"Yo Soy la Verdad"
(Jesús).
Escucho la pregunta en un programa de radio, “y ¿qué es la verdad?", refiriéndose a las últimas noticias mundiales.Disquisiciones más, disquisiciones menos, ninguno de los tres locutores puede definirla y se van en chanza, cada uno pone su cuota de humor y risas sin llegar a ningún puerto (por decirlo de alguna manera).En Septiembre y Octubre se acumulan conmemoraciones de índole diversa.
Los medios informativos desempolvan viejas historias de revoluciones, reformas, torturas, crímenes, enjambres de incertezas que pretenden acercarse a verdades definitivas. Como si cada año se fuera avanzando en un laberinto interminable de verdades colectivas en asociación con las personales.
No comprendo ese afán por desenterrar muertos.
¿Es el pasado una escuela?
Como mi amigo bloguero Fernando comenta “Como habrá leído, la región española de Cataluña ha iniciado el proceso para independizarse. Se da por supuesto que va a haber violencia por ambos lados. ¿Es que nunca aprendemos de nuestra historia?”
¿Qué tan verdadera es la realidad colectiva o personal?
¿No es una interpretación de acontecimientos que pasados los años vamos recreando?
El día de ayer, alegre y triste feriado dedicado a “todos los santos” del mundo será contado (y tal vez cantado) desde las diversas miradas. Para unos fue un descanso a mitad de semana, para otros un trabajo ganancioso en los cementerios. ¿Quién puede abarcar la verdad de un solo día en la historia, aun si este fuera el 18 de septiembre de 1810 o el 31 de octubre de 1517?
“La ley fue dada por medio de Moisés, pero la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo. A Dios nadie lo vio jamás; quien lo ha dado a conocer es el Hijo unigénito, que está en el seno del Padre.” Evangelio de Juan 1:17-18 Jesús mismo lo afirma “yo soy la Verdad”.
Si toda nuestra vida está ajustada a su Palabra y a Su voluntad sin duda no andaremos deambulando con medias verdades o navegando en ficciones.
Encontramos un centro real en Jesucristo para vivir la certeza de cada día, de otra manera todo se vuelve "inamible". Eso.