jueves, 26 de mayo de 2016

Pentecostés.

 "El viento sopla hacia donde quiere. 
De la misma manera que oyes el viento 
pero no sabes de dónde viene ni adónde va, 
tampoco puedes explicar cómo las personas nacen del Espíritu. "
(Evangelio de Juan 3:8 NTV)

Sopla el viento entre los techos
Sopla entre las grietas de los cerros
Los convocados cantan
Esperan lo intangible
“Cuando me vaya vendrá el Viento”
Nunca solos, Yo Soy siempre.
De pronto una brisa perfumada
Un despertar de la creación toda
Una alocada carrera del estruendo sobre los resquicios
Entre las mesas, en los vestidos, en las cabezas
Derramado invisible, inagotable
Transformado en las bocas llenando todo
Idiomas nuevos, lenguas angélicas, léxico desconocido
Resonancias guturales
La tierra se mueve al compás de la algazara
“Están borrachos” vocifera un cínico
Es la Promesa, la Promesa, gritan todos.
Muere una época
En cada dialecto la liberación
Un libro que será quemado en plazas públicas
Persecución y delirio
Cruces iluminando los caminos
Sangre en todos los paisajes
Conmoción hasta lo último de la tierra
El Viento destruye viejos paradigmas
 El Viento levanta y hace caer
Escribe en los alientos exaltados.
Palabras nuncasiempre fusionadas
Hasta la próxima Venida.
 ***



2 comentarios:

Fernando dijo...

Qué profundo, Ojo Humano.

Pentecostés: parece un gran misterio, pero todos los días lo sentimos en nuestra vida cotidiana: cosas que no comprendemos y que un día sí que entendemos; cosas que no logramos hacer y que un día sí que logramos hacer.

Que el Espíritu nos ayude a todos.

ojo humano dijo...

Así es, Fernando. Todo es un gran misterio y algo más allá de nuestras limitaciones. Gracias a Dios por su Espíritu que nos ayuda.
Buen fin de semana para adorar su Presencia.