La sequía que nos acompañaba por varios años nos abandona y de nuevo los ríos vuelven a su caudal.
Hacemos sopaipillas, leemos, escuchamos música y el infaltable mate. La vida se detiene mientras escuchamos el sonido inalterable del agua.
El ciclo de la naturaleza nos bendice con ese elemento imprescindible.
Gracias sean dadas a Dios.
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(Dios)
"Levanta las nubes desde el extremo del mundo,
hace los relámpagos que anuncian la lluvia,
y de sus depósitos saca al viento."
Salmos 135:7 DHH
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2 comentarios:
desde el norte, con un día soleado veo como se ha dejado caer la lluvia, muy cierto lo que dices, pero también una pena los daños colaterales que esta causando el agua, mucho fuerza a la gente del sur.
saludos
Tienes razón, Carlos. Aun así la tragedia no le resta el enorme beneficio que necesitábamos con urgencia.
Bendiciones.
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