viernes, 8 de abril de 2022

La soledad de un hombre solo.

"Árbol que creces solo
No te canses de dar sombra"

Hubo un momento extraño en aquella reunión. 
Uno de los asistentes tomó la palabra y reprochó a los presentes que ninguno lo había llamado por teléfono cuando tuvo un accidente. 
Ciertamente la aseveración era dolorosa e inexacta ya que varios lo habían visitado en el hospital; las percepciones de soledad se agudizan cuando en retrospectiva se guarda amargura. 

Desarrollar amistades no es sencillo, más aún en un mundo vertiginoso donde cada persona lidia con su propia soledad o necesidades inconclusas. 

Tanto la soledad como la interacción social tienen sus ventajas y desventajas. 

La vida social está sobrevalorada. 
Y la soledad temida. 

Aprender que estar solo es necesario en ciertos momentos. 
Aprender  que Él está siempre presente. 
Aprender  a disfrutar en sociedad. 
Aprender  a ser un buen amigo para otros. 

El Señor enseña a disfrutar con los amigos, en privado o en las multitudes. 
Y también enseña a buscar la soledad como una forma de descanso y comunicación profunda con el Espíritu. 
Confiere a sus seguidores una categoría inédita: “Ustedes son mis amigos”.
Que esa certeza te dé felicidad.
*



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Una voz proclama: 
“¡En el desierto preparen el camino del SEÑOR; 
enderecen calzada en la soledad para nuestro Dios!

Isaías 40:3 RV2015

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4 comentarios:

Susana Moreno dijo...

La soledad es muy dura. Un beso

ojo humano dijo...

Susana, para algunos es fuerte. En mi caso la soledad es creativa.

CarlosMxAx dijo...

La Soledad es mala compañera, en tiempos prolongados.
Somos seres sociables, que debemos interactuar con nuestros pares.
Una soledad breve, no hace daño, pero eterna, al final no hace bien...

Saludos

ojo humano dijo...

Sin duda, Carlos. Es triste estar solo siempre.
Los equilibrios son favorables para la salud.