viernes, 17 de enero de 2020

Nombres en el cielo.

No todos fueron David en el campo de batalla.
Ni todos fueron Moisés frente al faraón.
Ni doce escogidos, depositarios del Reino.
Hubo miles que derrotaron a los filisteos después que David venciera a Goliat.
Hubo varios miles que marcharon a través de las paredes del mar abierto a sus pies.
Hubo por lo menos 500 que siguieron a Jesús de los que poco o nada se sabe, solo son una estadística bíblica.

A menudo los predicadores pronuncian promesas que no todos pueden alcanzar “Dios hará grandes cosas contigo”, “El Señor te quiere para algo grande” suma y sigue.
Pero ¿qué tal si Dios te llama a algo tan anónimo como orar en tu cuarto secreto?
O ¿a trabajar en una oficina de 4 x 4, sin demasiada admiración, fotos y flases?
¿Y si a Dios le place que seas solo madre y no una brillante ejecutiva?
En realidad ¿qué es la grandeza?
No confundir  mediocridad con  anonimato.

Podríamos afirmar sin temor a equivocarnos que -estadísticamente-, son muchísimo más los anónimos que los famosos. Son millones los que vivieron una vida grandiosa de la que nada se sabe. Los anales de la historia no les hicieron justicia (tal vez ellos no quisieron tener "un minuto de fama").

Escribí alguna vez sobre lo común e ignorado de nuestra vida y sin embargo no tenemos traumas que nos desvelen porque hay algo de mayor valor en nosotros y que no podemos pasar por alto: "Sin embargo, no se alegren de que puedan someter a los espíritus, sino alégrense de que sus nombres están escritos en el cielo." (Lucas  10:20)


*Para leer entrada anterior aquí:
https://palabrabreve.blogspot.com/2017/06/comun.html

Fotografía de Reuters, enero 2020
https://www.voanews.com/gallery/january-16-2020#&gid=1&pid=10



4 comentarios:

Susana dijo...

Tienes mucha razón. Son más los anónimos. Un beso

ojo humano dijo...

Saludos, Susana.
Buena salud

Josefa dijo...

Refexiva entrada. Son muchas las personas que sin se famosas han dejado un buen ejemlpo a seguir. Como bien dices sus nombres estan escritos en el cielo
Un beso.

ojo humano dijo...

Bendiciones, Josefa, gracias por la visita y bienvenida a este lugar.