Basta un limón, un poco de ralladura de su cáscara y unas rodajas de jengibre para que el malestar huya a perderse.
Cuando se tiene un presupuesto más holgado agregar un par de cucharadas de miel. Si no hay, gotas endulzantes es suficiente, porque azúcar (¡ay!) prohibida, prohibida, prohibida.
Hervir en agua fría el jengibre (yo tengo un perol de 1 litro), bastan 5 minutos -rallado o en rodajas-, sacar del fuego, entibiar, agregar limón y algo dulce.
Beber una taza 3 veces al día.
Sencillo y eficaz.
¡Aleluya!
¡ Eureka!
¡Voilá!
----------------------------------------------------------
"...oro para que te vaya bien en todos tus asuntos
goces de buena salud,
y prosperes espiritualmente.
3 Juan 1:2
-----------------------------------------------------------
(La foto de pexels.com)
No hay comentarios:
Publicar un comentario