jueves, 14 de julio de 2016

Vida cotidiana.

Mientras duermo,
mientras viajo en Metro,
mientras digito estas letras,
la rosa que estallará al sol mañana trabaja presurosa en sus colores.

Mientras lidio con papeles en el Banco por un cobro sin sentido,
mientras reviso las cuentas del supermercado,
mientras visito una amiga enferma,
el limonero pone jugo a los limones que exprimiré en mi ensalada.

Mientras ruego en oración,
mientras sonrío,
mientras preparo una merienda,
mientras tomo un té chai a media tarde, 
el mar no deja de besar mi playa favorita, una y otra vez.

Si no viajo,
si no duermo,
si no voy al Banco,
si no canto,
si me encierro en una pena,
a rosa estallará mañana, esplendorosa,
el limonero dará su acidez,
el mar seguirá agitando sus aguas,
los ríos mantendrán su curso,
la nieve cae sobre Los Andes cada vez más blanca...

Me pregunto ¿qué tan indispensable soy?





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 Me di cuenta de que nadie puede descubrir 
todo lo que Dios está haciendo bajo el sol. 
Ni siquiera los más sabios lo descubren todo, 
no importa lo que digan.

Eclesiastés 8:17 (NTV)

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4 comentarios:

Susana dijo...

Qué gran reflexión. Un beso.

ojo humano dijo...

Gracias, Susana.
Un abrazo.

Fernando dijo...

Qué preciosidad, Ojo Humano.

Sí, no somos nada imprescindibles. Todo sigue aunque uno no lo atienda. Y un día uno se muere y la rosa sigue formándose y las olas siguen llegando y sigue nevando sobre los Andes.

Esto es lo triste. Lo bueno es: voy a fijarme en todo, en el árbol que crece, en el río que fluye, en la nube que pasa, no hay que ir la cine ni al teatro, ya la propia naturaleza nos deslumbra.


Bonito poema, de verdad.

ojo humano dijo...

Gracias, Fernando.
Hay que vivir disfrutando al máximo las bendiciones de nuestro Dios, aunque también hay tristezas grandes como lo de Francia.
Ruego por Europa.