Si no hubieras recibido aquella carta.
Si no hubieras aceptado la oferta.
Si no hubieras renunciado al trabajo.
Si no hubieras viajado tan lejos (hasta el último momento tuve la esperanza que te arrepintieras).
Si no hubieras dejado vacía la casa.
Si…
Aquel día levanté la mano en despedida; heredé tus libros, los aloes que plantamos juntos y que se han extendido por todo el jardín.
Disfruto la sombra del olivo, las uvas de la parra que podaste y, a veces, la casa me recuerda quién eras con un tenue olor a lavanda.
Todo se conjugó aquel año para vivir este misterio de gracia y favor de Dios, ocupar tu espacio.
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Estamos seguros, además,
de que todo colabora al bien
de los que aman a Dios...
Romanos 8:28 BLP
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El amor a distancia es duro. Un beso
ResponderEliminarLo entiendo
ResponderEliminarYo renuncie al trabajo
Deje de viajar tan lejos
Aposte por el amor...
Y se siente bien...
Abrazo
Querida Susana, lo importante es el cariño.
ResponderEliminarBuen fin de semana.
Buena salud
Qué bien, Carlos.
ResponderEliminarMe alegra que haya sido una buena decisión para ti.
Ya vendrá un buen trabajo.
Disfruta.
Heredar es una ganancia que suele doler.
ResponderEliminarAsí es Silvia.
ResponderEliminarA pesar de la nostalgia, disfruto este lugar heredado.