lunes, 13 de noviembre de 2017

Como monos porfiados.

Nos hablaron de los beneficios de memorizar.
Nunca memorizamos.

Nos enumeraron latamente las gracias de la comida sana.
Volvimos a comer chatarra.

Nos mostraron los peligros de conducir bajo la influencia del alcohol.
Dijimos que con una copa en el cuerpo conducíamos mejor.

Nos revelaron el agrado por la buena lectura.
Abrir un libro se nos hizo un arduo trabajo.

Ahora –pasados los años- sufrimos Alzheimer.
Diabetes.
Hipertensión arterial.
Infartos mortales.
Obesidad mórbida.
La muerte cada fin de semana “hace su agosto” en las autopistas.

En esta pasada los chilenos hemos reprobado de curso.


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 Dice Dios:
"Yo los atraje a mí con cuerdas humanas, 
¡con cuerdas de amor!
 Estaban sometidos al yugo de la esclavitud, 
pero yo les quité ese yugo y les di de comer.
Pero no quisieron volverse a mí."

(Profeta Oseas 11:4-5)


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(Fotografía de moais, Isla de Pascua)

6 comentarios:

Fernando dijo...

Bueno, Ojo Humano, tampoco hay que amargarse: es probable que pese a haber llevado una vida sana y esforzada hubiéramos acabado teniendo todas esas enfermedades; y -en todo caso- parece probable que acabemos muriendo, así que tampoco hay que amargarse por nuestra falta de esfuerzo.

Susana dijo...

No será porque no nos adviertan. un beso.

ojo humano dijo...

En realidad, Fernando. Pero igual me apena que se pierdan placeres como la lectura o la fe.
Por cierto, espero que vuestro invierno no sea tan largo como el nuestro. Recién ahora está cálido el clima.

ojo humano dijo...

Así es, Susana.
Mucha oferta nos hace perdernos en minucias.

Silvia Parque dijo...

Es muy interesante comparar las enfermedades de "antes" y las de "ahora" y contemplar las posibles causas de lo que pasa ahora. Hay enfermedades que se dan más porque se asocian a la vejez y las personas actualmente viven más años.
El caso del cáncer me llama la atención. Tengo una amiga oncóloga que me dice que demasiadas cosas son "potencialmente" cancerígenas como para preocuparnos por eso, que lo único que verdaderamente tiene sentido evitar (para prevenir desarrollar cáncer) es fumar. Sin embargo, antes había menos casos de cáncer y era relativamente normal que hasta los niños fumaran; se fumaba en los hospitales y en los aviones. Habría que pensar que tal vez había cáncer que no era diagnosticado como tal. Esa es otra cuestión: puede que ahora haya más conciencia de enfermedad y más diagnósticos.
En cualquier caso, es verdad que a veces sabemos que algo nos hará daño y no lo evitamos, a veces sabemos que algo nos hará bien y lo dejamos de lado. De lo que hace apasionante el estudio del comportamiento humano.

ojo humano dijo...

Así es, querida Silvia. Estoy haciendo un estudio más detallado acerca de nuestras motivaciones y me he encontrado con un tema que da para largo rato.
Un abrazo.