jueves, 26 de marzo de 2015

Origami y las disciplinas espirituales.

Mucho de lo que somos tiene que ver con la influencia que han ejercido sobre nosotros personas pasadas y presentes.
Mucho de lo que seremos tiene que ver con las decisiones que tomamos bajo esa influencia.

El que una vez me enseñó a doblar papel con santa paciencia llega a casa esta semana.
Origami, papiroflexia o cocotología.
También me enseñó a construir volantines de los más variados diseños, trajo a Rocky (mi perro) y me dio lecciones de sociabilidad que todavía estoy intentando practicar.

Leo algo de las disciplinas espirituales, acerca de la oración, la meditación, la lectura sagrada, hábitos que necesito practicar cada día un poco más. El origami tiene mucha similitud con ellas, hay que sentarse y abstraerse. Hay que olvidar el mundo y concentrarse. Hay que practicar el arte de la paciencia, dejarse moldear, aprender flexibilidad, la imprevista figura en qué nos vamos transformando.

La fragilidad del papel, tan grácil como la vida humana.


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Tú (Señor), con tus propias manos me formaste; 
dame la capacidad de comprender tus mandamientos. 
Cuando me vean los que te honran, se alegrarán, 
porque en tu palabra he puesto mi esperanza.



 Salmos 119:73-74 

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(Figura de mujer de Stephen Weiss)


4 comentarios:

Fernando dijo...

Hummm... Siempre he sido torpe moldeando papel, Ojo Humano, espero que eso no sea presagio de torpeza para las cosas del alma.

Lo que a ti te pasa con el papel a mí me pasa con la cocina: hay que hacer las cosas bien para que el plato salga bueno, igual que hay que construir bien la vida cristiana para que el plato final sea digerible por Dios, tras la muerte.

ojo humano dijo...

A cada uno se le han dado sus propios dones , la idea es practicarlos para honrar al dador. Unos tienen varios, otros no tanto. Intento mejorar, a veces cuesta.
La cocina me gusta mucho pero soy impredecible, a veces me queda perfecta alguna receta, otras un desastre.
Buen símil.

Anónimo dijo...

Las disciplinas son trabajosas pero hacen tanto bien.
Un saludo de tu amiga, Eva.

ojo humano dijo...

Eva querida, así es. Entenderlo es un gran avance.
Un abrazo.