TOC, le llaman los estudiosos (que –por cierto- son ordenados).
Mi madre era lo contrario.
Nuestra casa era un surtido de las cosas más extravagantes que imagines.
-Todo sirve-, me decía.
Solo que al momento de buscarlo nunca lo hallábamos.
Mi amiga Edi vivía con sus padres, jardín, patio, un amplio espacio de casa antigua.
Como chica moderna compró un departamento en el Centro de Santiago, a pasos de su oficina.
Drama total.
Apenas cupieron una mesa pequeña, su cama y su PC personal.
-Parece una cajita de fósforos-, nos reímos.
-Tendremos que adelgazar para visitarte- sugirieron las más amables.
Su madre le dio un buen consejo: optimizar los espacios.
Organizar “cada cosa en su lugar y un lugar para cada cosa.”
Mi amiga aún conserva su pieza intacta en la casa de sus padres, privilegios de hija.
Ordenadas sí, con trastorno obsesivo compulsivo (TOC), no.
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Por el Señor son ordenados los pasos del ser humano,
Y el Señor nos guía
Y el Señor nos guía
en el camino de la vida de manera que no caigamos.
Salmos 37:23
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4 comentarios:
Yo soy más como tu madre. Un beso.
El refrán de "cada cosa..." también lo usamos en España y me parece bien útil, Ojo Humano.
Yo vivo solo en una casa grande, pero con los años me voy haciendo maniático del orden y de tirar cosas inútiles. De viejo me imagino viviendo en un piso pequeño, fácil de limpiar, así que ya es como si estuviera entrenando para ello.
Impactante la foto, oye.
Susana, mi madre (QEPD)era una desordenada pero eso lo compensaba con su dadivosidad a toda prueba. El equilibrio es fantástico.
Fernando, ¿verdad que es buena la foto? No sé ni dónde la encontré...también no soy taaaaaan meticulosa.
Y claro, vivir en el completo desorden también es un tema. Ahora que en casa hay un bebé shar-pei (un regalo que no pude rechazar) ni te cuento cómo está mi casa, es tan juguetón que todo lo muerde o lo tira al piso. Espero que de mayor se ordene un poco.
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