Las tendencias se proyectan a un futuro donde predominará la Inteligencia Artificial. Y eso da un poco de susto.
Me atreví a pedirle a Open AI que escribiera por mi algo breve del verano:
"En la ciudad, el verano era un concierto de asfalto caliente y murmullos de conversaciones apresuradas.
Los edificios atrapaban el sol como esponjas de concreto.
En los parques urbanos, risas y chisporroteos de parrillas creaban una sinfonía efímera.
En las calles, el bullicio y el aroma de comidas callejeras se mezclaban, mientras el verano tejía su propia historia en el paisaje urbano, marcando días que parecían evaporarse con el calor del pavimento.
El verano es un tatuaje de memorias ardientes en la piel de la ciudad."
Tal cual.
Lejos de asustarme (un poco, repito) creo que me atreveré a investigar más.
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Me parece bastante razonable no perder de vista el consejo del apóstol Pablo para cada situación:
"Algunos de ustedes dicen: «Yo soy libre de hacer lo que quiera.» ¡Claro que sí! Pero no todo lo que uno quiere, conviene; ni todo fortalece la vida cristiana."
1 Corintios 10:23
