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domingo, 2 de junio de 2013

Escribir otra vez.

Vuelvo a escribir, ya no como un imperativo social ( o esa banalidad que nos acosa) sino como una necesidad del espíritu.
No busco la observación.
Ni la mirada aprobadora.
Pulir el don, sacarle punta al lápiz, “afilar la sierra”, dijera el gurú aquel.
Para algún día presentar en un pocillo todas las palabras regaladas, ordenadas y limpias en un solo texto, violento, frontal e imperecedero, capaz de cambiar el mundo…o por lo menos mi pequeño mundo.
Estoy en ciernes, buscando a tientas en la neblina, sacando de la confusión una historia, un sentido, una dirección certera, como una hormiga oteando el miligramo de azúcar glorioso.




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Escribe, pues, lo que has visto, 
lo que sucede ahora 
y lo que sucederá después 
Apocalipsis 1:19

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viernes, 4 de enero de 2013

Leer, primer propósito.


¡Ah!, qué buenos propósitos cuando iniciamos un año. Hay en el aire un sentimiento de esperanza-decisión-aventura.
Creemos que los libros nos salvan (en especial El Libro).
Con esa fe nos proponemos cada año al proyecto de leer la Biblia en un año, plan aquí y aquí.
Lograrlo es una aventura y un desafío.
Pero la Biblia no solo nos abre el intelecto para la revelación del Espíritu sino que en algunos casos ha salvado la vida de alguna persona concretamente.
Es lo que nos cuenta la familia de Kurt Geiler, la historia en el interesante sitio de:
nos cuentan que por allá del año 1917 en Francia, Kurt Geiler, soldado alemán, dormía plácidamente con su biblia bajo la almohada —eso de “dormía plácidamente” es un decir, supongo que en plena Primera Guerra Mundial nadie dormía placidamente y menos un soldado—, cuando una bomba explotó. Aunque la bomba dañó parte de su Biblia, ésta sirvió como escudo protector de Geiler, quien además fue uno de los pocos sobrevivientes de la explosión."



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Bienaventurado el que lee

Apocalipsis 1:3
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miércoles, 10 de octubre de 2012

Sizigia.

Ya  he comentado de la página: http://80palabras-lldm.blogspot.com/
que nos plantea semanalmente el desafío de elaborar un texto de más o menos 80 palabras que contengan las 5 indicadas.
He realizado otro mini cuento con las palabras:
COSCURRO
SIZIGIA
PLASTRÓN
VULTO
CAPITIDISMINUIDO.
Si desean leer los aportes de otras personas, visiten el sitio, encontrarán algunos cuentos breves muy interesantes.

 “Miró el resplandor de la SIZIGIA y quedó CAPITIDISMINUIDO, turbado,   sin ganas de vestirse de terno y PLASTRON para ir al trabajo, incapaz de ingerir un bocado de COSCURRO con miel, su manjar favorito, nada.
No se  baña, no lava el VULTO, no hace ejercicios, indiferente a toda noticia,  solo medita y vigila con obstinación el cielo.
Su madre y sus hermanas lo cuidan susurrando y comentando cómo el despliegue de  tanta belleza puede trastornar a las personas.”



miércoles, 3 de octubre de 2012

Biblioteca (parte 1)

 Fernando pregunta qué será de la persona que se deshizo de su Biblioteca.
Esa soy yo,  3 bibliotecas me han abandonado (voluntaria e involuntariamente)
La primera quedó en la casa de mi madre y poco a poco desapareció. Cambios de domicilio, visitas, hurtos hormiga, regalos y todo eso.
Era de madera rústica, la hizo mi tío Enrique (el único que tuve) a mano, bien maciza para que sostuviera todos los mamotretos que se me ocurrieran.
Ahí estaba “El ruiseñor y la rosa”, “Otelo” y “La importancia de llamarse Ernesto”, mis primeras lecturas. Mi madre adquirió esos libros a un muchacho alcohólico que salía a vender lo que fuera por un trago “para la niña”, le dijo hasta convencerla. Imagino que fue la biblioteca de sus padres. Él era muy educado (eso prueba que la ilustración no salva de las pasiones del corazón).
Allí quedaron “Gracia y el forastero”, las obras completas de Gabriela Mistral, los “20 poemas de amor”, tantos escritores que conversaron, me aconsejaron, con los que viajé por el mundo  en largas tardes de invierno,  en la soledad de hija-única-madre-que-trabaja.
Como es obvio, una Biblia Reina-Valera herencia de mi abuela. Y su himnario.
La segunda biblioteca se quemó.
La tercera…bue…esa es otra historia.




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"Feliz el que lee y los que escuchan las palabras..."

Apocalipsis 1:3
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(Tabla de los libros de la Biblia gracias a un envío de Tamara V. )



lunes, 27 de diciembre de 2010

La sangre (1)


 Fui al Banco de sangre. A donar para un amigo.
No pude...mejor dicho no me aceptaron después de un largo test. 
Gracias a Dios no estoy enferma de nada, pero no aceptan personas con alguna operación quirúrgica.
 
Sangre...se nombra poco a pesar de su presencia en todo ámbito humano.
¿Cuál es el valor de la sangre para nosotros, habitantes del siglo XXI, modernos y tan racionales?
Para algunos la transfusión es inviable.
Para otros es dejarla correr después de cortarse las venas.

Los cristianos creemos  que es el perdón de pecados, como lo expresa el apóstol Juan: “de Jesucristo, el testigo fiel, el primogénito de los muertos y el soberano de los reyes de la tierra. Al que nos ama y nos libertó de nuestros pecados con su sangre” (Apoc. 1:5)

Desde  niña escuché que comer sangre era inconveniente para la salud. Algunos lo hacen.
-Bien cocidas son ricas las prietas, se ríe mi amiga Bernarda- y agrega, tú te las pierdes.

¿Existe algún riesgo o simplemente es una indicación israelita?


viernes, 8 de octubre de 2010

Homenaje a la Palabra total.


Descubrí entre  el navegar cibernético esta página:  http://elartedelamemoria.org/
Si eres menor de 30 años tal vez crees que  estás “en el corazón de la vida”, como mi amigo Efe,  que se cree  Highlander, quizás no necesitas nada para la memoria, unas pasas para disfrutar los frutos secos, pero de ahí a pensar en ejercicios, vaya, ¡qué ocurrencia!

La ciencia nos tiene una buena noticia, la mente no declina con el pasar de los años.Una cabecita activa, lectora, creativa y ejercitada desde joven se mantendrá funcionando sin sufrir el temido Alzhéimer.
La vi hace un par de domingos.
Exactamente el 26 de septiembre. 
Se empinó en sus zapatos fashion, su peinado impecable  y sus 82 años de edad.  Muy campante nos recitó de memoria los capítulos 18, 19 y 20 del libro de Apocalipsis.
Su voz era entera y sonora.

El capítulo 21 –dijo- lo dejo para el próximo año.
¡Qué coraje!, ¡Qué valor! ¡Qué exposición!
Naturalmente  todos nos sentimos sobrecogidos por la Palabra de Dios, más aún por la voz que, sin titubeos, nos dio una lección de vida, de persistencia y disciplina.

Le preguntamos cuál es su receta.
Mucha lectura de la Palabra -nos dice- bastante ejercicio al aire libre, pertenecer a Damas de Blanco, buen sentido del humor, orar, cantar meditar, y amar a Dios por sobre todo.