viernes, 30 de octubre de 2020

Pandemia

 

¿Y si lo considerara
como los judíos consideran el sábado,
el más sagrado de los tiempos?

Deja de viajar.
Deja de comprar y vender.
Renuncia, solo por ahora,
a intentar hacer el mundo
diferente de lo que es.
Canta. Ora. Toque solo a aquellos
a quienes encomienda su vida.
Centro hacia abajo.
 
Y cuando su cuerpo se haya quedado quieto,
extienda la mano con su corazón.
Sepa que estamos conectados
de formas aterradoras y hermosas.
(Difícilmente podría negarlo ahora).
Sepa que nuestras vidas
están en manos de los demás.
(Seguramente, eso ha quedado claro)
No extiende las manos
Extiende tu corazón.
Extiende tus palabras.
Extiende todos los zarcillos
de compasión que se mueven, invisiblemente,
donde no podemos tocar.
 
Promete a este mundo tu amor,
para bien o para mal,
en la enfermedad y en la salud,
mientras todos vivamos.
 
–Lynn Ungar 11/03/20




(Tomado desde aquí: 

http://www.lynnungar.com/

Ilustración: Joán Miró, Esperanza)