lunes, 27 de marzo de 2017

Las murallas que protegen nos dividen.

Al final del verano, 
en las murallas rotas donde viejos molinos dispersan 
por las islas sus ruedas mutiladas,...
(Ricardo Molina)
Hay una canción que cantan los jóvenes de mi iglesia… y a veces nosotros. “los muros caerán”.
El presidente Trump quiere seguir edificando el muro entre EE.UU. y México.
Cisjordania, Irlanda, Corea, Chipre, India, Kuwait, tienen sus versiones particulares, vallas alambradas, cemento y alambres de púas, cuchillas hacia el cielo, minas enterradas a punto de estallar, alta tecnología si hay más recursos.
La reja de madera de mi casa, la de fierro de los vecinos, la de latón, ladrillos, muros de elementos sólidos, cortantes, agresivos, cercos de espinos con puntas pestilentes. También hay muros de flores, después de todo son lo mismo, solo camuflados, podríamos llamarles muros hipócritas.
Los muros son reflejos de los miedos.
Nos hablan de ambiciones y desconfianzas.
Queremos estar seguros.
Queremos proteger nuestras pertenencias, aunque sean insignificantes.
Nuestro corazón se muestra en lo alto de cada muralla. Qué tan materialistas somos y cuánto amamos lo que tenemos.  Qué tan discriminadores somos como personas o país.

En la actualidad hay más de 65 países con muros terminados o por terminar. Justificaciones hay tantas como las vallas que se han levantado.

Una oración que le enseñamos a los niños: “En paz me acostaré y asimismo dormiré porque solo tú, Señor, me haces vivir confiado” (Salmos 4:8), a veces también la repito en la oscuridad de la noche.
Mientras menos confiemos en Dios más barreras habrá entre nsosotros.

 


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Pero el Señor afirma: 
Yo seré como una muralla de fuego alrededor de ella, 
y en medio de la ciudad mostraré mi gloria.”» 

Zacarías 2:5

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3 comentarios:

Susana dijo...

Los muros guardan y dividen. Un beso.

Fernando dijo...

Susana lo ha expresado muy bien, Ojo Humano. Nosotros, en España, tenemos dos vallas, más altas con cada Gobierno que llega: las que protegen las ciudades de Ceuta y Melilla para evitar invasiones de inmigrantes desde su vecino Marruecos.

Es muy triste, la gente se echa al mar para llegar a Europa y se ahoga. Pero, desde luego, la solución no es que pueda venir todo el que quiera, igual que no pueden ir a Estados Unidos, a Alemania o a Chile: en España hay millones de personas en el paro y millones de personas en la pobreza, cada inmigrante que llega agrava la situación.

ojo humano dijo...

Así es, amigos.
Rogamos a Dios que los países tengan paz para que puedan prosperar.
A Chile han llegado muchos inmigrantes, de Haití, todavía no son ningún problema, espero que Dios nos ayude a tratarlos bien. Cuando uno no tiene mucho que perder, tampoco tiene rejas inexpugnables.