jueves, 5 de octubre de 2017

Pancho y las patas.

Una vez escribí:  "...esta pata  -coja pa’ más remate-, es la mía, la que me ha tocado en la vida y es mi responsabilidad cuidarla, amarla como a cualquier personita."
Era el año 2015 (¡Dios, cómo vuela el tiempo! ), la pata heredada de los habitantes anteriores se quedó como una reliquia viviente, dueña del jardín.
Con el tiempo incubó unos huevos infecundos.
Para consolarla compramos un par de patitos que alegraron sus días, los adoptó tal vez creyendo que eran hijos propios. Así han vivido en libertad y vuelos breves, bañándose en la pequeña pileta y compartiendo el jardín con mirlos, palomas, zorzales y otras especies, gatos "alzados" incluidos.
Hasta que ha llegado Pancho.
Pancho es todo un joven galán. Plumas ligeramente azuladas con negro, tímido en principio,  poco a poquito se ha incorporado a la vida libre después de crecer en una jaula de criadero.
Ver a Pancho disfrutar su libertad es un deleite diario, un placer difícil de describir.
Tal vez soy un ave más cuando les llamo a comer con sonidos guturales, ellos corren sabiendo que de mi mano recibirán el alimento.
Tal vez soy un ave en un rincón ignorado de la ciudad de Dios...


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 "Yo soy Dios. Yo soy tu Dios.
 ... míos son todos los animales del bosque,
¡los miles de animales que hay en las colinas!
 Mías son todas las aves de los montes;
mío es todo lo que se mueve en los campos.  
Si yo tuviera hambre, no te lo diría,
pues el mundo y su plenitud me pertenecen."

Salmos 50: 8-12 

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(Foto del jardín, mi pata coja es la que está al centro)


7 comentarios:

Silvia Parque dijo...

Un saludo afectuoso a tu pata.

ojo humano dijo...

Silvia, de a poco aprendo la comunicación canora. De seguro un saludo lo van a entender, son muy alegres con sus gorjeos.
Será un placer dar tus saludos.
Un abrazo.

Susana dijo...

Qué gusto tener tanta vida en el jardín. Un beso.

Fernando dijo...

Ya son como de tu familia, Ojo Humano. Un pato nunca será tan simpático como un perro pero es más fácil de mantener. Con ellos nunca estarás sola ni aburrida. Y quien cuida de los animales da un paso para ser también cuidadoso con las personas.

Linda foto.

ojo humano dijo...

Susana, es un placer que Dios da en las casas antiguas, porque en las casitas que hacen ahora no hay ni para criar un perro.

ojo humano dijo...

Fernando, han sido una grata compañía en estos años.
Y aunque suene raro, comen comida de perro, fue la que más les gustó de todas las probadas. Así que ni siquiera dan tanto trabajo.
Ahora con la llegada de un pato se ha completado la familia. Había pensado tener por esta fecha patitos nuevos pero los huevos eran infecundos.

CarlosMxAx dijo...

Linda historia de tu pata coja.
Gracias por compartila.
Saludos del futuro...