para su alimentación.

Génesis 9:3 (NBV)

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viernes, 7 de junio de 2019

Membrillo para el resfriado.

La maravillosa creación de Dios nos regala en otoño-invierno esta fruta un poco venida a menos.
Algunos dicen que no les gusta el sabor, que es difícil de cocinar, en fin.
Mi amiga María S. me enseñó a usarlo cuando se tiene gripe.

Un poco de flores pectorales
2 membrillos
Una ramita de romero.

Hervir en un poco de agua, enfriar, moler, colar y beber con miel.
Una bebida rica, sencilla, nutritiva y estoy comprobando cómo le va a mi resfrío con ella.
Agradecida, Señor, agradecida.

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Que haya grano en abundancia por toda la tierra, 
 que brote aun en la cima de las colinas. 
Que los árboles frutales florezcan 
como los del Líbano 
 y los habitantes crezcan como la hierba en el campo.

Salmos 72:16
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