lunes, 2 de octubre de 2017

Distribuir, un don necesario.

Se espera mucho.
Se espera que seas buen ciudadano, ni gordo ni flaco, ni alto ni bajo, ni pobre ni rico, que cumplas el deber cívico, servicio militar al día, papel de antecedentes sin mancha, hoja de ruta sin multas.
Se espera.
Que seas prudente, ni tanto ni tan poco, ni grosero, ni tan fino.
Que pagues las deudas, desde el nacimiento hasta tu féretro.
Que dejes una herencia en contante y sonante todavía se estila, no solo una herencia espiritual.
¿Débitos?, impensable.
En fin, se espera mucho.
Cuidar a los padres cuando son viejitos.
Voluntaria en las damas de blanco, de rojo o de amarillo.
Donar para la Teletón cada año, al Instituto Nacional del cáncer, a la Cruz Roja, al terremoto de México, a los mendigos del barrio...
Una buena propina al mesero.
Ir a sufragar aunque se caigan los patos asados.
Buen ciudadano, buena amiga, que cedas el asiento, que renuncies, ¡ah!, la renuncia, “cosa difícil has pedido",  dijo el profeta.
Mil pedidos pendientes.
Los recursos que Dios  pone en las manos  necesitan ser distribuídos sabiamente.
Necesito ese don.


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 Den, y recibirán. 
Lo que den a otros les será devuelto

Palabras de Jesús en el evangelio de Lucas 6:38
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(Ilustración gracias a: Juan José Merello.)

3 comentarios:

Fernando dijo...

Es importante ponerse límites, Ojo Humano. Si uno pretende contentar a los demás en todo se vuelve loco, pues los demás son insaciables y amigos de meterse en la vida ajena. Hay que poner límites y hay que poner orden: saber que es lo 1º, que es lo 2º, que es lo 3º; hacer lo 1º, si se puede lo 2º y si se puede lo 3º. Con calma. Con la gracia de Dios.

¿Qué es lo de las damas de esos colores?

Susana dijo...

La vida está llena de pequeños sacrificios. Un beso.

ojo humano dijo...

Así es, Fernando. Se podría dar todo y no saciarías lo que se pide.
Se necesita gracia de Dios ...y a veces la capacidad de negarse.

Susana, cuánta razón. Pero también hay pequeñas recompensas.