martes, 14 de octubre de 2014

Vino, gaseosas,té.

Los evangélicos en Chile hemos cambiado sustancialmente en estos últimos años. 
Tal vez se deba a la bonanza económica, el laicismo tan de moda o los últimos tiempos de los que habla la Palabra. 
Nos sentamos a la mesa, una muestra abundante de carnes a la parrilla, ensaladas surtidas, salsas, pan amasado, bebidas de fantasía…y vino. 
Vino chileno de buenas cepas, según la anfitriona. 
La persona sentada frente a mí se extraña que no beba gaseosas ni vino. No entiendo por qué, él también es cristiano evangélico. 

-Eso de ser abstemio pasó de moda -dice, insistiendo-, además la carne amerita un buen vino. 
-No tengo costumbre, le respondo lacónicamente (para qué le voy a explicar el asunto teológico, no es el momento adecuado).

No me incomoda que otros beban lo que estimen correcto. Cada persona (se supone) conoce su organismo, es responsable de su ingesta y sabrá cómo llegar a su hogar sin conducir en estado de ebriedad. 

¿Es sano para el cuerpo beber alcohol? 
¿Es edificante para el espíritu? 
¿Ayuda a una buena devoción cristiana? 

 Por un lado el rey Salomón defiende el consumo “Anda, y come tu pan con gozo, y bebe tu vino con alegre corazón; porque tus obras ya son agradables a Dios” (Eclesiastés 9:7) y por otro el apóstol Pablo aconseja: “No se embriaguen con vino, lo cual lleva al desenfreno; más bien, llénense del Espíritu.” (Efesios 5:18) 

Chile es un país cada vez más alcoholizado, con todos los problemas primarios y secundarios que genera, desde violencia al interior de la familia hasta accidentes de tránsito con resultado de muerte, pasando por una amplia gama de complicaciones menores que siempre dejan una secuela de dolor. 

Este lunes se ha discutido una medida comunal de restricciones horarias para ventas en bares y botillerías. Sin duda un cambio polémico que dejará contentos a los vecinos y descontentos a usuarios y comerciantes.

En cuanto a mi, déjenme disfrutar mi té chai, frío o caliente, insuperable.








2 comentarios:

Fernando dijo...

En España hubo que prohibir su venta a partir de las 10 de la noche, Ojo Humano. Por supuesto, es una bobada: puedes ir a la 10 menos cuarto y comprarte 80 litros de alcohol.

Estoy conforme con lo que dices. Beber un poco de vino es bueno, embriagarse es malo. Pero el ángel le dice a Zacarías, como un elogio, que su hijo no beberá vino; y Jesús aclara que sus discípulos beben por ahora, porque el novio está con ellos, pero que pronto se irá. Si el Evangelio dice eso debe ser porque Dios valora que se beba poco o nada, ¿no?

ojo humano dijo...

Creo que todo consiste en una cuestión de revelación, hasta los actos cotidianos, podemos actuar tontamente sin darnos cuenta o con sabiduría si la gracia de Dios nos ayuda. A algunos les amanece más temprano que a otros. Algunos mueren sin luz sobre algo, lo que falta para que sus vidas sean completas.Ni siquiera es cuestión de normas.