viernes, 25 de abril de 2014

La dignidad del trabajo.

Anochece sobre la ciudad.
Sentada en un banco de la vereda, espero la hora para ingresar a una reunión importante.
He llegado media hora anticipada, he calculado mal el tiempo de ruta. Ser puntual tiene sus bemoles.

Me entretengo observando el paso apresurado de los peatones, el hogar espera, los hijos, la cena, claro está, después de una o dos horas de viaje en Metro y Transantiago, de ahí la prisa.
Cada uno es un mundo.

De pronto un ruido macizo sobre el cemento.
Ruedas que suenan y voces animadas, el espacio es invadido por carros de basura.
Cada armatoste es conducido por un muchacho de color oscuro.
¿Haitianos? ¿Jamaicanos? ¿Dominicanos?, no sabría precisar, conversan en español con acento centroamericano, ríen, a pesar del trabajo fastidioso que les ha tocado, ríen, son jóvenes, están juntos, tienen empleo, el futuro es esperanzador.
Pasan como una ráfaga, todos de overol azul, no me miran, ensimismados en la faena que les espera, tal vez toda la noche estén limpiando las calles.


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Bienaventurado todo aquel que teme a Jehová, 
Que anda en sus caminos. 
Cuando comieres el trabajo de tus manos, 
Bienaventurado serás, y te irá bien.  

Salmos 128:1-2 

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 la fotografía tomada desde aquí: 
http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2014/04/140421_ciencia_luna_roja_rayo_verde_np.shtml


2 comentarios:

Fernando dijo...

Fíjate qué curioso, Ojo Humano: en Madrid el trabajo de los camiones de la limpieza es muy duro, hay que hacer muchos barrios en poco tiempo, por lo que está bien pagado: los trabajadores españoles nunca han permitido que lo hagan los inmigrantes, pese al mal olor y las molestias, los conductores y los que vuelcan los cubos son todos de aquí.

ojo humano dijo...

Acá los chilenos les da por estudiar en la universidad y de ahí aspiran a trabajos menos pesados, o se van a las minas del Norte donde pagan buenos sueldos, muchos viajan a otras regiones y Santiago tiene poca mano de obra, incluso para las construcciones de edificios.
Un abrazo, Fernando, gracias por tu fidelidad.