martes, 24 de julio de 2012

¿Es la ironía un pecado?



Hace algunos días la maestra de nuestra clase se refirió con un matiz de ironía hacia los estilos de música moderna, aduciendo la cantidad de promesas que los compositores llevan a la iglesia ha hacer cuando cantan y que la mitad o menos quedan sin cumplir.
No es que no esté de acuerdo con la apreciación, aunque convengo que los poetas se dejan llevar por los sentimientos, en especial hacia el Creador, no puedo dejar de  pensar que:

 1.- Muchas canciones se escriben no solo para elevar el alma sino para agradar el oído de aquel a quien están dirigidas, en casi todos los casos, Dios, el Señor.

2.- Las canciones son globales, no podrían identificar todos los estados de ánimo o todos los tipos de caracteres de cada congregación.

3.- El ánimo de muchos compositores es llevar a la persona  un punto más arriba con declaraciones de fe, que si en el presente no son una realidad pueden llegar a serlo a través del compromiso  decidido del hablante o cantante.
Respecto de nuestra profe, creo que es peligroso ironizar en lo que pertenece a la fe, es más, creo que la ironía, mordacidad, sarcasmo no debería ser parte de nuestro lenguaje habitual.
Por cierto, es una apreciación bien personal.




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