lunes, 24 de abril de 2017

Fragmentos (parte tres: la verdad)

 
Mi amiga Tam es brillante para exponer temas de Apologética.
Ella me ha motivado a investigar este tipo de literatura que no era de mi mayor interés. Tal vez porque trabaja con grupos de universitarios y yo me dedico a las mujeres y los adultos.
En la vida nos inclinamos por los diversos temas cuando se conjugan la variables que -en muchos casos- no dependen de nosotros sino de la gracia de Dios, su propósito y las personas que nos acompañan en el trabajo educativo.
Gracias, amiga.

"Si tenemos que retornar a la verdad para dar sentido a la existencia, ¿a qué verdad retornaremos? Si hay tantas visiones del mundo, ¿cómo garantizar cuál de ellas es la correcta? Ravi Zacharias nos ofrece algunos criterios para (aquilatar) las propuestas de cualquier cosmovisión: “El sentido común dice que al establecer la convicción en una creencia, hacemos más que ofrecer un deseo del corazón o presentar algunos elementos aislados de las creencias del que hace las reivindicaciones, con las cuales saltamos a conclusiones grandiosas. La verdadera defensa de cualquier reivindicación también debe enfrentarse con las evidencias que la cuestionan o contradicen. En otras palabras, la verdad no es solamente una cuestión de ofensiva, en el sentido de hacer algunas afirmaciones. También es una cuestión de defensa, en el sentido de que debe ser capaz de dar una respuesta racional y sensible a los argumentos contrarios que se sucintan”.

En las palabras de Adela Cortina, “si la fe pretende ser comunicable, debe poseer una base de argumentación que posibilite el diálogo y destruya la desconfianza que produce su resistencia a dejarse examinar por la razón!”
Eso vale para cualquier fe (creencia). Una visión del mundo tiene que ser evaluada por la forma amplia como interpreta la realidad, como también por la suficiencia y coherencia de las respuestas que provee a las preguntas sobre fundamentación de los valores morales, destino final de la humanidad, razón de nuestra existencia, etc.
Está claro que algunas respuestas pueden coincidir en algunos sistemas, pero, mirando para el todo, ¿qué visión del mundo posee propuesta compatible con nuestro deseo no refrenado por la belleza, la verdad y la justicia? Tal vez sea muy pronto para dar una respuesta definitiva. Mantenga la mente abierta para considerar la propuesta cristiana. El enfoque que daremos a continuación propone dar evidencias de cuán completa es la cosmovisión del cristianismo.
En primer lugar considere: ¿Dios existe o es solo una ilusión humana, originada por deseos reprimidos o fantasías ancestrales? Son indagaciones como esas las que el próximo estudio se encargará de responder. "
 Para leer el total del tema aquí:






3 comentarios:

Fernando dijo...

Es un tema muy muy complicado, Ojo Humano. La fe (y, en concreto, la fe cristiana) no es algo irracional, loco, se puede ser muy inteligente y muy culto y tener fe, es algo compatible. Conviene explicar racionalmente -en la medida en que se puede- las cosas de la fe, pero evitando el riesgo de convertir la religión en una filosofía, en un sistema de pensamiento separado de la vivencia de Dios o del amor a los hermanos. Ese riesgo está ahí, como se ve en grandes filósofos o estudiosos de la Biblia que de repente han perdido la fe y se han pasado al bando contrario.

ojo humano dijo...

Bueno, yo conocí una mujer que se volvió loca de tanto estudiar de todo, pero son los menos, obviamente. Aunque no sé si la fe pueda hacer migas con la razón, creo que van por carriles distintos. Porque la razón es limitada y la fe tiene su propia medida. En todo caso saber mucho o saber poco, lo esencial es la aplicación en la vida real de eso que sabemos...creo. Como dices, el amor es el mejor camino y eso lo afirma el apóstol Pablo.
Por cierto, ha temblado otra vez...apenas me paré del escritorio, estaba sacando unas cuentas y tomando té, la verdad es que estamos bien "curtidos".

Fernando dijo...

Hummm... Quizá el temblor merezca una entrada, o quizá ya no, ¿verdad, Ojo Humano?