viernes, 7 de octubre de 2022

Cuando bailar es peligroso.


Ella no supo qué hacer con la cabeza 
Que sobre la bandeja 
la miraba con curiosidad 
los ojos aún luminosos

Los invitados perplejos 
Aquello se había desbordado. 

Solo la madre 
–ah, siempre las madres- 
tomó el recipiente y declaró su victoria. 

Cuentan que la bella Salomé 
Pagó ese placer con su propia cabeza.
*




(Pintura de Alexandra Exter -Rusia 1884-1949)



 

2 comentarios:

Susana Moreno dijo...

Una historia terrible. Un beso

ojo humano dijo...

Demasiado poder, Susana.