jueves, 18 de junio de 2015

Pecados financieros: derroche.

No puede conservar una moneda en el bolsillo. Literalmente.
Toda el sueldo lo usa en pocos días, el resto del mes pide prestado.
Como decimos en Chile “le debe a cada santo una vela”.
Gasta más de lo que gana.
Consume más de lo que ingresa.
Disfruta sin fijarse en cantidades.
Es inmoderada en las comidas, mano abierta en las propinas, derrochadora por excelencia.
Cualquier ingreso es poco.

¿Qué le hace falta a mi amiga Ja…?
Unas clases básicas de matemáticas, un cuaderno de entradas-salidas, una buena calculadora y un poco de sentido común.
A muchos nos ha pasado en la vida, nos fuimos de casa -donde no teníamos idea lo de pagar cuentas-, recibimos nuestro primer dinero y lo gastamos todo en un anillo de oro (eso hice yo, y me lo robaron al mes siguiente).
Otros se enfiestan hasta el desvanecimiento.
O se van de shopping y compran de un cuantuay con la excusa que “está de oferta”.

No es fácil aprender el manejo sabio del dinero.
Sea poco, sea mucho, la administración es una ciencia que se aprende pasando hambre y vergüenza (si no has estudiado concienzudamente), a menos que desees vivir endeudado per saecula saeculorum.


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 El que es inteligente obedece la ley; 
el que todo lo malgasta,
 llena de vergüenza a su padre. 


 Proverbios 28:7 

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2 comentarios:

Susana dijo...

Hay un proverbio para cada ocasión. Cuánta sabiduría. Un beso.

ojo humano dijo...

Gracias, Susana.
Los proverbios del rey Salomón son geniales.