lunes, 28 de agosto de 2017

Analogía de las dos vacas en la actualidad chilena.

Aparte de la contentura natural que se intenta mantener en el diario vivir, por estos días una tiene que desarrollar  un poco (o mucho) humor para resistir las irrupciones propias de los sistemas que –según un querido amigo- “luchan contra el alma” y nos quitan el gozo.
Porque con la política (parece que en todos los países se “cuecen habas”), hay que tener un cierto aguante, indiferencia o sentido de humor.
Personalmente no me brillan las ideas ingeniosas, así que hoy recurriré a mi lectura de domingo, les dejo una introducción y si quieren seguir leyendo va el link al final.
“Una vez más voy a recurrir a la parábola de las dos vacas para explicarles los acontecimientos relevantes de esta semana, que fueron demasiados.
¿Se acuerdan cómo se exponía en simple el funcionamiento de la economía o la política con este modelo?
 Era así:
Socialismo: Usted tiene dos vacas. El Estado lo obliga a darle una a su vecino. El Estado se queda con el 50% de la leche que producen las vacas y reparte igualitariamente el resto.
Comunismo: Usted tiene dos vacas. El Estado se queda con las dos y le da un poco de leche.
Capitalismo: Usted tiene dos vacas. Vende una y compra un toro. Tiene muchas vacas y hace crecer la economía. Teme que algún día venga el Estado y se las quite. Vende las vacas y vive de las rentas.
Sistema chavista: Usted tiene dos vacas. Maduro y Cabello las confiscan, desaparecen, y le echan la culpa al imperialismo de que no haya leche en Venezuela.
Así funciona la analogía.
Apliquémosla ahora a la coyuntura: ….
http://www.economiaynegocios.cl/noticias/noticias.asp?id=392119


----------------------------------------------------------------- 

Pero que se alegren todos los que en ti confían; 
que griten siempre de júbilo, 
 porque tú los defiendes; 
que vivan felices los que aman tu nombre. 
Tú, Señor, bendices… 

Salmos 5:11 (RVC)
 ----------------------------------------------------------------------- 


Para entender la historia de las dos vacas:
https://verne.elpais.com/verne/2015/09/03/articulo/1441277264_769388.html 


lunes, 21 de agosto de 2017

Doña Primavera.


De pronto la ciudad toda se llena de colores, aromas y movimientos ondulantes, la brisa mueve la calle y esparce esporas entre el cabello de las escolares.
Apenas nos hemos dado cuenta, todo florece en la esplendidez del sol.
¡Ah!, la vida fluye, renace, se alboroza.
Apenas sé bailar, si supiera danzaría como los antiguos alacalufes, onas, mapuches...
Mis pies no obedecen al ritmo de mi corazón y no entienden la razón de mis alegrías.
Por ahora te comparto un poema de la incomparable Gabriela Mistral,   muestra breve y premonitoria de la singular belleza que viene a sacarnos de la hibernación.
...

Doña Primavera
viste que es primor,
viste en limonero
y en naranjo en flor.
Lleva por sandalias
unas anchas hojas,
y por caravanas
unas fucsias rojas.
Salid a encontrarla
por esos caminos.
¡Va loca de soles
y loca de trinos!

Doña Primavera
de aliento fecundo,
se ríe de todas
 las penas del mundo...
No cree al que le hable
de las vidas ruines.
¿Cómo va a toparlas
entre los jazmines?
¿Cómo va a encontralas
junto de las fuentes
de espejos dorados
y cantos ardientes?

De la tierra enferma
en las pardas grietas,
enciende rosales
de rojas piruetas.
Pone sus encajes,
prende sus verduras,
en la piedra triste
de las sepulturas...

Doña Primavera
de manos gloriosas,
 haz que por la vida
derramemos rosas:
Rosas de alegría,
rosas de perdón,
rosas de cariño,
y de exultación.

----

lunes, 14 de agosto de 2017

Los ritos sociales.

De niña detestaba los rituales.
Tal vez porque mi infancia fue libre o tal vez por el trabajo de mamá,  me dejaba mucho tiempo libre para disponerlo como quisiera.
Si fuese hoy estaría –sin duda- horas navegando por internet o haciendo zapping en los canales de cable.

Los rituales me incomodaban, a veces me ponían triste, en general los evitaba con excusas como “tengo mucho que estudiar” y otras parecidas.
Y cuando digo rituales me refiero a bodas, cumpleaños, onomásticos, las fiestas patrias, las vacaciones o los años nuevos.
Con el tiempo uno aprende –dice el poeta- y va cambiando algunos paradigmas un poco antisociales y se rinde al amor, la amabilidad y acepta algunas invitaciones, las que nos permitan el trabajo y las responsabilidades hogareñas, por cierto.
La vida tiene sentido en los ritos, las fechas, los signos, las banderas.
Cada pueblo tiene los suyos, cada comunidad se identifica con formas, Jesús fue insoportable a la sociedad farisea porque traspasaba esas formas que les daban sentido de pertenencia y les unían como nación.

Los evangélicos tenemos ritos propios e inalterables, no pocos (tal vez algún día nos atrevamos a detallarlos con la colaboración de algún amigo-a).
Los chilenos somos distintos en rituales a los peruanos, argentinos o venezolanos que han llegado por estas tierras.
Con el advenimiento de otras etnias y otras costumbres estamos aprendiendo que no somos el centro del universo y que hay otras conductas tan bellas y válidas como las nuestras para celebrar lo que sea.



-----------------------------------------------------------------

 Había un hombre allí que tenía una mano paralizada, 
y como buscaban la manera de acusar a Jesús, 
entonces le preguntaron: 
—No se debe sanar en el día de descanso, ¿verdad?

Jesús les contestó:
—Si alguno de ustedes tiene una oveja 
y en el día de descanso esta se cae en un pozo, 
no es verdad que va y la saca del pozo?  
¡Pues un ser humano vale más que una oveja! 
Por lo tanto, está permitido hacerle bien a la gente 
en el día de descanso."

Mateo 12:10-12 (PDT)

----------------------------------------------------------------------


lunes, 7 de agosto de 2017

Una Biblia nueva.

Hace unos días compré esta Biblia, NVI, para uso personal.
Tengo 14 traducciones en formato digital, pero no hay caso, me sigue atrapando la edición impresa, soy un espécimen que necesita papel en todas sus versiones, blanco, de colores, couché o hasta roneo.
Mis dedos añoran la suavidad de las hojas, los oídos buscan –entre tanto ruido infortunado- el sonido apacible al dar vuelta las páginas. Hay una paz cómplice entre libro y lectora, aparte del lenguaje, el color o la grafía.
Venía de regalo una tarjetita para separar las lecturas (si quieres alguna vez regalar un libro, ese es un buen detalle).
Me instalo a hojearla “a lo pentecostal”, donde una abre las páginas se inicia una lectura, sin un método temático u ordenado. Ya habrá tiempo para intentar un estudio libro por libro o exegético, tomar apuntes o hacer comparaciones.
De momento me deleito en este libro nuevo, sin brizna de polvo o marcas de otros dedos.



--------------------------------------------------------------
 ―Señor —contestó Simón Pedro—, 
¿a quién iremos? 
Tú tienes palabras de vida eterna. 
Y nosotros hemos creído, 
y sabemos que tú eres el Santo de Dios.

 Juan 6:68-69 NVI
--------------------------------------------------------------------

miércoles, 2 de agosto de 2017

Ajiaco, recetas chilenas.

Se ha puesto de moda ofrecer en los restaurantes "ropa vieja", o sea, comida reciclada.
Sucede, en la cocina quedan restos, a veces papas, a veces pollo, a veces carne.
No llegaron todos los invitados, no supimos calcular, en fin, podemos reutilizar el alimento sin que pierda su calidad y transformarlo en un buen plato nuevo.
Restos de un asado nos sirven para este sabroso caldo, especial para el invierno.
Unos 300 gramos de carne asada la picamos en tiritas (Si no hay se puede hacer con posta cruda).
4 papas cortadas en juliana no muy delgadas.
1 cebolla, cortada en pluma.
1 zanahoria en juliana (tiritas)
1 huevo.
2 dientes de ajo
1/2 pimentón cortado en tiritas.
1 cucharada sopera rasa de harina.
Cilantro picado.
Ají  a gusto.
1 cubo de caldo concentrado de carne.
Sal y aliños a gusto, particularmente solo empleo orégano.
Preparación:
Sofreir la carne y los aliños, colocar  3 o 4 tazas de agua fría.
Agregar el caldo concentrado y dejar que la carne suelte sabor.
Agregar la zanahoria y la cebolla, luego de unos 5 minutos  las papas.
Cocinar unos 20 minutos más, hasta que las papas estén blandas.
Agregar la harina disuelta en un poco de agua fría
Batir el huevo, agregarle de a poco el caldo de la cocción.
Apagar el fuego. Colocar el huevo, revolver.
Poner cilantro para servir y el ají en un plato para que cada comensal le coloque lo que desee.
Sencillo, y como dicen las chicas modernas "ayudamos al planeta" (y de pasada al bolsillo personal).



-------------------------------------------------------
No se preocupen tanto 
por las cosas que se echan a perder, 
tal como la comida. 
Pongan su energía en buscar la vida eterna 
que puede darles el Hijo del Hombre. 
Pues Dios Padre me ha dado 
su sello de aprobación.

Jesús en el evangelio de Juan 6:27

------------------------------------------------------


(Fotografía gracias a Juan Pablo Turén)