viernes, 2 de diciembre de 2022

El juego.


En la comunidad evangélica donde crecí el juego de naipes estaba prohibido.
También el cine, las fiestas,  el cabello corto y vestir pantalones.
He infringido todas esas normas. 

Con los años aprendí que el amor de Dios es Gracia extendida para proveer una vida libre de culpas.
A veces juego este solitario o, con algunas amigas, un carioca. 
A veces voy a una fiesta, celebración de cumpleaños o bodas (si me invitan) y no voy al cine por una cuestión económica; he usado el cabello largo, melena, bob, pixie y no he sido más o menos persona; visto falda, abrigo, poncho, pantalón o una bata casera, priorizo la comodidad y el bajo perfil.  

Un amigo sostiene que "la libertad es libre".
Procuro -con la ayuda de Dios- vivir la fe cristiana cada día, agradando al Señor que amo. Si me pidiera que no juegue esto o vista de otra manera, lo haría sin chistar. 
Por ahora no hay indicaciones.


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Dios los llamó a ustedes a ser libres, 
pero no usen esa libertad como pretexto para hacer lo malo. 
Al contrario, ayúdense por amor los unos a los otros.

Gálatas  5:13 TLA
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4 comentarios:

Susana Moreno dijo...

Creo que se pasaban un poco. Un beso

ojo humano dijo...

Eran costumbres, Susana.
Las costumbres cambian.
Un saludo

Instructor dijo...

Muy Bueno el Articulo, Está Escrito:
Todo es lícito, pero no todo es de provecho. Todo es lícito, pero no todo edifica.(1 Corintios 10:23)

Todas las cosas me son lícitas, pero no todas son de provecho. Todas las cosas me son lícitas, pero yo no me dejaré dominar por ninguna.(1 Corintios 6:12)

ojo humano dijo...

Gracias, Instructor.
Bendiciones