viernes, 9 de agosto de 2019

Fragilidad.

Se levanta  antes que el sol aparezca entre los cerros, toma un jugo de limón con agua tibia y da el beso de despedida al bebé, una caricia al pelo de la esposa que ya despierta y cierra la puerta de calle con un clic suave.
Pone en marcha la kawasaky 500, pagadera en cómodas cuotas mensuales.
Las mañanas despliegan una brisa limpia que se aspira para energizar el acelerador.
Toma el recorrido matutino, poco tráfico, aparece el sol sobre los cerros, radiante, como presagio de una brillante jornada.

Cinco kilómetros más adelante un camión cargado de frutas pincha una rueda, se estaciona en la berma, coloca las señales de rigor, el conductor baja a reparar el desperfecto.
En una fracción de segundo ve al motorista que vuela por los aires y cae de espaldas sobre la barrera de contención como si fuera una aparición sobrenatural.
Ningún momento es más misterioso que cuando un alma viaja a la presencia de su Creador.

Los periódicos han dado la escueta noticia: Motorista ha fallecido en choque contra camión detenido en la carretera.


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¡Hasta un árbol tiene más esperanza! 
 Si lo cortan, volverá a brotar 
 y le saldrán nuevas ramas. 
 Aunque sus raíces hayan envejecido en la tierra 
 y su tocón esté podrido, 
 al sentir el agua renacerá 
 y echará nuevos brotes como un árbol recién plantado. 
  »En cambio, cuando los seres humanos mueren, 
pierden su fuerza; 
 dan su último suspiro, 
y después, ¿dónde están? 
 Como el agua se evapora de un lago 
 y el río desaparece en la sequía, 
 así mismo la gente yace en la tumba 
y jamás se levanta. 
 Hasta que los cielos dejen de existir, 
nadie despertará ni será perturbado de su sueño.

Job 14: 7-12 (NTV)
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4 comentarios:

Susana dijo...

Nunca sabemos cuándo serà nuestro momento. Un beso

ojo humano dijo...

Así es , Sunana.
Un abrazo

Silvia Parque dijo...

Sí. Ningún momento es más misterioso. Qué impactantes esos versículos.

ojo humano dijo...

Es una historia real, sucedió al hijo de una amiga.
Ha sido toda una tragedia para la familia.
Buen fin de semana, querida Silvia.