viernes, 12 de octubre de 2018

Temperancia.

Me llamó casi en la madrugada.
Su voz sonaba confusa, -estoy perdido-, no sé dónde estoy, dijo.
-Pregunta a alguna persona y te voy a buscar, le indiqué.
Una calle en cualquier lugar del mundo, un ebrio “borrado” en medio de una ciudad que amanece en la noche santiaguina, busca el hogar, a veces llega, otras se extravía en su ensombrecida conciencia de la realidad.
Alcoholismo.
En un derroche estadístico hemos resultado entre los más bebedores de Latinoamérica.
Accidentes, muerte en las carreteras por la ingesta excesiva de alcohol, violencia, debilidades del cuerpo y del alma.
De temperancia, poca.
Alcohol y comida “chatarra”.
Altos índices de obesidad, reyes del completo con papas fritas o de la sopaipilla callejera con bastante mostaza y mayonesa.
Moderación es una sana sugerencia que nos cuesta alcanzar.
Alcoholismo, comida, enfermedades venéreas, colesterol por las nubes, diabetes, infartos, las estadísticas nos colocan en los primeros lugares de patologías difíciles de revertir.
Tal vez las generaciones por venir logren una vida sin sellos, más atlética y feliz.
Eso espero y oro a Dios por eso.

-------------------------------------------
"Es cierto que nuestra libertad nos permite hacer cualquier cosa, 
pero eso no significa que todo lo que hacemos sea bueno para nosotros.
 Soy libre de hacer lo que elija, 
elijo nunca ser esclavizado a nada."

1 Corintios 6:12

---------------------------------------------


No hay comentarios: