martes, 23 de junio de 2020

Fantasmas del futuro.

“Res gestae Divi Augusti (latín: Hazañas del Divino Augusto) es una larga inscripción del primer emperador del Imperio romano, César Augusto, que ofrece un relato en primera persona de su vida y, sobre todo, de sus obras. Es copia de uno de sus tres documentos testamentarios, confiados a las vestales, y originalmente su texto fue grabado, siguiendo sus deseos, en las jambas del Mausoleo de Augusto en Roma, todo lo cual conocemos a través de la Vita Augusti de Suetonio.” (*)

De nuevo, como los históricos césares o los antiguos patriotas (eso de vivir con honor o morir con gloria), vuelve una tendencia –incluso entre cristianos- a ese indeterminado deseo de “dejar un legado” sin precisar bien a qué se refiere la frase.
Me preguntan con cierto aire de tristeza: ¿Cuánto tiempo pasará hasta que seamos completamente olvidados?
Tal vez tantos días de encierro nos están llevando a alucinar con fantasmas del futuro o deseos vagos como neblinas de invierno.
Me gustan las respuestas de amigos:
“Creo que nuestra aspiración debería ser justo y de bendición a nuestra generación. Aspirar a que nos recuerden generaciones posteriores a la que nos sigue de forma inmediata es desgastante y de mucha vanidad. En las carreras de atletismo el testimonio se pasa de uno a otro, porque es imposible correr la carrera completa a esa velocidad tan exigente y con la presión del tiempo. Es mi humilde opinión.” (C.S.) 

"Es una pregunta del fondo del corazón humano: ¿cuánto tiempo pasará hasta que seamos completamente olvidados? Pero creo que la pregunta correcta es ¿Pará qué queremos ser recordados? La respuesta normalmente estará cargada de razones vanidosas y egoístas, pero si la razón es la transmision de algo valioso, algo más grande que mi nombre, entonces el legado será de más peso que mi recuerdo personal, y ese es un buen propósito para que se preserve memoria de mí. Dice  Deuteronomio 5:10 NTV  "Pero derramo amor inagotable por mil generaciones sobre los que me aman y obedecen mis mandatos."  (T.V.)

Escribí alguna vez de mi corta –cortísima- familia, mi abuela Juanita, el tío Enrique y mi madre. Ninguno vivió para el futuro ni aspiró a dejar un legado, lo que no está mal si sabes hablar de corrido, Youtube y las redes están llenas de mensajes para la posteridad a modo de un muro tipo Res gestae Divi Augusti.
Como mis ancestros, aspiro a vivir "un día a la vez", sin rubores, remordimientos o temblores de piernas. Quiero hacer mía esa premisa del salmista:
Pero yo confío en ti,
oh Señor; digo: 
«¡Tú eres mi Dios!». 
Mi futuro está en tus manos;
(Salmos 31:15)



Fotografía tomada de la web.
 (*) https://es.wikipedia.org/wiki/Res_gestae_Divi_Augusti




4 comentarios:

Susana dijo...

Me gusta tu filosofía. Un beso

ojo humano dijo...

Gracias, Susana.
Buen verano y que Dios te dé la mejor salud.
Un abrazo.

Alexander Strauffon dijo...

Se lucha con los fantasmas del futuro sobre todo por estar equipados con la armadura de la incertidumbre. Y ahora más que nunca.

ojo humano dijo...

Así es, Alexander, sin duda.
Saludos.