viernes, 26 de julio de 2013

El mensaje.

Aromo, aroma, aromatizado, aromado, siempre puntual a la cita de Julio, cuando todos los árboles duermen, él brilla, amarillo desmedido, esplendente. 
Cada persona que pasa respira hondo y sonríe llenandose los ojos de luminosidad. 

El aromo crece sin fronteras, como si quisiera alcanzar las nubes. 
Hemos querido cortarlo un poco, podarlo. Imposible, nadie se atreve. Cada año está más alto y hermoso. Cada año es un mensaje precursor que nos dice “viene la primavera, ya viene".

Lo observo cómo va cambiando y mientras lo miro recuerdo aquella comparación que hizo el Señor Jesús:  

También les contó una parábola: «Fíjense en la higuera y en todos los árboles. Cuando ustedes ven que brotan sus hojas, pueden saber que ya se acerca el verano. De la misma manera, cuando ustedes vean que todo esto sucede, podrán saber que ya se acerca el reino de Dios... Pero tengan cuidado que su corazón no se recargue de glotonería y embriaguez, ni de las preocupaciones de esta vida, para que aquel día no les sobrevenga de repente. » (Lucas 21:29-35) 






3 comentarios:

Fernando dijo...

¡Qué bonito, Ojo Humano!

AleMamá dijo...

Toyita, tu casi retirada amiga, ¡pero volveré!, como dijo Mac Arthur...
En mi barrio no sólo los aromos están floreciendo sino que anuncian la primavera también los almendros. Hay que avisarle a Fernando que se prepare.
Un besote, y es verdad que tu casa es de piedra...¡brrrrr!

ojo humano dijo...

Fernando, es una alegría particular leerte. Gracias por estar aquí.

Ale, querida amiga, te hemos echado de menos, todo sea por esas bellezas que disfrutas.
Un abrazo.