Para la política, las fiestas, la comida y las relaciones.
Lugares comunes de nuestro 18, que la chicha debe ser dulce…y de Curacaví, las empanadas chilenas son las mejores, que nuestro asado supera al de los argentinos, que no hay otro baile como la cueca y por supuesto que el vino chileno no sé cuántas medallas ha ganado, en fin, como dijera el sabio aquel “nada nuevo bajo el sol”.
Este año he decidido pasar por alto la parafernalia de septiembre.
Ninguna visita de cortesía que deja 3 o 4 kilos de exceso en el peso que cuesta mantener.
Nada de espectáculos televisados con un idioma manido. No me explico para qué estudian los periodistas 6 o 7 años si se copian unos a otros sin siquiera ruborizarse.
Esta vez me rebelo como cualquier opositor en ciernes.
Equipada con las más variadas armas pretendo poner defensa ante el ataque de la exageración fiestera:
Libros de cabecera: 5
Películas de video: 3
Música cristiana: 6
Y como siempre (sí, yo también me repito), una Biblia, versión RVR.
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"... reconocieron que eran extranjeros y peregrinos en esta tierra.
Porque los que dicen esto,
claramente dan a entender que buscan una patria;
pues si hubieran estado pensando en la patria de donde salieron,
tiempo tenían para volver.
Pero
ellos anhelaban una patria mejor, es decir, la patria celestial.
Por
eso Dios no se avergüenza de llamarse su Dios;
al contrario, les ha
preparado una ciudad."
Hebreos 11:13-15
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3 comentarios:
La mejor patria es la patria celestial. Un beso.
Caramba, Ojo Humano, todo es compatible. Y es bonito sentirse parte de una Patria, compartir unas emociones, sentir un "nosotros", evitando todo lo que dices de exceso de comida, exceso de visitas, exceso de retórica.
En todo caso ¡¡¡viva Chile!!!
Definitivamente, Susana.
Fernando, evitaremos todo eso y claro que ¡¡¡VIVA CHILE!!!
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