viernes, 13 de octubre de 2017

Cazador de sombras.

 "Está lejos lo que ha sido, 
Y en extremo profundo.
 ¿Quién lo descubrirá?"
Eclesiastés 7:24

Existen seres humanos maravillosos.
Personas que nos reconcilian con la fe y nos provocan una notable luminosidad.
Es lo que me ha sucedido –por estos días- con Martín Gusinde (*).
Un hombre fuera de serie, como las joyas que merecen ser miradas, investigadas, admiradas  y pensadas (lamento que no esté entre nosotros, me hubiera gustado conocerlo).
Ha dejado una impresión profunda en mis ojos y en el alma cuando he descubierto  sus libros, fotografías y su vida compartida con nativos desposeídos, ignorados y exterminados en el punto más austral de la tierra.
Alguna vez escribí sobre indígenas yámanas.
Apenas una viñeta, una nota breve, casi al pasar.
Remedio mi liviandad descubriendo al sacerdote Gusinde, de quien me siento lectora total (y en deuda).

"Ahora me puede preguntar sorprendido el lector: ¿De dónde proviene tanto contenido y tanta cristalina pureza en esos principios, y de dónde surgen tal cantidad de factores para dirigir rectamente la voluntad a la satisfacción de tantas y tan diferentes exigencias? Pues bien, todo tiene su origen en la creencia religiosa de nuestros hombres primitivos en la Tierra del Fuego. Porque creen en una religión monoteísta, la que constituye, sin duda alguna, la forma superior de religión, y porque practican una fe viva, tienen alas nuestros indios para realizar sus actos morales y llegar a la consecución de sus altos ideales pedagógicos. Como actor de todo el complicado ritual de las ceremonias de iniciación a la pubertad, reconocen y denominan a Hidábuan (= mi padre), al gran espíritu puro, que siempre está. presente como único poder. De él proceden todas las costumbres y formas de vivir existentes, las leyes y derechos; él vigila su observancia y castiga su incumplimiento con enfermedades o muertes prematuras. De él se deriva la vida y la felicidad, la salud y toda clase de éxito, el tiempo bueno y el malo. Este gran espíritu está siempre presente en la conciencia de nuestros Yámanas, y todos se reconocen obligados a sus mandatos. También es de admirar que toda la educación de la juventud está impregnada de esta creencia en el dios vivo; y como tiene una base religiosa, se obtienen tan excelentes y seguros resultados. Para estos hombres primitivos del Archipiélago del Cabo de Hornos es evidente -y actúan conforme a ella- que, sin una creencia efectiva y real en un dios, faltaría el fundamento moral de toda acción pedagógica sobre la juventud." (Tomado de su libro:Hombres primitivos en la Tierra del Fuego, pág: 294)
 
 (*)  http://www.memoriachilena.cl/602/w3-article-3602.html

  http://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/los-fueguinos--0/html/

lunes, 9 de octubre de 2017

Un nuevo trabajo.

Inicié un trabajo nuevo.
Siempre lo desconocido provoca nerviosismo.
Se ha creado un proyecto en el Consultorio de Salud.
La jefa me lleva a conocer el lugar y me explica mis tareas.
Ayudar visitando a una cuidadora de personas postradas, compartiendo tiempo con ella, escuchar sus tristezas (que siempre las hay), compartir algunos ejercicios cognitivos, en fin, hacer su vida -ya dificíl- un poco más vivible.
Por cierto, nadie es dios para otro; el Dios verdadero, en el misterio de su misericordia, puede crear esperanza y descanso en este breve tiempo.
“Mi cuidadora” es una mujer esforzada y valiente.
Tiene la tarea de vigilar y atender una niña perturbada, un padre enfermo y una madre que apenas se levanta de la cama. ¡Vaya, todo el día sin parar!
Conversamos, el sol de la tarde nos pilla conociendo dos mundos distintos, intercambiamos  historias, risas, recuerdos de la memoria colectiva chilena.
En  la despedida me sonríe y dice “por favor, no me deje sola”.
Esa frase me estremece.
He prometido ser fiel a la tarea que se me ha confiado.
Me encomiendo a la gracia de Dios.



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Porque Dios no es injusto
 como para olvidarse de las obras
 y del amor que, para su gloria,
ustedes han mostrado sirviendo a los santos, 
como lo siguen haciendo.
  Deseamos, sin embargo, 
que cada uno de ustedes siga mostrando ese mismo empeño 
hasta la realización final 
y completa de su esperanza. 

Hebreos 6:10-11


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(Fotografía del chileno Sergio Larraín, tomada de dibam)

jueves, 5 de octubre de 2017

Pancho y las patas.

Una vez escribí:  "...esta pata  -coja pa’ más remate-, es la mía, la que me ha tocado en la vida y es mi responsabilidad cuidarla, amarla como a cualquier personita."
Era el año 2015 (¡Dios, cómo vuela el tiempo! ), la pata heredada de los habitantes anteriores se quedó como una reliquia viviente, dueña del jardín.
Con el tiempo incubó unos huevos infecundos.
Para consolarla compramos un par de patitos que alegraron sus días, los adoptó tal vez creyendo que eran hijos propios. Así han vivido en libertad y vuelos breves, bañándose en la pequeña pileta y compartiendo el jardín con mirlos, palomas, zorzales y otras especies, gatos "alzados" incluidos.
Hasta que ha llegado Pancho.
Pancho es todo un joven galán. Plumas ligeramente azuladas con negro, tímido en principio,  poco a poquito se ha incorporado a la vida libre después de crecer en una jaula de criadero.
Ver a Pancho disfrutar su libertad es un deleite diario, un placer difícil de describir.
Tal vez soy un ave más cuando les llamo a comer con sonidos guturales, ellos corren sabiendo que de mi mano recibirán el alimento.
Tal vez soy un ave en un rincón ignorado de la ciudad de Dios...


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 "Yo soy Dios. Yo soy tu Dios.
 ... míos son todos los animales del bosque,
¡los miles de animales que hay en las colinas!
 Mías son todas las aves de los montes;
mío es todo lo que se mueve en los campos.  
Si yo tuviera hambre, no te lo diría,
pues el mundo y su plenitud me pertenecen."

Salmos 50: 8-12 

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(Foto del jardín, mi pata coja es la que está al centro)


lunes, 2 de octubre de 2017

Distribuir, un don necesario.

Se espera mucho.
Se espera que seas buen ciudadano, ni gordo ni flaco, ni alto ni bajo, ni pobre ni rico, que cumplas el deber cívico, servicio militar al día, papel de antecedentes sin mancha, hoja de ruta sin multas.
Se espera.
Que seas prudente, ni tanto ni tan poco, ni grosero, ni tan fino.
Que pagues las deudas, desde el nacimiento hasta tu féretro.
Que dejes una herencia en contante y sonante todavía se estila, no solo una herencia espiritual.
¿Débitos?, impensable.
En fin, se espera mucho.
Cuidar a los padres cuando son viejitos.
Voluntaria en las damas de blanco, de rojo o de amarillo.
Donar para la Teletón cada año, al Instituto Nacional del cáncer, a la Cruz Roja, al terremoto de México, a los mendigos del barrio...
Una buena propina al mesero.
Ir a sufragar aunque se caigan los patos asados.
Buen ciudadano, buena amiga, que cedas el asiento, que renuncies, ¡ah!, la renuncia, “cosa difícil has pedido",  dijo el profeta.
Mil pedidos pendientes.
Los recursos que Dios  pone en las manos  necesitan ser distribuídos sabiamente.
Necesito ese don.


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 Den, y recibirán. 
Lo que den a otros les será devuelto

Palabras de Jesús en el evangelio de Lucas 6:38
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(Ilustración gracias a: Juan José Merello.)

lunes, 18 de septiembre de 2017

Santiago tomado por aves solitarias.

“La única cosa que nos consuela de nuestras miserias es el divertimiento, 
y, sin embargo, es la más grande de nuestras miserias. 
Porque es lo que nos impide principalmente pensar en nosotros, 
y lo que nos hace perdernos insensiblemente. 
Blaise Pascal 

Mis amigos se van por las Fiestas Patrias.
El viernes por la tarde la ciudad quedó como pueblo deshabitado.
¿A dónde irán?
No importa mucho, la idea es salir de casa, estar donde todos están, la playa, el Norte.
Al extranjero si hay más “lucas”.
Cada año me asaltan las mismas interrogantes, con ligeras variaciones.
¿Por qué escaparse de su casa?
¿Por qué no intentar el placer de dormir hasta tarde, comer cualquier cosa y vagabundear por la ciudad?
Trabajan con horarios inhumanos, a veces muchas horas de pie, el estrés los consume ¿por qué conducen en filas descomunales para salir de Santiago (y para volver)?
Una querida amiga tiene su teoría, “no les gusta la soledad”, me dice.
¿Será?
“Estar solo –dice Ely- los enfrenta con sus miedos, sus deseos insatisfechos y su necesidad espiritual”.
Tal vez tenga algo de razón.
La ciudad se ha vuelto opresiva, muchos vehículos, mucho ruido, poca paz en las calles.
Lo extraño es que todos se van y llevan consigo el ruido.
Por mí, qué disfrute.
Canto de aves,  buenas lecturas, aire primaveral y un menú  especial para celebrar a Chile.
Días perfectos.


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 «Quédense quietos, reconozcan que yo soy Dios.
 ¡Yo seré exaltado entre las naciones! 
¡Yo seré enaltecido en la tierra!»

Salmos 46:10

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jueves, 14 de septiembre de 2017

Contar la vida.

Me preguntó
la historia de mi vida.
Pensé, pregunta sospechosa
Intrigante
¿Por qué estaría alguien
Interesado en mí?
Y ¿cómo podría relatar los días
Los años, las veces que lloré
Las mil horas de espera
Las humillaciones
La intensa alegría
La soberana paz
Las olas tocando el borde, amenazantes
La tierra moviendo su estructura?

¿Cómo explicar la perplejidad que provoca
el amor de Dios?

¿Cómo contar la resplandeciente mañana
De la revelación?

Toda historia es sesgada
Una imagen detenida en el tiempo
El boceto de un pintor tenaz
La pobre interpretación de un momento inasible.
Ni con todo empeño
Ni con todas las palabras
De una vida solo se sabe
Fechas, anécdotas, notas al margen.




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  Mientras vivimos en este cuerpo terrenal, 
gemimos y suspiramos, 
pero no es que queramos morir 
y deshacernos de este cuerpo que nos viste. 
Más bien, 
queremos ponernos nuestro cuerpo nuevo 
para que este cuerpo que muere sea consumido por la vida. 
Dios mismo nos ha preparado para esto, 
y como garantía nos ha dado su Espíritu Santo.

2 Corintios 5:4-5


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lunes, 11 de septiembre de 2017

Conversaciones de sobremesa.

 "No hay nada como naufragar en el océano infinito del amor de Dios".

Conversamos con algunos amigos en la sobremesa de un buen almuerzo.
Las declaraciones grandilocuentes de algunos personeros de la presidencia y sus detractores nos desconciertan.
Para unos este gobierno está haciendo historia cambiando una gran cantidad de leyes que -según ellos- darán un giro a nuestro país (no se explicita si el giro es más a la izquierda o al centro).
Para otros es el peor gobierno que hemos tenido, justamente por las leyes que se están promulgando.
¿Vivimos una ficción?
¿Alguien mueve los hilos y nosotros no sabemos nada de nada?
¿Cómo puede escribirse nuestra historia cuando hay tanta diferencia en cada mirada?
Cero objetividad.
Cero imparcialidad.
Cero pensamiento crítico.
Es como si estuviéramos en medio de dos “barras bravas” peleadas a morir.
-Bueno, acota uno de los comensales, para algunos todavía Allende es lejos el mejor gobernante que hemos tenido. Y para otros el peor. No hemos cambiado demasiado en nuestras percepciones.

No sé si en todos los países será así.
Muy poco he salido de Chile, no tengo punto de comparación. Imagino que algunos serán más ecuánimes, otros más beligerantes, al final del día si no hay una devoción por Dios, la política, el grupo, el clan o su equipo favorito se transformará en una religión.
El dogma no se puede discutir.
Claro que nada de lo que sostenemos  tibiamente o a ultranza da el ancho para una “guerra santa”.
¿O sí?

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 El que ama a su padre 
o a su madre más que a mí, 
no es digno de mí. 
El que ama a su hijo 
o hija más que a mí, 
no es digno de mí.
El que no toma su cruz y me sigue, 
no es digno de mí. 
El que halla su vida, la perderá; 
y el que pierde su vida por causa de mí, 
la hallará.


Evangelio de Mateo 10:37-39

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viernes, 8 de septiembre de 2017

Dos poetas chilenos.

"Las montañas duermen abajo y quizás las
margaritas enciendan el campo de flores
blancas. Un campo donde Los Andes y el
Pacífico abrazados en el fondo de la tierra
muerta despierten y sean como un horizonte
de flores nuestros ojos ciegos emergiendo
en la nueva primavera,..."

Don Nicanor estrenó el martes recién pasado año nuevo.
103 bien vivimos y “escribidos” septiembres.
A Raúl Zurita se le otorga un premio más.
"El poeta chileno Raúl Zurita se hizo acreedor de la versión número XVII del Premio Iberoamericano de Letras José Donoso 2017, reconocimiento que desde el año 2001 entrega la Universidad de Talca. "
"Qué maravilla, que sorpresa y que alegría", fueron las palabras con que el escritor respondió a la noticia que recibió en Colombia, donde se encuentra participando en un festival de poesía.”

Job, David y Salomón.
Zurita, Hahn, Borges y Parra han dado a mi vida momentos esplendorosos, casi tanto como una puesta de sol sobre el Pacífico o una llovizna sobre Santiago en pleno febrero,  cuando el sol amenaza dejarnos achicharrados.
Tantas palabras...son el mejor regalo y privilegio de Dios que ha dado a los hombres.


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Que nunca te abandonen el amor 
y la verdad: 
llévalos siempre alrededor de tu cuello 
y escríbelos en el libro de tu corazón.
Proverbios 3:3
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lunes, 4 de septiembre de 2017

Que venga el atardecer.

Múltiples tareas me sustraen el placer de la escritura.
Me dejo querer por amigas que invitan a tomar té, tomo un curso de ejercicios cognitivos para trabajar en el Consultorio de la Comuna, viajo al Norte bordeando las playas limpias, saco a pasear al perro que vive como una persona más en casa, mi pata hizo nido con nueve huevos, tendremos patitos esta primavera.
Memorizo Eclesiastés 12 con mucho esfuerzo.
Ordeno fotografías familiares, las clasifico, recuerdo otros tiempos sin nostalgia.
Las Fiestas Patrias ameritan adornos, voy de compras al barrio Meiggs, un travesti ofrece un espectáculo en una plazuela, le acompaña un hombre disfrazado de león, un poco grotesco, el humor burdo al que recurren me entristece.
Un amigo me envía este poema de Jane Kenyon, me ha gustado.
Vuelvo a leer poesía.


"Que la luz del atardecer brille por las grietas del establo, 
que ascienda por los fardos de heno a medida que el sol baja. 
Que el grillo comience su rasgueo 
igual que una mujer sus labores de aguja 
y estambre. Que venga la noche. 
Que el rocío se acumule en la azada abandonada 
en la hierba crecida. Que aparezcan las estrellas
y la luna descubra su cuerno de plata. 
Que el zorro retorne a su guarida arenosa. 
Que amaine el viento. Que oscurezca 
dentro del cobertizo. Que venga la noche. 
A la botella en la zanja, a la pala 
en la avena, al aire en el pulmón, 
que venga la noche. 
Que venga como sea, y no temas. 
Dios no nos deja sin consuelo, que venga la noche. "

Jane Kenyon (Ann Arbor, Michigan, 1947-New Hampshire, 1995). 
https://www.poets.org/poetsorg/poet/jane-kenyon


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 "...exhortamos por nuestro Señor Jesucristo, 
que trabajando sosegadamente, coman su propio pan. 
 
 Y vosotros, hermanos, no os canséis de hacer el  bien.

 1 Tesalonicenses 3:12-13

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lunes, 21 de agosto de 2017

Doña Primavera.


De pronto la ciudad toda se llena de colores, aromas y movimientos ondulantes, la brisa mueve la calle y esparce esporas entre el cabello de las escolares.
Apenas nos hemos dado cuenta, todo florece en la esplendidez del sol.
¡Ah!, la vida fluye, renace, se alboroza.
Apenas sé bailar, si supiera danzaría como los antiguos alacalufes, onas, mapuches...
Mis pies no obedecen al ritmo de mi corazón y no entienden la razón de mis alegrías.
Por ahora te comparto un poema de la incomparable Gabriela Mistral,   muestra breve y premonitoria de la singular belleza que viene a sacarnos de la hibernación.
...

Doña Primavera
viste que es primor,
viste en limonero
y en naranjo en flor.
Lleva por sandalias
unas anchas hojas,
y por caravanas
unas fucsias rojas.
Salid a encontrarla
por esos caminos.
¡Va loca de soles
y loca de trinos!

Doña Primavera
de aliento fecundo,
se ríe de todas
 las penas del mundo...
No cree al que le hable
de las vidas ruines.
¿Cómo va a toparlas
entre los jazmines?
¿Cómo va a encontralas
junto de las fuentes
de espejos dorados
y cantos ardientes?

De la tierra enferma
en las pardas grietas,
enciende rosales
de rojas piruetas.
Pone sus encajes,
prende sus verduras,
en la piedra triste
de las sepulturas...

Doña Primavera
de manos gloriosas,
 haz que por la vida
derramemos rosas:
Rosas de alegría,
rosas de perdón,
rosas de cariño,
y de exultación.

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lunes, 14 de agosto de 2017

Los ritos sociales.

De niña detestaba los rituales.
Tal vez porque mi infancia fue libre o tal vez por el trabajo de mamá,  me dejaba mucho tiempo libre para disponerlo como quisiera.
Si fuese hoy estaría –sin duda- horas navegando por internet o haciendo zapping en los canales de cable.

Los rituales me incomodaban, a veces me ponían triste, en general los evitaba con excusas como “tengo mucho que estudiar” y otras parecidas.
Y cuando digo rituales me refiero a bodas, cumpleaños, onomásticos, las fiestas patrias, las vacaciones o los años nuevos.
Con el tiempo uno aprende –dice el poeta- y va cambiando algunos paradigmas un poco antisociales y se rinde al amor, la amabilidad y acepta algunas invitaciones, las que nos permitan el trabajo y las responsabilidades hogareñas, por cierto.
La vida tiene sentido en los ritos, las fechas, los signos, las banderas.
Cada pueblo tiene los suyos, cada comunidad se identifica con formas, Jesús fue insoportable a la sociedad farisea porque traspasaba esas formas que les daban sentido de pertenencia y les unían como nación.

Los evangélicos tenemos ritos propios e inalterables, no pocos (tal vez algún día nos atrevamos a detallarlos con la colaboración de algún amigo-a).
Los chilenos somos distintos en rituales a los peruanos, argentinos o venezolanos que han llegado por estas tierras.
Con el advenimiento de otras etnias y otras costumbres estamos aprendiendo que no somos el centro del universo y que hay otras conductas tan bellas y válidas como las nuestras para celebrar lo que sea.



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 Había un hombre allí que tenía una mano paralizada, 
y como buscaban la manera de acusar a Jesús, 
entonces le preguntaron: 
—No se debe sanar en el día de descanso, ¿verdad?

Jesús les contestó:
—Si alguno de ustedes tiene una oveja 
y en el día de descanso esta se cae en un pozo, 
no es verdad que va y la saca del pozo?  
¡Pues un ser humano vale más que una oveja! 
Por lo tanto, está permitido hacerle bien a la gente 
en el día de descanso."

Mateo 12:10-12 (PDT)

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miércoles, 2 de agosto de 2017

Ajiaco, recetas chilenas.

Se ha puesto de moda ofrecer en los restaurantes "ropa vieja", o sea, comida reciclada.
Sucede, en la cocina quedan restos, a veces papas, a veces pollo, a veces carne.
No llegaron todos los invitados, no supimos calcular, en fin, podemos reutilizar el alimento sin que pierda su calidad y transformarlo en un buen plato nuevo.
Restos de un asado nos sirven para este sabroso caldo, especial para el invierno.
Unos 300 gramos de carne asada la picamos en tiritas (Si no hay se puede hacer con posta cruda).
4 papas cortadas en juliana no muy delgadas.
1 cebolla, cortada en pluma.
1 zanahoria en juliana (tiritas)
1 huevo.
2 dientes de ajo
1/2 pimentón cortado en tiritas.
1 cucharada sopera rasa de harina.
Cilantro picado.
Ají  a gusto.
1 cubo de caldo concentrado de carne.
Sal y aliños a gusto, particularmente solo empleo orégano.
Preparación:
Sofreir la carne y los aliños, colocar  3 o 4 tazas de agua fría.
Agregar el caldo concentrado y dejar que la carne suelte sabor.
Agregar la zanahoria y la cebolla, luego de unos 5 minutos  las papas.
Cocinar unos 20 minutos más, hasta que las papas estén blandas.
Agregar la harina disuelta en un poco de agua fría
Batir el huevo, agregarle de a poco el caldo de la cocción.
Apagar el fuego. Colocar el huevo, revolver.
Poner cilantro para servir y el ají en un plato para que cada comensal le coloque lo que desee.
Sencillo, y como dicen las chicas modernas "ayudamos al planeta" (y de pasada al bolsillo personal).



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No se preocupen tanto 
por las cosas que se echan a perder, 
tal como la comida. 
Pongan su energía en buscar la vida eterna 
que puede darles el Hijo del Hombre. 
Pues Dios Padre me ha dado 
su sello de aprobación.

Jesús en el evangelio de Juan 6:27

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(Fotografía gracias a Juan Pablo Turén)

jueves, 27 de julio de 2017

Recetas chilenas, charquican.

 Dedico esta página con gran cariño y admiración
a mis amigos-amigas misioneros 
que cada día hacen la obra de Jesús lejos de Chile.

¿Existe la comida chilena realmente?
Esta discusión bizantina se ha dado en nuestro país por décadas, sin llegar a ninguna conclusión.
Que no tenemos identidad.
Que hemos copiado de otros países.
Que somos fomes.
Poco creativos.
En fin.
Los puristas –en cualquier tema- son como aquel cuento de Borges “Los teólogos” (puedes verlo en este sitio), tanta discusión y en el cielo nunca se supo cuál era cuál.

Modestamente creo que la comida chilena es rica, rica, rica, aunque compartamos algunos ingredientes con otros países latinoamericanos.
Los que han vivido en el extranjero me cuentan que añoran ciertos elementos culinarios y la forma de mezclarlos. Mote, piñones, choclo, harina tostada, dihueñes, café de higos, milcaos, estofado de conejo, la forma de hacer empanadas, el pastel de choclo, charquicán…
Unos amigos misioneros en el Sudeste asiático me han pedido algunas recetas sencillas para recordar el sabor de Chile. Cuesta elegir qué cocinar si estás en el extranjero.
En honor a ellos les comparto mi receta -no es mi favorita pero  gusta a muchos-, el CHARQUICÁN, plato recurrente en invierno, poco gourmet pero contundente, nadie quedará con hambre.

Para 4 personas.
Ingredientes:
8 papas medianas cortadas en cuadros.
½ Kg. Zapallo maduro cortado en cuadros.
1 zanahoria picada pequeña
1 vara de apio 1 cebolla picada fina en cuadritos.
½ taza de charqui picado muy fino.
½ Kg. Carne magra picada muy fina.
1 vara de alga cochayuyo,  molido en la 1-2-3 o pymer (es opcional)
1 taza porotos verdes (alubia-judía-chauchas)
½ taza de arvejas (guisantes), pueden ser congelados.
½ taza de choclo picado.
2 dientes ajo.
1 hojas de acelga o un poco de cilantro.
4 huevos, uno por persona
Orégano, sal, paprika (poco), aceite para sofreír.

Preparar:
Dorar en una olla profunda la cebolla, la carne, la zanahoria, el apio, ajo y charqui. Agregar una taza de agua. Cocinar por 15 minutos.
 Colocarle  las papas, el zapallo y cocinar 10 minutos más, luego poner las arvejas, porotos, choclos, terminar la cocción a fuego muy lento cuidando que no se pegue.
Se puede colocar sobre un tostador. Al final agregarle el cochayuyo molido, la acelga picada o el cilantro.
Servir con un huevo pochado o frito encima.
Ensaladas frescas (lechuga, tomate, cebolla en escabeche).
*** Algunas personas no le colocan charqui ni cochayuyo, igual queda rico.


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A las personas que tienen riquezas, 
enséñales  que no sean orgullosos 
ni confíen en sus riquezas, 
porque es muy fácil perder todo lo que se tiene. 
Al contrario, diles que confíen en Dios, 
pues él es bueno, 
y nos da todo lo que necesitamos para que lo disfrutemos.

1 Timoteo 6:17


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lunes, 24 de julio de 2017

Aztecas, nazis, españoles.

¡Qué poder tienen las palabras!
Me ha maravillado la polémica – artificiosa por cierto- que han generado hace algún tiempo los medios a raíz de ciertas comparaciones,  aztecas con nazis ¿será para adquirir audiencia en las redes sociales?

La historia ya sucedió y es irreversible.
Las crueldades pasadas se han trasmitido de generación en generación,  las podemos palpar aún hoy, en este minuto en nuestro “civilizado y moderno” siglo XXI.
En Chile todavía se riñen y descalifican O’gginistas con Carreristas. Y eso ocurrió en el 1800.
Balmacedistas con congresistas.
Los pinochetistas con comunistas.
Y más, en las iglesias evangélicas, fundamentalistas con pentecostales.

Recuerdo con nostalgia a mi compañero de aula Rigoberto, con voz lírica recitaba en medio de la sala aquel famoso poema de Darío “Los motivos del lobo” y su voz se quebraba cuando llegaba a la frase Francisco responde:  
"En el hombre existe mala levadura. 
Cuando nace, viene con pecado. 
Es triste. 
Mas el alma simple de la bestia es pura.” 
¿Tenían los aztecas esa “mala levadura”?
Qué duda cabe.
La tenían los españoles, los nazis y nosotros.
Y no es simplificar, si lo profundizamos un poco podemos acudir al apóstol Pablo y su discurso a los romanos: "Porque lo que de Dios se conoce es evidente entre ellos pues Dios hizo que fuese evidente. Porque lo invisible de él —su eterno poder y deidad— se deja ver desde la creación del mundo, siendo entendido en las cosas creadas de modo que no tienen excusa. Porque habiendo conocido a Dios, no lo glorificaron como a Dios ni le dieron gracias; más bien, se hicieron vanos en sus razonamientos, y su insensato corazón fue entenebrecido. Profesando ser sabios se hicieron fatuos y cambiaron la gloria del Dios incorruptible por una imagen a la semejanza de hombre corruptible, de aves, de cuadrúpedos y de reptiles. "
 Y remata el capítulo uno:
"Se han llenado de toda injusticia, maldad, avaricia y perversidad. Están repletos de envidia, homicidios, contiendas, engaños, mala intención. Son contenciosos, calumniadores, aborrecedores de Dios, insolentes, soberbios, jactanciosos, inventores de males, desobedientes a sus padres, insensatos, desleales, crueles y sin misericordia. "

¡Vaya foto que nos ha tomado el apóstol!
Reflexiono y considero lo crueles que podemos ser, lo inmisericordes y me estremezco con un escalofrío. Soy parte del todo, es mi historia, la americana, la europea, la asiática, no podemos soslayar las responsabilidades colectivas.
Aun así,  a pesar de todo, el Creador nos extiende su misericordia cuando –según algunos- debería aniquilarnos.
Gracias a Dios que sigue siendo Dios.
Porque hasta se han atrevido a endilgarle culpas.
¿Seremos?



jueves, 20 de julio de 2017

¿Sirve de algo orar?

Nos pidieron que oráramos.
Oramos.
Unos con más fervor –sin duda-, otros con menos. Unos con más fe, otros no demasiada. Pero aun así esperábamos una respuesta positiva a nuestras oraciones.
¿Qué estuvo mal?
¿Por qué el resultado no fue exitoso como esperamos?
Oramos para que viva y se muere.
Oramos para que sane y se enferma más.
Oramos para que se legisle en justicia y se aprueba exactamente lo contrario.
¿Son infundadas nuestras peticiones?
¿Debemos dejar que los ríos fluyan con su destino establecido?
¿Sirve de algo orar?
Estas y otras preguntas me mantienen despiertan hasta la madrugada.
Poco a poco voy recordando historias de oraciones fallidas, el rey David rogando por la vida de su hijo (2 Samuel 12:16-18),  el Señor Jesús hablando con Pedro (Lucas 22:31-32).
No siempre la respuesta es un sí rotundo como nuestra futilidad desea.
A veces nos confundimos con tanta historia que leímos en las “Mil y una noches” y pretendemos de Dios esa especie de genio de la lámpara que deberá conceder nuestros deseos porque somos castos-honrados y bien pensantes.
¿Por qué no logramos conectar nuestros intereses con los propósitos de Dios?
Tal vez la oración debería ser un hábito como la comida diaria.
Como lavarse el rostro.
O andar en bici.
Un acto natural permanente, un teléfono al Padre para saber hasta cuándo debemos insistir.
A veces tenemos la certeza pero seguimos suplicando majaderamente, sin entender (o entendiendo) que no se hará nuestra voluntad –por perfecta y justa que nos parezca- sino la de Dios.
Tal vez la oración no es para que Dios "haga algo" sino para someter mi rebelde  voluntad a la suya.
Tengo mucho que cultivar todavía (y no son plantitas herbales).



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 ...yo he rogado por ti, 
para que no te falte la fe. 
Y tú, cuando hayas vuelto, 
deberás confirmar a tus hermanos.

Lucas 22:32

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lunes, 17 de julio de 2017

Pasión.

Me asombran algunas canciones evangélicas, en especial las que incluyen frases extraordinarias como esta, u otras semejantes.
No sé si ese fraseo será literal o alegórico.
A veces la liturgia nos lleva a expresiones que no entendemos o no cultivamos en la vida real.
Se transforman en dichos dominicales que tienen cierto signo de espiritualidad, que elevan el alma pero al traspasar la puerta del templo –y volver a la cotidianeidad- olvidamos.
¿A qué nos referimos realmente cuando hablamos de pasión?
Pasión por Dios.
No hay pasión sin sufrimiento.
En sí misma la palabra "patior" (latín) significa sufrir.
La pasión de Cristo es la mayor imagen de lo extrema que puede llegar a ser si se practica en el sentido estricto.

¿Qué estamos diciendo cuando nos declaramos apasionados por Dios?
¿Implica que Él es nuestro único centro-eje-foco-principio y fin de adoración?
¿Que nuestros afectos se someten a su voluntad?
¿Estará Él presente en el día a día de mi realidad?
¿Qué la devoción será más que un hobby de domingo?

Declarar  pasiones -cualquiera que esta sea- me suena un poco jactancioso.
Personalmente me parece una grandilocuencia hacer alarde de una relación con Dios, una presunción de una espiritualidad que no poseo (aspiro sin duda) y que si la tuviera no podría vocearla como un consecuencia de lo virtuosa que he sido o como una conquista personal.
Si de algo estoy segura es de mis debilidades.
Más allá de toda duda, conozco mi tramposo corazón que más de una me ha jugado. 
Sé más de mis carencias que ningún otro tema.
Solo puedo aferrarme cada día a la gracia soberana, a la misericordia abundante, al amor inalterable de Dios. 

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"... el Señor nuestro Dios,
 el Señor es uno. 
Y amarás al Señor tu Dios 
con todo tu corazón, 
y con toda tu alma,
 y con todas tus fuerzas.

Deuteronomio 6:5-6 

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(Fotografía: Flor de la Pasión)

lunes, 10 de julio de 2017

Autonomía (parte 2)

La autonomía que idealizamos -sobrevalorada en estos tiempos- y por la que luchamos,  a menudo es limitada por imponderables que no podemos manejar.
Dependemos de eventos tan insospechadas como que en China hicieron huelga (¿se podrá hacer huelga en China?) y no llegó el paquete de instrumentos esenciales para el tratamiento de una persona en el hospital.
Dependemos de otros todos los días.
Dependemos del clima.
Mi vecina de enfrente se ha vestido de carmelita, café completo.
Un voto para toda la vida.
Voto de sencillez, oración y servicio a la comunidad, todo un reto para una mujer del siglo XXI, joven aún.
El día que debía asistir a su reunión de consagración diluvió sobre Santiago. Se cortaron algunos puentes, la locomoción apenas se movía en las calles anegadas, la energía eléctrica se fue de varios sectores dejándolos incomunicados, la iglesia canceló la celebración para albergar a damnificados.
Un  desastre de proporciones.
Susana -una chica muy tierna, mi vecina- se quedó encerrada en casa esperando que amainara la tormenta.
En la tarde lluviosa y oscura elevó una oración por los sufrientes del temporal, hombres y mujeres sin hogar,  alojados en colegios (que no estuvieran inundados, por supuesto).


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 Quien cumple lo mandado nada sabe de intrigas;
sólo el sabio conoce el tiempo de la decisión,
 pues cada cosa ha de ser decidida a su tiempo,...

Eclesiastés 8:4-6
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jueves, 29 de junio de 2017

Vivir más simple.

Se le llama “vida más simple”.
Mi madre le denominaba “apretarse el cinturón”. Construyó su primera casa propia a punta de ñeque, con esfuerzo, la vi levantarse de madrugada para ir al trabajo. Ni subsidio de gobierno ni préstamo bancario, solo persistencia.
Los chicos le llaman a la moderación “pobreza” y reclaman aunque dispongan del último modelo de smartphone, bici de titanio y mochila de marca costosa. Desean vivir la vida a mil, fiestas todos los viernes, salidas de Mall, cine, playa cuando hay fines de semana largos, tarjeta de crédito.

Ahorro no es una palabra muy popular.
Mi amiga Isa compró un departamento para rentar con sus reservas de varios años. Comidas modestas, poco o nada de salidas a restaurantes, cine en casa, paseos con invitación, fiestas austeras, nada de etiquetas lujosas, sencillez monacal.
Aún así, nunca dejó de dar sus ofrendas a la Iglesia, su aporte a las misiones y un paquete de mercadería mensual para los pobres. Ella sostiene que Dios bendice al que da.

Nuestra Comunidad evangélica ha ofrecido un mini-taller de finanzas. Vino un profesor dedicado a la Banca y bastante entendido en temas de inversiones. Nos proveyó de un presupuesto y algunos tips para invertir. Lejos de otras alternativas más riesgosas, la propiedad en Chile es la más rentable, sea un terreno pelado en el Norte, una casa de playa o un departamento en alguna comuna central.

Reconozco que el ahorro es mi lado flaco. Es la razón por la que uso agenda, lista del supermercado y billetera con lo necesario cuando voy al barrio Meiggs, antro de toda clase de ofertas, ofertones y gangas "imperdibles".

¿Dónde está la medida entre el ahorro y el consumo?
Tal vez aprender a vivir con sencillez como lo recomienda el evangelio, los proverbios y el sentido común.

El peligro está entre la avaricia y el despilfarro, un amplio espacio con infinitos intermedios.


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Ordena a los que se hacen ricos con las cosas del mundo 
que no se llenen de orgullo. 
Diles que pongan su esperanza en Dios, 
no en el dinero, porque el dinero no es seguro. 
En cambio, Dios nos da todo en abundancia para disfrutarlo.  
Diles que hagan el bien, 
que se hagan ricos en buenas obras, 
que den con alegría y que estén dispuestos a compartir.  
Si así lo hacen, estarán acumulando un tesoro en el cielo, 
que será una base firme para el futuro.
 Entonces podrán tener la verdadera vida.


1 timoteo 6:17-19 (PDT)
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miércoles, 21 de junio de 2017

Una persona común.

Escuchamos encendidos sermones.
Promesas sublimes.
“Cuando seas mayor Dios te usará para grandes cosas”.
“Dios tiene un plan maravilloso para tu vida”
“Sigue tus sueños, tú tendrás un gran futuro”.

¿Dónde quedaron esos ofrecimientos?
¿En qué recodo del tiempo se perdió la grandilocuencia?
¿Cuántos de nosotros somos “grandes”? (Y por cierto, ya llegamos a mayores).
Ni profetas, ni misioneros, ni predicadores, ni exitosos, ni elocuentes.

Común.
Exactamente eso, común.
Casi invisible.
Ejecuto cada día actos pequeños, visito una enferma, doy un pan con algo adentro, un vaso de agua, una taza de té, canto una canción que nadie –excepto Dios- escucha.
Escribo palabras breves –ni me atrevería a publicar un libro-, hago rogativas que muchas veces no resultan como las espero, voy a funerales –este año ha sido el peak-, riego las flores. Cuido unos patos que a nadie importa si viven o mueren (a mí obvio que sí), me levanto con la esperanza que este día suceda algo extraordinario de parte de Dios, como decía el cantor aquel “una luz segadora, un disparo de nieve”, lo más cercano ha sido el viento impetuoso que botó las hojas de las palmeras, por un momento pensé que alguna terminaría en el suelo.
¿Soy infeliz porque no tengo un nombre en los periódicos?
¿Me siento postergada porque mi rostro no triunfa en las páginas sociales?
¿Me consume el desasosiego porque perdí el tiempo en actos insignificantes, a veces modestos y anónimos?
En absoluto.
He recibido más de lo que he dado.
Me han amado más de lo que he amado.
He sido bendecida más allá de mis limitaciones.
Él me ha guardado de noticias catastróficas.
Tengo entero el esqueleto y conste que he tenido caídas espectaculares.
Mi corazón no sabe de taquicardias.
Es verdad, nunca soñé demasiado, ni fui “aspiracional”.
Nunca escalé una montaña para batir un record o corrí una maratón, cuando voy al volante mi velocidad es la que estipula la ley, 60 Km/por hora en la ciudad, 90 en carretera.
Mamá decía (con alguna razón), que su hija no tenía ambiciones.
Yo estuve –y estoy- dispuesta a los trabajos nimios, ocultos, sin gloria.
El único deseo que tengo (en eso me declaro aspiracional)  no lo he logrado aún, tal vez deje la vida en el intento, sencillamente ser como Cristo.

 
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 "Y cualquiera que como discípulo dé a beber 
aunque sólo sea 
un vaso de agua fría a uno de estos pequeños,
 en verdad les digo 
que no perderá su recompensa.”

Mateo 10:42 (NBLT)

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lunes, 19 de junio de 2017

Quebrados.

 "El 41% de los chilenos está endeudado 
o le cuesta llegar a final de mes. 
Esto corresponde a casi 7.000.000 de chilenos.

Francisco sale de la oficina del prestamista como sonámbulo, el sol mortecino de otoño apenas entibia su angustia.
Las deudas lo abruman.
El colegio de los niños, las cuentas básicas vencidas, la cuota del depto., la tarjeta del supermercado,  la mantención del auto…
El cambista apenas cubre lo más elemental y un 10% de interés le roerá los huesos.
Piensa alternativas, un tercer trabajo, mudarse de barrio, declararse en quiebra… Ninguna lo satisface.
Los cambios por apuro agravan la situación, lo sabe por su padre que pagó las deudas con cinco años de prisión. Lo sabe por su madre que encaneció en un día. Lo sabe por su hermana que se casó con un campesino con plata para sacar la familia de la quiebra, olvidó todos sus sueños de profesional.
Ensimismado tropieza con los cartones que obstruyen la vereda, el hombre sentado sobre ellos le extiende una mano rugosa, patrón –le dice-, yo también un día vine a esa oficina. Lo perdí todo ahí, apunta hacia la casa de usura.
Francisco se estremece, como un poseso huye del lugar, ha visto –por un segundo- su futuro.



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  Las semillas que cayeron entre los espinos 
representan a los que oyen la palabra de Dios, 
 pero muy pronto el mensaje queda desplazado 
por las preocupaciones de esta vida, 
el atractivo de la riqueza 
y el deseo por otras cosas, 
así que no se produce ningún fruto.

Jesús en el Evangelio de Marcos 4:18-20 


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lunes, 12 de junio de 2017

Introspectiva.

Camino por calles grabadas en mi mente,
Veredas que reconocen el ritmo de mis pasos,
Una valla de madera derruida detiene los ladrones
(o el ángel que no duerme)
Un pequeño reino detrás de las puertas
Una luz cálida cuando llega el invierno.
Recreo los espacios
Froto los muebles como si de espejos se tratara
Conservo piedrecillas de playas felices
Macetas de plantas dormidas
Murmullo de aves en pleno vuelo
Arboles devastados por un machete desdichado
Una casa temporal
Ataviada para el visitante
El espacio que abandonaré
(Solo Dios sabe el día y la hora)
Otra heredará el silencio
El jardín, los tiestos decorados
Como yo heredé el olivo y la parra.
Podría rebelarme y llorar esa partida
Pero no, en la renuncia está el amor
En el amor el deleite
Ya todo se ha dicho, la fecha está por expirar
El último trecho del camino
Tiempo establecido para todo
Para que vuelva a resucitar en otras risas
En otros pasos jóvenes y nuevos
En otras huellas y otras voces
La casa florecerá en el tiempo
Si la libero de mí 
Las luces brillan con más fuerza
La Palabra vuelve al poder original
El agua renueva su frescura
La tierra renace en el verde de las hojas
Los arboles se cubren de vigor
El hogar cumple su designio
Y el soplo vuelve a su único Creador.


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 Me fijé que en esta vida la carrera no la ganan los más veloces, ni ganan la batalla los más valientes; que tampoco los sabios tienen qué comer, ni los inteligentes abundan en dinero, ni los instruidos gozan de simpatía, 
sino que a todos les llegan buenos y malos tiempos.

Eclesiastés: 9:11 (NVI)


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jueves, 8 de junio de 2017

Una y mil maneras de servir.

Acompaño a un hermano a la Posta de Urgencias, este invierno ha sido particularmente enfermizo y accidentado.
La noche es fría y la sala está llena, no hay muchas posibilidades que la atención sea rápida.
Me siento entre la gente con el ánimo de esperar. Cuando una se rinde al momento puede darse a las personas y escuchar sus múltiples historias. Uno se ha trizado el peroné jugando fútbol, otra tiene una fuerte migraña, tal vez producto de la alta contaminación del aire.

De pronto llegan unas personas, visten unas chaquetas sin manga color verde petróleo –algunos mayores, otros más jóvenes- con bandejas. En sus chaquetas está escrito “Dios es amor”.
Nos ofrecen un café caliente y un pan.
Es gratis, dice el más joven, y sonríe.
Invariablemente todos los que esperamos recibimos el regalo y damos gracias.
Reparten durante un rato, hasta que se termina todo –y no es poco-, luego se van en silencio.
La persona sentada a mi lado me explica, “los hermanos” vienen todos los jueves por la noche y regalan café y sándwich, durante el verano o el invierno, en vacaciones y días laborales, son fieles a su propósito de jueves.
Es maravilloso ver cómo una tarea tan sencilla puede ser un servicio que anime en un lugar de dolor y desaliento como lo es la Posta.
Tal vez Dios me llevó a ese lugar solo para ver este acto de amor sin pretensiones -ni vanidad- más que dar.
Mi enfermo sale sin ningún hueso roto, apenas un esguince y un paracetamol.


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  Dios, en su gracia, 
nos ha dado dones diferentes 
para hacer bien determinadas cosas. 
Por lo tanto, 
si Dios te dio la capacidad de profetizar, 
habla con toda la fe que Dios te haya concedido.  
Si tu don es servir a otros, 
sírvelos bien. 
Si eres maestro, enseña bien.  
 Si tu don consiste en animar a otros, anímalos. 
Si tu don es dar, hazlo con generosidad. 
Si Dios te ha dado la capacidad de liderar, 
toma la responsabilidad en serio. 
Y si tienes el don de mostrar bondad a otros, 
hazlo con gusto."

Romanos 12:6-8

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martes, 6 de junio de 2017

¿Cuál es tu palabra favorita?

Me preguntó una amiga “¿cuál es tu palabra favorita?”
Por un momento quedé en suspenso, son tantas y tan variadas ¿cómo podría elegir solo una?
Todas las palabras tienen una historia que contar, más allá de su belleza, el sonido, la forma, el significado o la asociación mental que tenemos de ella.
Pienso que tal vez la más bella sea Gracia.
Fonéticamente es breve, tiene la letra r incorporada (me gustan las palabras con erre), sin embargo lo que me atrapa es lo que significa, aunque –debo confesar- todavía no la comprendo completamente.
Tengo de las palabras esa aproximación intangible, un ligero esplendor.
A veces se dejan ver, otras se esconden como el cielo entre nubes.
Hay días que todo es tan claro y luego pierdo la luminosidad como si mis ojos estuvieran debilitándose.

Me siento debajo de la parra que hoy apenas tiene unas hojas secas y sé que debajo de esa marchitez está la savia trabajando a mil. Tantas veces la he dicho “gracia”, tantas veces la he escrito en el PC, en mis cuadernos, con letra imprenta o cursiva, la he paladeado, la he dibujado, he aprendido definiciones de memoria como lo que dice el apóstol Pablo:
"Pero Dios es tan rico en misericordia y nos amó tanto  que, a pesar de que estábamos muertos por causa de nuestros pecados, nos dio vida cuando levantó a Cristo de los muertos. (¡Es solo por la gracia de Dios que ustedes han sido salvados!)" Efesios 2:4-5

¿Tienes una palabra favorita?




jueves, 1 de junio de 2017

La destrucción de los mitos evangélicos.

Mito uno.-De niña crecí con la ingenua seguridad que un cristiano nunca moriría en un accidente.
¡Vaya suposición errada!
No sé de dónde saqué esa doctrina, por cierto, absolutamente personal y extra-bíblica. El día que murieron en un choque 12 jóvenes de una iglesia de Linares que andaban en misiones, se me movió el piso.
Mito dos: Me duró hasta los 14 años la certeza que los cristianos eran fieles esposos (as), dedicados a sus hijos y que jamás mirarían el “prado” –un decir eufemístico- del vecino. El ministro principal y la secretaria de la iglesia se enredaron en una aventura, escándalo general, pueblo chico, todo se sabe. Estupefacción.
Mito tres: Los hijos (as) de evangélicos no se embarazan si son solteros. Basta mirar un poquito las estadísticas para que la realidad diga lo contrario.
Mito cuatro: Los evangélicos no roban. Con mis ojitos hipermetropíos he visto “hermanas” llevar algo que no les pertenece. ¿Serán cleptómanas? Ha llegado a nuestra Comunidad un buen sicólogo, estoy tentada a decirles que soliciten una hora de consulta.
Mito cinco: Jamás de los jamases un cristiano se suicidaría. El día que llevaron a mi amiga M. como un bulto inerte a urgencias, algo se me destrozó en el alma. Murió por el camino. Creció en la iglesia, padres evangélicos, cantó en el coro, fue maestra de niños y la mujer más dulce que haya conocido. ¿Qué pasó por su mente para llevarla a ese extremo?
Mito seis: (Aporte de mi amigo Cris.) Los evangélicos no procrean niños disminuidos o diferentes. Y conversamos el caso del muchacho ciego.
Mito siete: Un cristiano nunca “copiaría” en un examen. Lo vi cuando estudiaba y “no me cabía en la cabeza” que seminaristas voluntarios abrieran furtivamente su cuaderno de notas para responder en un examen. Se supone que la Teología es el gran tema que estudiamos.

Después de la destrucción de tradiciones creadas por mi mente ignorante, me dediqué a estar cerca de la gente para comprender la razón de por qué viven como viven y por qué toman las decisiones que toman. Mientras escribo recuerdo al poeta Rilke: “Se humilde ahora como una cosa madura para la realidad, -“ 
*Al margen: qué mito has tenido que vencer?


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 Rechaza las leyendas profanas y otros mitos semejantes. 
Más bien, ejercítate en la devoción a Dios.

1 Timoteo 4:7


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lunes, 8 de mayo de 2017

Regalo.

Recibo con gran alegría este regalo de mi amigo y hermano Cris.
Gracias por su talento y su cariño.
Lo comparto porque esta oración anima nuestro espíritu y creo  que si la memorizamos será un arma poderosa para los días difíciles, que espero no lleguen nunca a tu vida.