Para mí la que se lleva las palmas es “asumo mi responsabilidad”, señalando la falla en la construcción de un puente público, la pérdida de un equipo de fútbol o la vergonzante pedida de dineros a empresas para campañas políticas, breve muestra de las muchas veces que la hemos oído.
Me provoca una gran interrogante ¿qué se quiere decir con esa frase?
¿Qué se renunciará al cargo?
¿Qué dejará de comer en el mejor restaurante de Santiago?
¿Qué donará su sueldo por el desaguisado que dejó miles de problemas colaterales?
¿Qué dejará la administración pública?
¿Qué se irá al ostracismo?
¿O que se irá de agregado cultural a Europa como “escarmiento”?
¿Qué…?
Las democracias son cada día más extrañas.
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En verdad,
Dios ha manifestado a toda la humanidad su gracia,
la cual trae salvación
y nos enseña a rechazar la impiedad
y las pasiones profanas.
Así podremos vivir en este mundo
con justicia,
piedad
y dominio propio,...
El apóstol Pablo en carta a Tito 2:11-12
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(Fotografía del puente Cau-Cau-Chile)
3 comentarios:
Así es, Ojo Humano. Esa frase sólo tiene sentido si uno dice "... y dimito" o "... y repararé el daño causado" o "... y devolveré el dinero robado". Si no queda en una declaración vacía, inútil, propia del que no asume de verdad su responsabilidad.
En España hay una frase igual de estúpida, cuando un ministro u otro cargo dice (tras un error): "pongo mi cargo a disposición del Presidente". Pero el cargo siempre está a disposición del Presidente por la Ley, pues le puede cesar en cualquier momento, así que la frase es tan vacía como la que tú citas.
Ojalá lo hicieran. Un beso.
Fernando, parece que en todas partes "se cuecen habas" ¿no?
Ruego a Dios eso cambie y tengamos autoridades íntegras.
Sí, Susana, Dios así lo permita, que los dichos no sean solo frases para la prensa sino se hagan realidad. Eso espero.
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