viernes, 10 de abril de 2020

COVID-19, preguntas que nos inquietan (parte uno)

Voces se levantan para enjuiciar la tierra a modo de dioses airados.
Los que son creyentes (y algunos no tanto) buscan propósitos en la epidemia que tiene a todo mundo de cabeza; más aún, con incertezas que mortifican llevan sus opiniones a extremos de temor; siempre habrá profetas para el desastre, con razón o sin ella.
¿Qué nos quiere decir Dios en este frenazo a la vida moderna?
¿Qué nos dice la naturaleza?
¿Qué nos dicen los científicos?
¿Qué nos dice la historia?
¿Qué decimos nosotros de lo que somos?

Podemos responder a la primera pregunta:
Hay un mensaje global y uno personal, sin duda.
El Señor ha hablado en el pasado y lo hace hoy, a los ojos, al oído, al corazón, a la mente. 
No es un mensaje que a Dios se le haya ocurrido hoy aprovechando fortuitamente esta calamidad; el mundo ha sufrido en el correr del tiempo toda clase de catástrofes y el Señor “nos ha hablado por su Hijo, mediante el cual creó los mundos y al cual ha hecho heredero de todas las cosas.” (Hebreos 1:2)

Si respondemos la primera pregunta podemos deducir que Dios nos quiere decir lo mismo que nos ha dicho siempre:  “Vuélvanse a mí, y yo me volveré a ustedes. Yo, el Señor, lo afirmo.” (Zacarías 1:3)

Todos los días y en toda circunstancia el mensaje ha sido lanzado por toda la tierra, responder es nuestra decisión. “Es lo que se nos dice: Cuando hoy escuchen la voz del Señor, no cierren herméticamente el corazón” (Hebreos 3:15)




(Fotografía: Un hombre alimentando paloma en Hyredabad, India. Abril 7, 2020.  AP., 


2 comentarios:

Susana dijo...

Dios nos proteja. Un beso

ojo humano dijo...

Así sea, querida Susana.
Oramos por eso.