No solo la fe en Dios.
En los progenitores, en la iglesia, en los políticos, en las instituciones.
Una serie de sucesos se fueron juntando como en un movimiento de dominó; una a una las piezas van cayendo por el impulso simétrico de sus acompañantes.
Esta –dijo un pastor que nos visitó- es una crisis de fe, más que una crisis social.
A continuación detalló algunas estadísticas que afirmaban su conclusión.
¿Cómo llegamos a ser un país incrédulo?
Ha sido un proceso largo y meticuloso.
Desde la modesta e ideologizada educación, pasando por los escándalos de corrupción, errores trascendentales en obras públicas, banalidad en el testimonio cristiano, sin contar con las humillaciones en los trámites en oficinas públicas o las eternas esperas en el sistema de salud; los chilenos somos un pueblo paciente, pero a nivel humano todo tiene un límite..
Sacamos a Dios de las aulas, una medida riesgosa; sacamos la ética de los negocios.
Así, suma y sigue.
Con el nacimiento del Internet llegamos a pensar que el mundo se había democratizado y que la violencia ideológica-religiosa estaba en retirada. Constatamos que sigue presente en atentados, pogroms y muertes masivas en diversas partes del mundo.
Violencia encapuchada o a cara descubierta, el efecto es igual.
Según algunos filósofos modernos, todo se inició en 1794 con la revolución francesa, tiempo que ha prolongado las increencias y ha derivado a un agnosticismo complaciente o a un ateísmo militante. Cuando nos dicen “Chile despertó” nos enfrentan a la justificación de la violencia como un arma endémica y tolerada por todas las sociedades, iniciada con la muerte de Abel a manos de Caín, quien, a modo de justificación, pregunta a Dios “¿soy acaso el guardián de mi hermano?”
Toda injusticia pone las convicciones contra el paredón.
Si la fe no es capaz de crear justicia y paz, tenemos que revisar nuestro enfoque y tal vez hasta nuestras prácticas teológicas.
-----------------------------------------
"Cuando la gente no acepta la dirección divina,
se desenfrena.
Pero el que obedece
la ley de Dios tiene alegría.
la ley de Dios tiene alegría.
Proverbios 29:18
-------------------------------------------------