Cuando vaya a las compras. Cuando riegue las plantas. Cuando visite una amiga. Que Dios esté presente en la vida real, no solo cuando me inclino en el templo o en el dormitorio.
Algo he avanzado, pero es una disciplina a la que hay que darle espacio.
Las distracciones nos envuelven y de pronto tengo mil y un asunto en la cabeza.
Es necesario que vuelva a lo prioritario para la vida del espíritu.
Y encontré esta oración muy práctica y contundente, la estoy memorizando. Es del obispo Patricio de Irlanda:
"Cristo conmigo,
Cristo frente a mí,
Cristo tras de mí,
Cristo en mí,
Cristo a mi diestra,
Cristo a mi siniestra,
Cristo al descansar,
Cristo al levantar,
Cristo en el corazón de cada hombre que piense en mí,
Cristo en la boca de todos los que hablen de mí,
Cristo en cada ojo que me mira,
Cristo en cada oído que me escucha.
Me levanto hoy
Por medio de poderosa fuerza, la invocación de la Trinidad,
Por medio de creer en sus Tres Personas,
Por medio de confesar la Unidad,
Del Creador de la Creación."
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Esten siempre gozosos.
Oren sin cesar.
Den gracias en todo,
porque esta es la voluntad de Dios
para con vosotros en Cristo Jesús.
(1 Tesalonicenses 5:16-18)
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Ilustración de: Irena Sliwinski
4 comentarios:
Si te la aprendes tendrás mucho mérito, Ojo Humano.
Estoy seguro que ya rezas mucho, de continuo: cuando ves la luz del sol, cuando ves una flor bonita, cuando ves un niño llorar, cuando ves a dos discutiendo fuerte, cuando ves un alcohólico... Estoy seguro, Ojo Humano, que ya rezas mucho y continuamente.
Siempre se puede más, desde luego.
Yo rezo varias veces al dìa. Un beso.
Es verdad, Fernando. Pero siempre es bueno intentar un poco más, en especial estos días ajetreados de regreso de vacaciones.
Feliz Primavera.
Qué bueno, Susana. La oración nos hace mucho bien.
Por cierto, que tengas un lindo inicio de Primavera, con una excelente salud.
Aquí ya se ha dejado caer el frío.
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