jueves, 10 de noviembre de 2016

Invitación.

Para desestresarme de tanta mala noticia que circula en los medios, escribo. Escribo sentada debajo de la parra. Escribo mirando cómo vuelan los zorzales. Escribo sorprendida por el piar de las aves nuevas.
Oigo la naturaleza, potente como enjambre sudoroso en la ciudad plena.



Camina conmigo entre los hibiscos relucientes del verano,
observa el cielo de arreboles
y tomemos una selfi que eternice
el tiempo irreversible.

Guarda en la piel el calor dorado y luminoso.
Una provisión de fuego para los días gélidos
que no tardan en llegar.

Se previsor, llena tus ojos del rojo de las rosas
y tus pulmones del olor a los damascos.
Tendrás una reserva esplendorosa donde
refugiarte confiado en el día infeliz.
 



-------------------------------------------------------------------
Oh, Dios
 Tanto el día como la noche te pertenecen;
    tú creaste el sol y la luz de las estrellas.

Estableciste los límites de la tierra
    e hiciste el verano, así como el invierno.


Salmos 74:16-17 
-------------------------------------------------------------------



 (Fotografía del hibisco que cultivo con esmero)







6 comentarios:

Fernando dijo...

Qué maravilla, Ojo Humano. Gracias por compartirla.

Es verdad: hay que almacenar buenos recuerdos y bellas visiones en la primavera y en el verano para cuando llegue el invierno. Esto vale para el año y también para la vida de cada uno, claro.

Susana dijo...

Qué bonito hibisco. Un beso.

ojo humano dijo...

Soy una persona muy agradecida de la bendiciones de Dios.
Y compartir con los amigos y amigas las hace aún mayores.
La gracia del Señor para conmigo ha sido abundante, totalmente inmerecida e incomprensible.

ojo humano dijo...

Susana:
El hibisco necesita sol y agua. Uso el agua del enjuague de la lavadora, así lo mantengo libre de plagas y se pone bonito. Este es su mejor momento, está enorme.
Una belleza de Dios.
A veces hago una infusión con las flores mustias, es muy rico.

Conchi dijo...

Ojalá pudiera guardar en un recipiente el dorado sol del verano, el olor a primavera y el manto multicolor del otoño. El hibisco está precioso.

Un abrazo.

ojo humano dijo...

Conchi:
Yo también deseo un contenedor donde guardar un poco de calor y la belleza de las flores. Un paliativo es la fotografía que me ayudará en días fríos.
Un saludo.